EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Siria: la paja y el grano

Jorge G. Castañeda

Noviembre 19, 2015

Los atentados en París han desatado reacciones furiosas y aberrantes a propósito de los refugiados sirios en Europa. La posibilidad de que uno de los atacantes del Bataclan haya portado un pasaporte sirio y que haya sido registrado como refugiado en Grecia y otros países en el camino desde Damasco ha justificado llamados desproporcionados en Francia, en Estados Unidos y otros países de Europa. El Estado Islámico de inmediato anunció que había infiltrado a miles de sus combatientes en el seno de las columnas de refugiados; las presiones contra la recepción de los mismos se intensifican y la xenofobia, el racismo y la islamofobia alzan sus odiosas cabezas.
Por eso conviene separar la paja del grano. Aquí hay tres temas distintos. Uno es la respuesta de EU, Europa, Rusia e Irán a los ataques inhumanos del EI. Ya escribí que en mi opinión estos países no tendrán más remedio que arrebatarle todo su territorio al EI, y que para ello será necesaria una intervención militar en tierra, seguida por una prolongada ocupación. Veremos si esta vía, deseable o no, se confirma. En segundo lugar, el tema de los refugiados involucra al EI, pero la mayoría de quienes huyen de Siria –4 millones en Turquía, Jordania y Líbano– lo han hecho del régimen de EI-Assad, aunque en tiempos recientes una proporción creciente lo hace de las exacciones del EI. Aunque la solución a largo plazo consiste obviamente en el término de la guerra civil en Siria, y en el mediano plazo en el establecimiento de santuarios bajo protección de tropas extranjeras y de ACNUR en Siria, por el momento los dirigentes occidentales deben repetir una y otra vez que los dementes del EI no necesitan a los refugiados para llevar a cabo sus barbaridades: los autores son franceses, belgas, holandeses e ingleses, y no necesitan de las columnas de hombres desamparados, mujeres y niños para llegar a París o Bruselas. Por último, está el tema del Islam, y la discusión –necesaria, dolorosa– sobre si el establecimiento del califato y el salafismo moderno de al-Bagdati es compatible con las enseñanzas del Profeta, si se nutre de las madrasas financiadas por Arabia Saudita, y si existe un Islam moderado.
Sobre refugiados: en todas partes se cuecen habas, y es preferible desecharlas. Hay mil 800 cubanos varados en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua. Después de viajar a Ecuador (donde no necesitan visas), se trasladaron a Colombia y de allí a Panamá; Costa Rica les concedió una visa de tránsito, camino a Estados Unidos. El gobierno sandinista les prohibió la entrada, sin grandes sutilezas y amabilidades. México hace lo mismo con los guatemaltecos, hondureños y salvadoreños. ¿Son migrantes o refugiados? ¿Huyen de la indudable penuria económica de sus países, o de la violencia y la represión?