EL-SUR

Viernes 26 de Julio de 2024

Guerrero, México

Opinión

Taller Coreográfico de la UNAM

Humberto Musacchio

Agosto 29, 2016

En la semana se anunció la “restructuración” del Taller Coreográfico de la UNAM, institución fundada en 1970 por Gloria Contreras quien dirigió la compañía hasta su deceso a fines de 2015. No sobra recordar que Gloria fue discípula de George Balanchine y otros coreógrafos de gran celebridad, que bailó para compañías de Estados Unidos y Canadá y que por su trayectoria obtuvo numerosas distinciones, entre otras su ingreso a la Academia de Artes y el Premio Nacional de Ciencias y Artes. Para ocupar su lugar, la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM nombró, por recomendación de un presunto “consejo asesor de danza”, a un tal Ángel Rosas, persona del todo irrelevante en el ámbito balletístico. El Taller es una de las compañías más sólidas de México y para encabezarla requiere de una figura reconocida y respetada. El nombramiento, está claro, es un acto de compadrazgo, un inaceptable cochupo de ese “consejo asesor” que tan mal asesora a Teresa Uriarte, la coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, quien debió llamar a una figura indiscutible de la danza para encabezar con toda autoridad un proyecto de renovación de la compañía universitaria. Ahora, el lema del TCUNAM puede ser: “Con Rosas, aunque vayan mal las cosas” .

El Seminario del TCUNAM

Hace más de 40 años se creó un seminario de danza del Taller Coreográfico. Las autoridades de la UNAM de aquellos años consideraron que la institución no estaba en condiciones de integrarlo a la estructura universitaria e incluso el abogado general de la UNAM redactó un documento mediante el cual funcionaría mediante un patronato al que la Universidad le facilitaría un espacio, pero todos los gastos correrían por cuenta del propio seminario, con lo cual Gloria Contreras cumplió religiosamente, lo que no ha ocurrido, por ejemplo, con el equipo de futbol Pumas, que gratuitamente recibe de la UNAM estadio, canchas de entrenamiento, personal, mantenimiento y muchas otras prestaciones. Las utilidades del seminario de danza invariablemente se destinaron al TCUNAM para adquirir equipo, otorgar estímulos a bailarines y personal de apoyo, financiar concursos y exposiciones –sobre todo de fotografía–, y la edición de libros. Cuando ese dinero era insuficiente, Gloria de su bolsillo aportaba lo necesario para cumplir compromisos. De modo que hablar de “irregularidades” o de una “zona de penumbra” ofende la memoria de quien ahora, ya muerta, no puede defenderse. Seguiremos con el asunto.

La Sociedad de Grabadores

El martes 13 de septiembre se inaugura, en el Museo Nacional de la Estampa, una selección de obras de la Sociedad Mexicana de Grabadores, agrupación de artistas gráficos fundada en 1947. La investigación y curaduría de la muestra se debe a Eduardo Espinosa Campos, quien estableció 1971 como año terminal de la Sociedad, aunque lo cierto es que a mediados de los sesenta varios integrantes de esta agrupación ya hablaban de ella en pasado. Formaron parte de la AMG Mariano Paredes, Erasto Cortés, Abelardo Ávila, Julio Prieto, Carlos Alvarado Lang, Francisco Díaz de León, Federico Cantú, Carlos Neve, Feliciano Peña, José Julio Rodríguez, María Izquierdo, Raúl Gamboa y otros que llegaban a la Asociación después de separarse del Taller de Gráfica Popular, aunque también se daba el caso de que grabadores de la AMC pasaran al TGP por razones similares. Lo importante es que la Asociación Mexicana de Grabadores contó con figuras de primer orden en el arte de la estampa y resulta muy plausible que el Museo Nacional de la Estampa y Eduardo Espinosa Campos se hayan propuesto organizar esta exposición.

Más tropelías de Al Varado

Siguen los despidos en TV UNAM. Ahora, Nicolás Al Varado en sólo dos días echó de la emisora a doce empleados, la mayoría productores y realizadores, quienes tenían hasta 20 años de antigüedad, esto es, que ya trabajaban para la Universidad Nacional cuando se creó la televisora, hace 12 años. Como siempre, la única explicación que se dio a los despedidos fue que no entraban en los planes de la ya no tan nueva administración. A quienes pidieron alguna explicación más o menos racional, invariablemente se les respondió: “Ya nada será igual aquí”. Es evidente que no, pero se despide a personal de capacidad probada para seguir llenando a TV UNAM de gente de Televisa. El problema para la institución universitaria es que continúa en aumento el número de despedidos arbitrariamente y crece también el cúmulo de demandas laborales, pues los trabajadores, sean de base o de confianza, tienen derechos y las indemnizaciones acabarán costando una fortuna a la Universidad, precisamente ahora que le recortarán el presupuesto. ¿TV UNAM no es zona de penumbra?

La UAEH premia a Aznar

Como lo adelantamos aquí, en una ceremonia encabezada por Gerardo Sosa Castelán, el gran cacique de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, y por su empleado, el rector Humberto Verás Godoy, fue condecorado el neofranquista José María Aznar, heredero ideológico del generalote José Millán-Astray, el mismo que en la Universidad de Salamanca gritó: “¡Muera la inteligencia!”. ¡Qué bonito!