EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Seguridad, el gran reto

Arturo Martínez Núñez

Enero 28, 2020

 

 

La inseguridad en la que vivimos los mexicanos en general y los guerrerenses en particular es sin duda el gran tema a resolver.
La seguridad es quizás la razón más importante para que exista el Estado. El Estado moderno existe para que sea un tercero el que tenga el monopolio del uso de la fuerza y los ciudadanos no tengan que estar matándose los unos a los otros. Es por ello que se deposita en el Estado la facultad exclusiva de utilizar armas y otros medios de disuasión para brindar paz, seguridad y justicia.
Cuando el monopolio del uso de la fuerza deja de residir exclusivamente en el Estado, lo que resulta es un estado fallido. Probablemente no todo el Estado, no todo el país pero sí grandes extensiones de éste es donde el Estado es un mero espectador de la guerra entre grupos delincuenciales.
El país que heredó Andres Manuel López Obrador se fue deteriorando a lo largo de muchos años hasta llegar a los niveles de barbarie que vivimos todos los días.
La pregunta del millón es… ¿Qué hacer? ¿Cómo regresar a la armonía y a La Paz? ¿Cómo recuperar los territorios de los que se ha apoderado el hampa? ¿Cómo evitar que el tejido social se siga deteriorando?
Está claro qué hay que atacar las causas que provocan la delincuencia que son la pobreza, la corrupción, la impunidad y la falta de oportunidades para los jóvenes. Está claro que hay que enfrentar el problema desde su origen, pero los programas sociales darán resultado en el mediano y en el largo plazo.
El problema es ¿Qué hacemos con lo que está ocurriendo hoy? ¿Cómo fortalecemos a las instituciones locales? ¿Cómo formamos cuerpos policiales confiables, preparados, equipados y certificados? ¿Con qué recursos hacemos a un lado a los policías que dejan de ser aptos para el desempeño de su trabajo?
Qué bueno que estemos ya trabajando en el futuro pero es importante también combatir en el presente.
La tragedia que se vive en Chilapa es una más de las muchas que se viven en Guerrero. El número de grupos armados autodenominados “autodefensas” ha salido de todo control. La frontera entre los ciudadanos que legítimamente se organizan para tratar de defenderse y los delincuentes es muy delgada.
México es una gran morgue con miles de viudas, huérfanos y víctimas que han perdido familiares.
México y Guerrero necesitan un proceso de reconciliación y al mismo tiempo de medidas estrictas que devuelvan contundentemente el poder y el monopolio de la fuerza al Estado.
No podemos seguir indignándonos temporalmente en lo que esperamos a que venga la próxima tragedia.
La responsabilidad es de todos: ejecutivo, legislativo y judicial y de los tres ordenes: federal, estatal y municipal. La responsabilidad también es de los ciudadanos, los gobiernos pasan y llegarán nuevos a enfrentar los mismos problemas en condiciones peores.
Es necesario cerrar filas alrededor de las instituciones del Estado. Si seguimos cediendo espacio al crimen, llegará un momento en que los que no van a caber son los ciudadanos honestos que hoy siguen siendo la mayoría silenciosa.
Qué bueno que se siga trabajando en la prevención pero Guerrero necesita un programa especial de contención y combate a la delincuencia. Solos no podremos.