EL-SUR

Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Secuelas Covid, la doble tragedia

Silber Meza

Junio 18, 2022

El SARS-CoV-2 nos ha traído múltiples desgracias. Hasta el jueves de esta semana que termina, en México sumaban más de 325 mil muertes –oficialmente– causadas por la Covid-19, enfermedad que genera el virus mencionado al principio. Van casi 6 millones de casos –contagios– confirmados en el país.
En todas las familias mexicanas existe, al menos, una persona que falleció o estuvo en peligro de muerte por este padecimiento.
En el mundo ya son más de 6 millones de muertes por el bicho, y 538 millones de casos contabilizados.
Al principio fue tan doloroso que por momentos muchos quisiéramos borrar esa etapa de la mente. No contacto físico. No abrazos. No poder darle un beso a la madre, al padre, a la pareja. En muchos casos fallecieron personas sin despedirnos de ellas. Un día estaban bien, al día siguiente traían una gripa, y a la semana estaban en el hospital. En muchos casos ya no salieron vivos y se fueron directo al crematorio. Los hijos, hijas, primos, hermanos, no pudieron siquiera decir adiós.
Nadie lo esperaba. Nadie podía imaginarse que tendríamos que poner distancia de por medio, con cubrebocas, para charlar con otras personas, nadie pudo siquiera suponer que tendríamos que cubrirnos la boca y nariz para subirnos al transporte público, para ir a un restaurante, para trabajar ocho horas del día.
Antes sólo veía que alguien usaba un cubrebocas si era médico, si tenía una enfermedad que requería que se aislara de los virus de la población, o si manejaba materiales peligrosos o problemáticos para la salud. Pero hoy, aunque haya autoridades que nos dicen que ya nos podemos quitar los cubrebocas, sabemos que la medida se mantendrá por un tiempo prolongado si no queremos contraer Covid.
En México vivimos una nueva ola, aunque es verdad que es mucho menor que las anteriores. Ahora la mayor parte de la población se encuentra vacunada al menos con dos dosis, y muchos de nosotros tenemos refuerzos. Los adultos mayores tienen una dosis adicional y se ha anunciado que en estos días van por los menores que tienen más de cinco años de edad.
El panorama ha cambiado, sin embargo, el riesgo, las muertes y las secuelas continúan. Y es justo esto último de lo que trata esta columna.
En la unidad de investigación de El Universal publicamos un texto de la reportera Alejandra Crail en el que contamos los problemas que se presentan después de contraer la enfermedad.
En el reportaje, exponemos que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, entre 10 y 20 por ciento de la población que enfermó de Covid desarrollará algún tipo de secuela: uno o dos de cada 10.
Son 203 las secuelas que los científicos han identificado después de padecer Covid, por ejemplo: fatiga, malestar postesfuerzo, temperatura (37.1 a 37.7 grados), escalofríos, enrojecimiento y sudoración, debilidad, sudores nocturnos, frío, palpitaciones, taquicardia, dolor y/o ardor en el pecho, inflamación visible de las venas, bradicardia, desmayos, opresión en el pecho, dolor muscular, dolor en las articulaciones, cuello rígido, espasmos musculares y dolor y/o ardor de huesos.
También se tienen registradas: dolor de garganta, visión borrosa, nudo en la garganta, problemas al tragar, sensibilidad a la luz, ansiedad, irritabilidad, depresión, cambios de humor, entre muchas otras.
En México habría mínimo 580 mil personas con enfermedades posteriores a la covid-19, pero la federación apenas reconoce a 2 mil 87.
Lo más preocupante de esto es que las autoridades mexicanas, al menos en el ámbito federal, no tienen una estrategia para enfrentar la situación, y ni siquiera tienen la intención de contar las secuelas y los problemas que acarrea la enfermedad.
“Siempre estuvimos en contra y seguiremos estando en contra de contar casos. Perdemos mucho tiempo en contar y nos tardamos en tomar buenas decisiones”, le dijo a la reportera Ricardo Cortés Alcalá, director general de Promoción de la Salud del gobierno de México.
Otros estados, como Querétaro, sí se han preocupado e incluso han abierto áreas postcovid porque tienen claro que la pandemia de Covid seguirá acarreando muchos problemas a la población y al sistema de salud.
La tragedia es doble: por un lado un porcentaje de la población que creyó que ya había pasado lo peor y ahora se da cuenta que no será así; por otro, un sistema de salud que aspira a ser universal y gratuito pero que no tiene interés en contabilizar y, por lo tanto, en dimensionar el problema de fondo.