EL-SUR

Martes 23 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Saqueo de recursos pesqueros

Héctor Manuel Popoca Boone

Abril 30, 2016

Uno más. Ahora fue el
periodista taxqueño, Francisco Pacheco Beltrán,
asesinado en el cumplimiento de su deber.
¿Cuantos más seguirán?
¿Por cuánto tiempo más
y en dónde no?

Triste destino el de Guerrero. Sus recursos naturales son saqueados permanentemente por agentes económicos externos, sin dejar mayor retribución material a la mayoría de los habitantes sureños, que se debaten entre la pobreza y la miseria. La pesca, pudiendo ser uno de los vértices para el crecimiento económico diversificado, sostenido y sustentable del estado, no lo es porque nuestros bancos pesqueros son arrasados por otros.
Guerrero tiene 485 kilómetros de litoral, que le hace poseer un buen potencial de riqueza pesquera. Pero no tenemos ningún barco de mediana altura para la pesca en los bancos de camarón o de atún que están localizados en estos mares. Nuestras cooperativas pesqueras están circunscritas a la pesca ribereña, con lanchas de pequeño tamaño.
Hace años, tuvimos una buena oportunidad –fallida– de reconstruir una pequeña flota pesquera camaronera-atunera, puesto que las dos únicas embarcaciones que había ya no operaban por vetustas y por utilizar el puerto turístico de Acapulco como base de sus operaciones. En aquel entonces, empresas españolas del ramo vendían a buen precio barcos camaroneros semi-nuevos que operaban en los mares del litoral de Marruecos. No pudiendo hacerlo más. Dicho país del Magreb determinó que únicamente pescadores marroquíes fueran los que trabajaran tales fuentes de aprovisionamiento pesquero y no seguir siendo depredados por la flota pesquera española.
Por tanto, parte de los barcos españoles pesqueros de mediana altura españoles quedaron ociosos. Sus dueños los pusieron a remate por ser costoso su mantenimiento improductivo. La oportunidad de compra fue reforzada al saber que la banca de la Unión Europea otorgaba créditos blandos para su adquisición. Fui a la embajada de España para plantearles la posibilidad de concretar una compra de cuatro embarcaciones para algunas cooperativas pesqueras de Guerrero. Nos dieron una respuesta positiva. Bajo la modalidad de que fuera una inversión “llave en mano”. Es decir, compra-venta con crédito amarrado, condicionada a mostrar la concesión pesquera gubernamental a favor del posible acreditado.
Optimista acudí con el subsecretario federal de Pesca para exponerle el proyecto y solicitarle el respaldo respectivo. Grande fue mi sorpresa cuando me dijo que no iba a ser posible, ya que ¡el mar de Guerrero estaba totalmente concesionado a cooperativas pesqueras de Sinaloa y Sonora, principalmente! Adujo no poder otorgar concesión adicional alguna, para no auspiciar la sobreexplotación del camarón y el atún. Agréguele a lo anterior que no identifiqué voluntad decidida de pescadores guerrerenses dispuestos a trabajar en Europa durante seis meses a bordo de embarcaciones pesqueras españolas con fines de capacitación y adiestramiento, además de lo arraigada que estaba la cultura del no pago crediticio. Desistí del intento.
Las notas de El Sur de días pasados, dan cuenta del malestar de las cooperativas de pescadores de Zihuatanejo por la rapiña impune que hacen las embarcaciones de Sonora y Sinaloa, al extender sus redes dentro de las primeras 10 millas marítimas de la plataforma continental, donde por ley queda prohibida la pesca del camarón y el atún, al ser zona de reproducción y crecimiento. Lo insólito del caso es que los marinos de la zona naval en lugar de apoyar a los quejosos guerrerenses, los hostigan sin motivo alguno para que se apacigüen, dando pie a conjeturar que están dando protección interesada a las cooperativas de los estados norteños. ¡Uf!
PD. No hay lugar a presiones sociales carentes de demandas explícitas hechas con antelación y no respondidas. Son actos de desestabilización que coartan el derecho de libre tránsito de la ciudadanía chilpancingueña. Mi apoyo crítico se lo doy al gobernador del Estado, Héctor A. Astudillo Flores, para hacer valer un orden que surja de acatar la legalidad por todos. Gobierno por delante.