EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Samir Flores vive: Acción Global Contra los Megaproyectos

Tryno Maldonado

Agosto 04, 2020

El pasado 31 de julio, las Redes de Rebeldía y Resistencia, diversas organizaciones e individuos adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona lanzaron la convocatoria para participar, desde múltiples geografías, en la Acción Global Contra los Megaproyectos, algunos de los cuales son emblema de la presente administración federal.
Las acciones iniciaron el domingo 2 de agosto, día en que nuestro compañero Samir Flores Soberanes cumpliría 38 años. Sin embargo, “la vida le fue arrebatada por el mal gobierno y sus cómplices, dueños del poder y del dinero. Su delito, luchar por la tierra, el territorio y oponerse al despojo”.
Este esfuerzo colectivo en todo el país y en el extranjero abarca las actividades convocadas por el Frente de Pueblos en Defensa del la Tierra y el Agua Morelos, Puebla y Tlaxcala (FPDTA-MPT), al que perteneció y en el que es recordado Samir.
La acciones terminarán el 9 de agosto, fecha simbólica para los de arriba: la Asamblea General de las Naciones Unidas lo ha declarado “Día Internacional de los Pueblos Indígenas”. “Nosotrxs bien sabemos que los pueblos indígenas no les interesan, por lo que nosotrxs desde abajo y a la izquierda gritamos ¡nada que celebrar!”.
“Llamamos a que a estas jornadas de lucha contra los megaproyectos se sumen todos y todas, con foros, cantos, carteles, fotos, videos y todo lo que esté en su creatividad; ténganlo por seguro, ningún esfuerzo y ninguna acción es pequeña; todo suma, todo cuenta”.
Este llamado a la movilización virtual y simbólica tiene su semilla y su proceso organizativo en las recientes asambleas del Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Concejo Indígena de Gobierno (CIG) con las Redes de Rebeldía y Resistencia y organizaciones nacionales e internacionales. Cada nuevo llamado a articular los esfuerzos y las resistencias de los pueblos y de los abajos se vuelve crucial ante el recrudecimiento de la violencia contra los pueblos que serán atravesados en sus formas de vida por los megaproyectos de despojo neoliberal, como el mal llamado Tren Maya y el Corredor Interoceánico.
En palabras de Carlos González, miembro de la coordinación del CNI, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no hará sino profundizar la continuidad del neoliberalismo y la subordinación de México a Estados Unidos. Tal como se ha visto con la reciente firma del T-MEC y la visita a modo de AMLO a Trump para favorecerlo en tiempos electorales.
El asesinato de Samir Flores –a decir de Carlos González– fue el punto de inflexión, el punto de quiebre, el desenmascaramiento de un gobierno de economía neoliberal rígida antes disfrazada de “austeridad republicana”. El asesinato de Samir Flores ocurrió dentro del contexto de la continuación y imposición de proyectos geopolíticos fundamentales, como la Guardia Nacional, la falsa promesa de la mitigación de la minería y el fracking –o fractura hidráulica– y las zonas económicas especiales extendidas, entre muchos otros.
Lo que está en juego y que puso de muestra este homicidio, como el de muchos otros defensores de derechos humanos y de los pueblos en lo que va de este sexenio, es el destino de la vida o la muerte de los pueblos indígenas. Lo que está en juego es su extinción.
Carlos González sostiene que, si bien los millones de votantes de López Obrador fueron en su mayoría la población explotada, los pactos que éste ha hecho en sus primeros meses de gobierno no han sido con ellos, sino con los empresarios y con los militares.
Dentro de este contexto de persecución y hostigamiento que han denunciado las comunidades zapatistas está, además, el factor de la instigación al odio desde el templete presidencial hacia quienes abrazan la lucha zapatista. Samir Flores, comunicador y luchador paisano de Emiliano Zapata, y también zapatista, murió asesinado días después de ser señalado desde el podio presidencial como “radical y conservador”. La irresponsable incitación al odio todas las mañanas y la estigmatización desde el púlpito presidencial contra los movimientos sociales, el pensamiento crítico y la prensa no oficialista son las mismas. Aunque resultan mucho más irresponsables y peligrosas en México, el país más peligroso para ejercer el periodismo.
En la Cuarta Declaración de la Selva Lacandona del EZLN puede leerse un principio bajo el cual Samir y Zapata se guiaron siempre: “Nuestra lucha es por la vida”. Por eso muchos de quienes caminan bajo su sombra saben que quien lucha por la vida nunca muere.
Después de ser emboscado por Jesús Guajardo en Chinameca, algunos cercanos de Zapata fueron obligados a reconocer el cadáver. “No es, no es él”, decían uno tras otro y fueron fusilados. “Zapata no está muerto. Zapata vive”. Y muchos, a cien años de su asesinato, y a un año y siete meses del asesinato de Samir Flores Soberanes, podrían asegurar también que Samir no está muerto. Que Samir vive y que, con él, Zapata también vive. Su lucha sigue.