EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Se fue el inmenso Francisco Toledo.

Humberto Musacchio

Septiembre 09, 2019

LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

 

Se fue el inmenso Francisco Toledo.

Premio FIL a David Huerta

Héctor Perea, acucioso y productivo investigador literario, recibirá el Premio Internacional Alfonso Reyes que le otorgó un jurado que integraron Vicente Quirarte, Felipe Garrido, Minerva Margarita Villarreal, Ludivina Cantú y Víctor Toledo. Por otra parte, David Huerta, hijo de ese poeta inmenso y amadísimo que fue Efraín Huerta, recibirá con méritos sobrados el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances (dotado con 150 mil dólares, lo que también importa). David, ensayista preciso y erudito, agrega este premio a su galería de distinciones en la que ya figura el Premio Nacional de Ciencias y Artes que recibió en 2015. Felicidades al gran autor de Incurable, que está próximo a cumplir 70 años y es orgullo de la generación del 68.

Cuando nos visitó Caruso

En 1919, de fines de septiembre a principios de noviembre, estuvo Enrico Caruso en México. Con José del Rivero como empresario, ofreció seis funciones en el teatro Iris y cinco en el Toreo de la Condesa. En el Iris cantó La fuerza del destino, Manón, el Elíxir de amor, Un baile de máscaras, Payasos y Martha, del hoy olvidado Friedrich von Flotow. En ese teatro los lugares más caros costaron 20 pesos y los más baratos seis, cuando un traje de El Palacio de Hierro valía de 25 a 55 pesos. En el Toreo, a precios populares (desde dos cincuenta hasta ocho pesos), el divo interpretó Aída, Sansón y Dalila, Baile de máscaras, La fuerza del destino y, por supuesto, Carmen, la que se interpretó bajo un tremendo aguacero. Otro día, el tenor puso la primera piedra del cine Olimpia y fue llevado a diversos lugares. En Xochimilco lo pasearon en trajinera y para satisfacción de sus anfitriones bebió sólo pulque (blanco, de apio y de tuna, dice Edgar Ceballos) al que, de acuerdo con las fotos, no le hizo gestos, lo que habla bien del rico neutle.

El tenorazo fue zarandeado

En sus presentaciones, acompañaron a Caruso la Besanzoni, Adda Navarrete, David Silva, María Alemani, Clara Elena Sánchez, María Teresa Santillán, Augusto Ordóñez, Ramón Blanchart y, entre otros, José Mojica, todos bajo la dirección de Gennaro Papi. Sin embargó, algo no le gustó al editorialista de El Universal quien escribió que los precios en ambos escenarios eran “un abuso reprensible” y apuntó: “desde que la ópera en México se ha bestializado –si vale la expresión–, convirtiéndose en un simple negocio fenicio a base de plaza de toros y de ‘eminencias’ de relumbrón, las más de las veces apolilladas y decrépitas (Caruso tenía entonces 46 años) tal espectáculo, que en otro tiempo fue de arte, lo es ahora de incultura y va derecho al fracaso. Se extinguirá cuando se extinga nuestra ingenua credulidad y cuando se comprenda que más barato y mejor que oír a Caruso en un coso taurino es escucharlo en un disco fonográfico”.

Que no se note la pobreza…

El 27 de octubre, otro editorial del diario citado se lanzaba contra “el manirrotismo nacional” y decía que “Caruso ha sido en México algo más que un acontecimiento artístico: la revelación de un estado económico ni sospechado siquiera… después de una década de revuelta. Hay una terribilísima miseria y se pagan 20 pesos –¡Lo que en ninguna otra parte del mundo!– por oír a Caruso”. Pues sí, fue un fenómeno musical en medio de las desgracias de la posrevolución. En cada función del Iris se recaudaron de 35 a 40 mil pesos y en el Toreo “no menos de 70 mil”, una verdadera fortuna para la época. La Madrileña, tienda de abarrotes, aprovechó la visita para estimular el consumismo, pues entre jamones españoles, quesos y otras delicias vendía también pastas italianas de la marca Caruso. Y en medio de aquella euforia, un dato no menor: en la función del día 28, el tenorazo fue acompañado por la Orquesta Sinfónica Nacional que dirigía Julián Carrillo. Nada más.

Guerrero en el Cervantino

Música, teatro, danza y cine presentará Guerrero en el Festival Cervantino 2019, lo que servirá para demostrar, si hiciera falta, que en la sufrida entidad no sólo se cultiva amapola, sino que en su territorio también florecen las más diversas manifestaciones culturales. Un aspecto no menor de este despliegue artístico será lo que hará el equipo de cocineras integrado por la Secretaría de Cultura del estado, que además del riquísimo pozole guerrerense preparan innumerables delicias. En el FIC habrá oportunidad de ver y disfrutar con la Compañía de Danza Contemporánea de Acapulco y seguramente resultará una sorpresa el sonido de la Orquesta Filarmónica del mismo puerto que acompañará al tenor Javier Camarena, toda una fiesta para los oídos.

Modestia aparte…

“La poesía me eligió desde niño”, afirma don Diego Flores-Jaime, autor del libro Adversarias / Adversaries, al que califica de “atrevido y ameno” y que muestra a un escritor “un poco más maduro, que trata de no perder la frescura de una juventud cuyo eje es la paternidad”. En entrevista con Mónica Mateos-Vega (La Jornada), el también profesor de la University College London, dice que gracias a su labor magisterial “prácticamente la mitad del sureste inglés habla nuestra lengua”. Que sea menos, ¿No?