EL-SUR

Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Sobre el devenir ambiental del 2021

Octavio Klimek Alcaraz

Enero 16, 2021

En estos primeros días de enero de un nuevo año, el 2021 de nuestra vida, uno empieza a analizar los asuntos más relevantes por venir. Haré algunas breves reflexiones al respecto.
En el plano internacional, viene el cambio de presidente en Estados Unidos, todo indica que Biden, su futuro presidente, tiene un compromiso abismal frente al actual presidente en los asuntos ambientales –su nombre ya ni lo quiero recordar–. Eso es una buena noticia para la naturaleza y los seres humanos. Esperemos por ello un fuerte impulso a los grandes temas ambientales multilaterales, como son el de la lucha contra el cambio climático y el de la pérdida de la biodiversidad. Esto va a significar esfuerzos importantes para desarrollar las energías limpias y renovables con el objeto de reducir emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. En el tema de la biodiversidad, México tendrá que poner sus barbas a remojar con Estados Unidos al compartir fronteras y biodiversidad. Vamos a tener que asumir mayor compromiso con temas como especies en riesgo, casos paradigmáticos serán el de la vaquita marina o cuidar de las áreas de hibernación de la mariposa monarca. Nuestra frontera común es permisiva con el tráfico de especies de la vida silvestre en riesgo, la demanda está allá, así que habrá que exigirles más esfuerzo para reducir dicha demanda. También, habrá que acabar con la construcción del muro fronterizo, que no solo daña a las personas, sino a la vida silvestre que no sabe de fronteras entre países y ahora para efectos son ilegales.
En el plano nacional, en periodo electoral la lucha por el poder sigue sin pasar por un real compromiso ambiental. El pragmatismo de las dirigencias de los partidos políticos sin excepción es de asombrar, digo las dirigencias, no las militancias que no atinan a comprender nada, ya que la democracia partidista es escasa. El incesto político y las infidelidades partidistas se conocen diariamente en los medios de comunicación. Cambian de aliados, sin importar ideología o trayectoria. Los adversarios ideológicos y de gobierno de ayer son amigos hoy. Por ello, es de espera pocos cambios en las formas de trabajar actual en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, ya no digo en el Senado, que permanece sin cambios hasta el 2024. En el legislativo, lamentablemente todavía el acuerdo político puede acabar con cualquier razón. Pese a ello, esperemos que algunas reformas positivas para el ambiente, que finalmente es una causa noble para todos los grupos parlamentarios de partidos políticos transiten. Otras, por el contrario, pueden darnos dolores de cabeza en el devenir de la política y legislación ambiental.
La administración ambiental federal ha sido históricamente la coartada para el lucimiento de los gobernantes, en muchos casos México ha sido candil de la calle y oscuridad de la casa. Por ejemplo, hemos sido buenos anfitriones de conferencias internacionales como la de cambio climático en 2010 en Cancún, o la de biodiversidad en 2016, igual en ese puerto, pese a su desastre urbanístico y ecológico, debido a los intereses del sector turístico. No ha existido conferencia ambiental internacional donde haya una delegación mexicana asumiendo compromisos para salvar el planeta. Ahora, debido a la pandemia y la austeridad gubernamental se ha frenado en mucho este tipo de reuniones, así que no espero grandes cosas en estos aspectos. Por lo menos, no podemos ahora presumir lo que no somos.
Creo que muchos de los que hablan de lo bien que ha sido la administración ambiental federal en sexenios anteriores, hablan por haber sido responsables de muchas decisiones ambientales en gobiernos de esos tiempos. Lógicamente tienen conflicto de interés en su opinión, ahora dicen que todo estaba de maravilla en lo ambiental, ni modo que digan que estaban haciendo mal las cosas, y que además estaban sujetos en sus decisiones a los grandes intereses económicos de los Atilas ambientales beneficiarios de cada sexenio, pero seguramente es como te va en la feria. Por mis años en estos asuntos ambientales, puedo asegurar que no fueron años maravillosos en lo ambiental para México, creo que su visión del país era muy pobre y se perdían en el día a día en sus oficinas centrales de la Ciudad de México. Lo que hicieron finalmente de la administración ambiental fue una oficina de trámites, y dejaron un reguero de desastres ambientales a lo largo y ancho del país.
Pero lo anterior no significa que se está necesariamente mejor ahora. Esto, debido a que hemos sido testigos de una gran inestabilidad en la Secretaría de Medio Ambiente, van tres titulares, eso no es bueno para ninguna dependencia. Se agrava esta circunstancia por la erosión en recursos humanos y presupuestales a la que ha sido sujeta en los últimos años. Muchos que llevamos una vida luchando por un cambio de rumbo en México y en el devenir ambiental nos preocupa esto. Siempre he pensado que con la salud de los ecosistemas no se juega, el virus del Covid-19 nos lo ha restregado en el rostro. Para cuidar la salud de los ecosistemas se necesitan especialistas bien formados en ciencias ambientales y ecología, que hablen ese lenguaje profesional común. Además, se requiere la infraestructura adecuada para su trabajo, laboratorios, equipos para trabajo en gabinete, para el muestreo y medición del campo. En México, usualmente no se muestrea o mide de manera sistemática y permanente, como digo en muchos casos ni el pH, los ecosistemas pueden enfermar más, y ni siquiera se sabe su gravedad. Así que, por ignorancia simple y falta de información adecuada, se pueden hacer malos diagnósticos, ser autocomplacientes y dar malos tratamientos a los ecosistemas. Además, el asunto en los ecosistemas es en muchos casos difuso, no se observa hasta que el ecosistema no puede ser salvado, así vemos ríos contaminados sin vida, lagunas y manglares extintos, tierras forestales totalmente transformadas por urbanizaciones, ganadería o cultivos.
Para que se vea lo delicado de este asunto, imaginemos al sector salud sin especialistas ni infraestructura hospitalaria para trata la pandemia. En mi opinión, debemos cuidar esto no sólo este año, sino en los que están por venir. Si se empieza a hacer así, con esa intención, con todo el compromiso, la Secretaría del Medio Ambiente del gobierno federal puede dejar de ser la dependencia del mero trámite, y ser parte de la transformación que tanto urge al país.
En otro texto seguiré con los gobiernos locales, ahora vienen cambios de gobernador en 15 estados, puede ser una oportunidad para la gente y la naturaleza en esos estados.