EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

¡Sí se puede…! y ahí está en operación

Abelardo Martín M.

Marzo 22, 2022

Como promesa de campaña en 2017 y 2018, el candidato Andrés Manuel López Obrador ofreció cancelar la construcción del aeropuerto de Texcoco y construir uno nuevo también, ya que el Benito Juárez había dejado de ser eficiente desde hace ya varias décadas. Negligencia, descuido, corrupción, impidieron que la vieja terminal aérea de El Peñón de los Baños, se modernizara y ofreciera buenos servicios. Muchos parches y aplazar la solución fueron la manera como varios gobiernos priistas y panistas paliaron o soslayaron su responsabilidad.
Hoy, a tres años del inicio de la actual administración del gobierno del presidente López Obrador, no sólo se canceló la construcción del aeropuerto de Texcoco y se cancelaron los afanes de negocio de un grupo de por sí beneficiado, y se inauguró contra todas las predicciones el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles, con amplias posibilidades de desarrollo y de crecimiento al futuro.
Para los seguidores, simpatizantes y militantes de la 4a. Transformación es fiesta, mientras para los adversarios del movimiento que encabeza el gobierno, es tragedia, y han buscado todas las formas habidas y por haber para desacreditar la obra y anticipar su fracaso. Ayer, al inicio formal de la primavera, se realizaron las primeras 20 operaciones aéreas y el país cuenta con una terminal que compite con muchas otras, de primer nivel, en el mundo.
Gran motivo para que el presidente AMLO celebre, festeje y espete que sí cumplió su promesa, mientras los miembros del Ejército Mexicano, reciben una estrella y una medalla por su buen comportamiento.
No obstante, tres años y un tercio después de haber arrancado el actual gobierno, el desgaste se advierte a través de diversos signos, lo mismo en la intensidad de los ataques de sus opositores, la virulencia de la prensa calificada de conservadora, e incluso los conflictos que empiezan a emerger de las divisiones internas; la fiesta por la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles ha dado un breve respiro a los desencuentros, pero éstos en realidad no han hecho más que empezar.
En el gobierno de Guerrero, apenas transcurre el sexto mes desde que asumió el poder Evelyn Salgado, pero la luna de miel de la mandataria ya finalizó, si se analizar con objetividad que la organización sindical de los maestros, agrupados en la CETEG, está de nuevo en las calles y en la Autopista para hacer sentir su fuerza y defender sus demandas.
El largo plantón del lunes pasado de Chilpancingo en sus principales accesos carreteros generó un caos vehicular, ante la cauta actuación de las autoridades federales y estatales, que sólo al anochecer, después de un anárquico día, intervinieron para liberar los caminos bloqueados.
Pero el daño ya estaba hecho. Hasta dos días después la gobernadora hizo su aparición para llevar a cabo un diálogo con los representantes de los profesores, pero es evidente que el desplante, sorpresivo pero a destiempo, no fue por sí mismo suficiente para desinflar el movimiento magisterial.
Los líderes de la CETEG accedieron en su momento al diálogo con la gobernadora, sin embargo la posibilidad de llegar a acuerdos no está tan fácil, y este martes está anunciada una nueva movilización callejera para reiterar sus exigencias.
El movimiento de maestros lleva más de treinta años desde que rompieron el control de la organización sindical nacional, y desde entonces tienen muy perfeccionada su estrategia de paro, movilización y presión para lograr sus objetivos.
La ciudad de Chilpancingo además les ha ofrecido, en su particular diseño urbano, la posibilidad de bloquear con suma sencillez los extremos del boulevard en que se convierte, en la zona urbana, la autopista que comunica a la Ciudad de México con Acapulco, en el tramo en que además la carretera federal desaparece para incorporarse a una sola vía.
Aunado a esto, la permisividad policial ha hecho posible que con un par de contingentes poco numerosos se estrangule el tránsito local y la circulación hacia el puerto y hacia la Ciudad de México. Un eficiente tapón, muestra suficiente para recordar la debilidad gubernamental, del estado y de la federación.
Para explicar su tardía reacción, la gobernadora Salgado argumentó que no usará la represión frente a ningún movimiento. La ciudadanía “tiene otros datos” porque si la gobernadora atiende los mensajes del magisterio, se dará cuenta de que el movimiento de los maestros la está sometiendo apenas a una primera prueba. Además de cómo se encare este conflicto, otros temas siguen dolorosamente presentes en la problemática estatal, la seguridad entre ellos.
El reciente puente vacacional permitió una ocupación hotelera en los centros turísticos del estado de más de tres cuartas partes, sin embargo, no evitó que continuaran las muertes violentas en la región, que durante ese breve lapso sumaron más de una decena. Otros pendientes se agregan, desde el irresuelto caso de Ayotzinapa, la crisis de producción en el campo guerrerense, la pobreza y la falta de caminos en la Montaña, y en general la falta de oportunidades de empleo e inclusión social.
Así que ahora tenemos un gobierno distinto, con objetivos sociales muy claros, pero la problemática guerrerense sigue siendo la misma, y no será sencillo revertirla. Obras son amores… y no buenas razones, AMLO dixit. Su gobierno ha vivido el desgaste, pero el aeropuerto Felipe Ángeles puede ser una buena bocanada de oxígeno para demostrar el cambio prometido. Ojalá en Guerrero no sólo se quiera, se entienda, sino que se vuelvan hechos, obras.