EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Tener claridad

Florencio Salazar

Febrero 11, 2020

Distinguen unos cuantos miles de palabras, ya sea porque la mayoría no tiene sinónimos o porque nadie ha sabido cómo distinguirlos. Gabriel Zaid.

Suelen confundirse términos que parecen sinónimos, a pesar de que cada uno de ellos tiene una definición específica y conceptualmente una narrativa distinta. Es el caso de las palabras migración, desplazamiento, refugio y asilo.
El gobernador Héctor Astudillo envió una carta aclaratoria a El Sur, a propósito de la errónea información publicada el pasado ocho de febrero. El corresponsal Jacob Morales, escribió que el presidente Andrés Manuel López Obrador había dicho que de Guerrero “son la mayoría de mexicanos que piden asilo político al país del norte”. AMLO nunca dijo tal cosa, como se puede comprobar en el video de La mañanera del día anterior, es decir, del 7 de este mes de febrero.
Y la aclaración es pertinente porque asilo significa: “Práctica mediante la cual un Estado garantiza la protección, el amparo y la asistencia de aquellas personas que han huido de su país de origen por diversas razones, generalmente relacionadas con la violación de uno o varios de sus derechos fundamentales”.
La definición sigue: “Aunque –el asilo– suele asociarse al plano netamente político, en realidad se trata de un recurso más amplio, que también engloba a quienes sufren persecución por su raza, religión, nacionalidad, pertenecer a un determinado grupo social o por sus opiniones políticas”. (ACNUR, 2020).
Según la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), migración es el “Movimiento de población hacia el territorio de otro estado o dentro del mismo y que incluye migración de refugiados, personas desplazadas, personas desarraigadas, migrantes económicos”.
El refugio se refiere “Al espacio –ACNUR– que servirá de resguardo a quienes huyen de guerras o conflictos armados y necesitan un techo urgente para refugiarse mientras esperan volver a sus hogares”.
El desplazamiento, según señala la CIDH, es el “Traslado forzoso de una persona de su hogar o país debido, por lo general, a conflictos armados o desastres naturales”. Este es nuestro principal problema, provocado por la violencia delictiva.
Como se advierte, la aclaración del Ejecutivo ha sido pertinente y necesaria. Sobre todo, porque el asilo tiene implícita la acción ilegal y constante del Estado en contra de aquellas personas que ejercen sus derechos políticos y ciudadanos. Y Guerrero, como aclara Astudillo Flores, “no tiene un gobierno represor”.
Se trata de dos errores del autor de la nota: haber acreditado al presidente de la República una declaración que nunca hizo y mencionar falsamente a Guerrero como una entidad expulsora de asilados.
Guerrero ha tenido momentos de intolerancia extrema en diferentes épocas de su devenir. Adjetivar indebidamente la acción de gobierno es calificar erróneamente. Con todas las limitaciones para afrontar los muchos problemas y requerimientos de nuestra sociedad en el periodo de la actual administración no se han producido solicitudes de asilo.
Bien dicen los doctos del idioma que, en rigor, los sinónimos no existen. Los usamos más como una convención gramatical, pues no hay una palabra que literalmente diga lo mismo que otra. Hay similitudes, afinidades y parentesco, nada más… y nada menos.
Pero al conceptualizar las palabras se adopta un criterio político e ideológico. De ahí la importancia de tener claridad sobre lo dicho.