EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Segundo año, LXII Legislatura

Arturo Martínez Núñez

Junio 16, 2020

 

El día de ayer terminó el segundo periodo ordinario de sesiones, del segundo año de la LXII Legislatura al Honorable Congreso del estado de Guerrero. Asimismo quedó instalada la Comisión Permanente que habrá de continuar el trabajo legislativo hasta el inicio del nuevo y último año del periodo de esta legislatura que arrancará el primero de septiembre del presente.
Durante este periodo ordinario el Congreso de Guerrero logró escasos resultados, debido fundamentalmente a dos factores uno interno y otro externo. En el tema interno la guerra fría entre los grupos parlamentarios, alineados en dos grandes bloques, impidió que se avanzara en temas fundamentales como la Ley indígena que propone Morena y que es punto central de su agenda legislativa. Fue imposible llegar a acuerdos por la cerrazón de las partes, comprobando una vez más que cuando en una negociación, ninguna de las partes esta dispuesta a ceder, el resultado siempre será perder/perder.
En lo exterior y de manera más importante que lo interior, nos tocó el surgimiento, el crecimiento y el desarrollo de la pandemia más importante en los últimos cien años. El tema del Covid, trastocó y transformó por completo la agenda política mundial. Todo pasa a un segundo plano cuando la tarea principal del Estado es tratar de contener la enfermedad y evitar la pérdida de vidas humanas. La pandemia obligó al Congreso a sesionar bajo el amparo de un acuerdo de la junta de coordinación política, en el que siguieron habiendo sesiones plenarias pero remotas y acotadas únicamente, a la presentación de puntos de acuerdo, exhortos y de intervenciones políticas, sin la posibilidad de presentar proyectos de leyes y decretos. Lo que en los hechos vivimos fue un receso disfrazado de periodo ordinario.
Estamos claros que lo más importante en estos momentos es mantener y profundizar la unidad de los guerrerenses en torno a las autoridades de los tres ordenes de gobierno, para hacer frente al Covid-19. Eso sin embargo no fue plenamente respetado por todas las fuerzas políticas. Tanto el PAN como el PRD y hay que decirlo, en menor medida el PRI, dedicaron todo su esfuerzo en lo único que han hecho desde el inicio de la Legislatura, que es golpetear sin éxito al presidente de la República, que en Guerrero sigue gozando de altísimos niveles de aceptación de acuerdo a todos los estudios de opinión. Monotemáticos, perdidos en su estrategia, sin rumbo fijo sin liderazgos y con la perspectiva de obtener resultados catastróficos el año próximo, el PRD, el PAN, MC; el Partido Verde y PT – que en teoría son aliados de Morena en el Proyecto de la Cuarta Transformación– se han dedicado a intentar escalar cualquier tema local en nacional.
La pérdida, por distintas causas, de dos diputados que eran de Morena y se convirtieron en diputados sin partido le arrebató a nuestro instituto la mayoría en el pleno, y aunque seguimos siendo el grupo mayoritario, somos minoría –24 a 22–, cada vez que el llamado bloque opositor se une con la intención de golpetear al Presidente de la República.
El Presidente de la Republica Andrés Manuel López Obrador, ha tenido diversas muestras de su afecto, de su agradecimiento y de su reconocimiento a Guerrero; él no olvida que Guerrero es uno de los estados que siempre lo han votado de forma mayoritaria, por eso desde el inicio de su gobierno e incluso desde antes, ha mantenido una espléndida coordinación con el gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores. El gobernador ha reconocido al presidente y el presidente ha reconocido al gobernador, sobre todo durante la crisis sanitaria que vivimos los mexicanos. Esto no significa que no existan fallas y carencias en los tres ordenes de gobierno, pero lo que no es válido es aventar la piedra y esconder la mano, y eso es lo que muchos priistas y por que no decirlo muchos morenistas, hacen cuando nadie los ve: mantener relaciones cordiales en público, aunque debajo de la mesa nos seguimos lanzando patadas, golpes bajos y puntapiés.
Esto debe de cambiar. En esta guerra de suma cero, debemos de transformar el perder/perder por el ganar/ganar. Tenemos la oportunidad histórica de reformar gran parte de nuestro marco legal, tenemos la oportunidad histórica de dotar a los pueblos originarios de un marco legal para que la representación política de estos sea proporcional a su población. Tenemos también la oportunidad de cumplir con las recomendaciones de la Conavim en relación a la segunda Alerta de Violencia de Género decretada para el estado de Guerrero, esta vez por Agravio Comparado, que nos indica que debemos reformar el artículo 159 del código penal del estado, en el marco del respeto de los derechos de las mujeres. Tenemos la oportunidad de reformar la Constitución para que la cultura se convierta en un derecho reconocido en nuestra carta magna. Tenemos la oportunidad y el deber de conmemorar con la importancia y el respeto que se merece el Bicentenario de la Consumación de la Independencia nacional que comenzara su proceso final en la ciudad de Iguala de la Independencia a partir del acuerdo entre los hasta entonces adversarios Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide.
Que no se nos olvide que en Guerrero comenzó el proceso final que dio origen a México como una nación libre y soberana. Que no se nos olvide que en estas tierras nació la bandera que hoy nos representa y a la que le debemos lealtad y respeto. Que no se nos olvide que hace 200 años, Guerrero e Iturbide pudieron hacer a un lado sus abismales diferencias y pusieron por delante el bien común de los mexicanos, logrando así la consumación de la independencia nacional.
En Morena, vamos a seguir apostando al acuerdo, al diálogo y a la búsqueda del consenso; no vamos a boicotear, ni golpetear, ni a hacer guerra de baja intensidad en contra del ejecutivo estatal. Nunca lo hemos hecho y menos lo haremos en el último año del periodo constitucional.
En Morena queremos construir, quisiéramos ver a un PRD unido a las causas de la izquierda, a un PRD aliado a la cuarta transformación nacional, a un PRD con visión de Estado y no con visión de tribu. En Morena las puertas estarán abiertas para todos los perredistas y toda la gente de izquierda y progresista que quiera sumar al proyecto de transformación nacional y estatal. Quisiéramos ver a un PT aliado de Morena. Quisiéramos ver a un Partido Verde aliado de Morena como ocurre a nivel federal, quisiéramos ver al diputado de MC cercano a López Obrador y no a los grupos de ultra derecha encabezados por Enrique Alfaro que buscan desestabilizar al gobierno de la República.
La epidemia ha cambiado por completo la forma de hacer política, hoy es difícil, si no es que imposible, hacer reuniones y recorridos como quisiéramos. Tenemos que echar mano de la tecnología para estar cerca de la gente, tenemos que ser creativos y buscar la forma de estar cerca de nuestros electores.
Ese será el reto para el último año de la LXII Legislatura, más allá de la productividad cuantitativa, para mi ha sido un honor ser parte de esta legislatura, que podemos decir sin miedo a equivocarnos, ha sido la primera legislatura en donde realmente se ha tenido que hacer uso de la política para llegar a acuerdos, antes sólo era necesario que dos partidos se pusieran de acuerdo para lograr una reforma, hoy esto no es así, y tenemos que alcanzar acuerdos entre al menos tres partidos políticos para poder reformar la constitución.
En Morena no apostamos a la parálisis, ni al mayoriteo, ni a arrasar a nuestros adversarios; en Morena, queremos construir con ellos, queremos hacer y construir consensos, queremos trabajar una agenda mínima para el último año; finalmente lo que se haga o deje de hacer en poco o en nada le repercutirán al actual gobierno en su último tramo, sino más bien impactarán en el gobierno que entrará en funciones a partir del 2021 y que todas las encuestas coinciden en señalar que será encabezado por una mujer o un hombre de Morena; por eso no nos interesa ganar batallas de corto plazo, ni nos interesa debilitar al ejecutivo estatal, por el contrario, queremos que a Guerrero le vaya bien, porque queremos que el próximo año que le toque gobernar a Morena, existan mejores condiciones que las que encontró el gobernador Astudillo cuando tomó en sus manos la enorme responsabilidad de conducir al ejecutivo estatal.
En Morena vamos por el acuerdo, vamos por la construcción, por los puentes, por el diálogo, por el respeto y por la productividad cualitativa de leyes que sean en beneficio de todas y todos los guerrerenses.