EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Sí que van mal las campañas

Jorge Camacho Peñaloza

Febrero 02, 2018

El que lucha contra nosotros nos refuerza los nervios y perfecciona nuestra habilidad. Edmund Burke.

Debe reconocerse la honestidad del candidato del PRI y de la coalición Todos Somos México, José Antonio Meade, cuando sostiene que las campañas de los candidatos de los partidos van mal porque se han dedicado a burlarse y descalificarse entre sí. Meade ha criticado a Anaya que mejor se vaya a servir como guía de turistas porque habla varios idiomas descalificando así a los miles de mexicanos y mexicanas que son políglotas y trabajan en importantes corporativos e instituciones académicas, y Anaya le ha puesto el apodo a Meade de la Semana Santa por aquello de que no se sabe si va a caer en marzo o en abril, refiriéndose a que puede ser cambiado como candidato por parte del PRI. A Meade, López Obrador lo llamo señoritingo y que es el candidato de la mafia en el poder, y aquél le ha dicho que sus propuestas son sólo ocurrencias, desfasadas y agotadas. Y así el discurso de los tres candidatos, más centrados en la descalificación del oponente.
Sin embargo, el exacerbado ánimo de estos candidatos, que se suben al ring, tiene una explicación: muestran así su desesperación por no lograr subir en las encuestas, saben que están en su punto máximo y que una vez que se aprueben las candidaturas independientes y la ciudadanía sepa que estarán en la boleta de la elección presidencial, estos candidatos partidistas entrarán en la línea de descenso debido a que inevitablemente habrá una redistribución de la preferencia electoral al entrar en juego una mayor exposición, y por ende competencia, de los candidatos independientes en las percepciones del público, empezará a influir en las preferencias electorales el sentimiento de rechazo de los ciudadanos a los partidos, que representan un alto porcentaje de la ciudadanía y porque los votos duros partidistas van a la baja.
La desesperación y preocupación que exhibe el equipo del candidato José Antonio Meade es ya inocultable; la insistencia de difundir en redes sociales sus supuestas propuestas, las bondades de 20 años de trayectoria y su experiencia en el sector público como mensaje principal es ya hasta aberrante. La presentación a la carrera de sus propuestas mediante la exposición de puntos genéricos habla de que no la están pasado muy bien en sus equipos de campaña.
Igual Andrés Manuel López Obrador, a punto de la esquizofrenia empezando a hallar culpables de su derrota, sigue dando muestras del más puro pragmatismo político, aquel en el que el fin justifica los medios, aunque estos exhiban incongruencia de principios y sí mucha ambición como fue con la anexión de la ex panista Gabriela Cuevas a su proyecto, para que siguiera siendo la presidenta de la Unión Interparlamentaria, ambición pura. Y Ricardo Anaya sigue vapuleando al PAN, haciendo y deshaciendo a su antojo, cosa que muchos militantes ya no van a seguir tolerando previéndose la salida de muchos panistas que seguramente se irán a apoyar otras opciones como lo están haciendo militantes del PRD que están dejando su partido para irse a apoyar a Morena; y como su campaña no sube, tiene que subirse a la fama del niño huichol Yuawi López que pusieron a cantar para el partido Movimiento Ciudadano.
Y mientras esos tres candidatos andan en plena campaña, llevando a cabo eventos públicos para todo público no sólo para militantes de sus partidos, con propaganda pagada con dinero público, el Instituto Nacional Electoral se hace ojo de hormiga, ni los ve ni los oye, como si el órgano electoral siguiera siendo una dependencia de gobierno. Ojalá y tenga todavía un poco de ética ciudadana y sancione a estos candidatos por actos anticipados de campaña.
En la ciudadanía no se ve entusiasmo hacia los candidatos de los partidos, no hay expectativa, como que son dos lógicas y dos tiempos distintos. En medio de su día a día, la ciudadanía ya sabe que esos candidatos sólo andan haciendo promesas y auto exaltaciones, que ofrecen lo mismo con otras palabras, que lo que realmente quieren no es el bienestar de la gente sino el poder, que a quien realmente agradecen ya en los cargos no es a los ciudadanos sino a sus partidos y jefes de grupos políticos. A las encuestadoras la ciudadanía ya las toma con reserva, un tercio de los ciudadanos que llegan a ser entrevistados se niegan a dar a conocer sus preferencias electorales.
El escenario electoral sin duda va a cambiar en las próximas semanas, esta contienda ya no va a ser como las de antes, insistimos que va a ser de dos polos pero no entre dos de los tres candidatos de las coaliciones partidistas AMLO-Meade-Anaya, sino entre éstos y las candidaturas ciudadanas Margarita Zavala, Jaime Rodríguez Calderón y Armando Ríos Piter, y los principales segmentos del electorado serán por un lado la ciudadanía antipartidista y por el otro las militancias y clientelas de los partidos o voto duro partidista.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A todos los ciudadanos, que es hora de que vayan viendo a quien van a llevar a la Presidencia de la República, si a uno que representa a partidos políticos y grupos de poder o a alguien que nos representa a nosotros mismos los ciudadanos.