EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Seguridad pública, política de Estado

Arturo Martínez Núñez

Agosto 13, 2019

 

El pasado viernes 9 de agosto, recibimos la terrible noticia del asesinato de la compañera Bertha Silva Díaz, quien fuera candidata por la coalición Juntos Haremos Historia conformada por los partidos Morena y PES, para la diputación local por el distrito 25, con cabecera en Chilapa de Álvarez, Guerrero.
La situación de inseguridad en el país y en el estado de Guerrero, es complicada y delicada. Son muchos los factores que provocan que se pierda el Estado de derecho en una determinada región. La solución a estos problemas es multifactorial, interinstitucional, de los tres órdenes de gobierno y de los tres poderes.
Como lo hemos dicho en otras oportunidades, pretender partidizar un asunto de Estado, únicamente genera distracciones sobre el tema central, cuando en realidad lo que debiéramos de estar discutiendo no es quién es culpable, ni quién es responsable, sino cómo solucionar la grave crisis de seguridad por la que atraviesa la nación.
De poco sirven los diagnósticos, y de poco sirve saber quién comenzó o bajo el mandato de quién comenzó determinado problema, cuando lo que la ciudadanía necesita son soluciones concretas.
Poco consuelo encontrarán unos padres ante la muerte de su hijo, en un diagnóstico o en señalamientos de culpabilidad a gobernantes del pasado o del presente.
La gente lo que exige es recobrar la capacidad y el derecho de salir a las calles, de ir a trabajar y de trasladarse en las carreteras, sin miedo a ser privado de la libertad o a ser privado de la vida.
Y de esta terrible realidad, no se escapa nadie, ni empresarios, ni políticos, ni servidores públicos, ni ningún ciudadano de a pie. El problema es generalizado, las víctimas somos todos, y si seguimos sin atender el problema, tanto en sus causas como en su contención en las calles, seguiremos dando palos de ciego y dando vueltas en círculo.
La creación y puesta en operación de la Guardia Nacional es sumamente importante en la estrategia de contención, pero no será una solución mágica, ni será una solución rápida. Las causas estructurales de la violencia –la pobreza, la falta de oportunidades, la falta de inclusión social, la diferencia de ingresos entre los que tienen todo y los que no tienen nada, y otros factores similares,– están siendo combatidas por el gobierno de la cuarta transformación. Sin embargo, tampoco ofrecerán resultados en el corto plazo.
El fortalecimiento y el escalamiento de las capacidades locales, es decir, las policías municipales y estatales es fundamental para tener una estrategia de largo plazo y que se pueda revertir esta situación de manera permanente y consistente.
Dicho de otro modo, lo que no hagamos los gobiernos locales, no lo va a venir a solucionar ninguna Guardia Nacional, ni ningún súper poder, tenemos que solucionarlo nosotros mismos.
El viernes pasado tuvimos la comparecencia del primer grupo de presidentes municipales que acuden a la convocatoria del Congreso en el marco del cumplimiento de la recomendación 15VG/2018, que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitiera a diversas instituciones y poderes del estado de Guerrero, con motivo del caso Ayotzinapa.
De lo que se trata es de que el Congreso pueda tener un diagnóstico claro, un diagnóstico preciso y podamos contribuir a la solución estructural de los problemas de seguridad.
No se trata de poner en el banquillo de los acusados a los presidentes, ni se trata de buscar responsables entre los órdenes de gobierno, de lo que se trata es de que juntos trabajemos en soluciones de largo plazo. El día jueves tendremos la segunda ronda de comparecencias en donde participarán presidentes de los municipios más grandes del estado, como Acapulco, Ometepec, Zihuatanejo y Chilpancingo.
Es importante dar seguimiento a estas comparecencias, es importante hacer públicas las carencias que tenemos, es importante que todos los poderes y órdenes de gobierno tengamos claro un mismo diagnóstico, una misma lista de requerimientos y que podamos enfrentarlas para convertirlas en políticas de Estado, y no en programas de los gobiernos en turno.
La política de seguridad pública debe ser una política de Estado, no una política de partidos, ni una política de coyunturas, ni de circunstancias temporales.

@ArturoMN