EL-SUR

Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Termoeléctrica de Huexca y megaproyectos neoliberales: la locura de los tontos

Tryno Maldonado

Marzo 05, 2019

Justicia y verdad para nuestro compañero Samir Flores.

Del 1 al 3 de marzo se llevó a cabo la tercera asamblea conjunta del Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Concejo Indígena de Gobierno (CIG). El CNI es el espacio en el que se reúnen y organizan los pueblos originarios; tiene una historia de organización y de aglutinación de sus luchas durante los últimos 22 años por convocatoria del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). El CIG se conformó por consenso democrático desde abajo, en las asambleas de los pueblos, y nombró en 2017 a su vocera, María de Jesús Patricio, Marichuy, que recorrió el territorio nacional tejiendo las Redes de Rebeldía y Resistencia de las que miles formamos parte por todo el país y el extranjero.
Esta tercera asamblea se vuelve crucial en la historia del CNI y el CIG ante el contexto del recrudecimiento de la violencia contra los pueblos que lo conforman y los proyectos de despojo del nuevo régimen neoliberal en sus territorios –Tren Maya, Corredor Transístmico, termoeléctrica de Huexca como parte del Proyecto Integral Morelos, entre otros–, a los que CNI-CIG se oponen frontalmente desde hace años.
1).- “El gobierno federal no tenía conocimiento de que existía oposición a la construcción de la termoeléctrica”: secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Pues que lo sepa ya. Y que sepa que es una oposición nacional e internacional. Una oposición cada vez mayor. Una oposición que, a raíz del asesinato de Samir Flores –delegado del CNI, comunicador y opositor de la termoeléctrica de Huexca–, está reforzando y organizando sus rabias dignas contra éste y otros de los proyectos neoliberales de muerte que su gobierno pretende imponer.
Y este nuevo régimen debería tener algo muy presente para los años que vienen: los pueblos aglutinados en el CNI y en territorio zapatista representan el cúmulo de fuerzas y de luchas más frontal contra el capitalismo y el despojo desde hace décadas. Mientras que la llamada Cuarta Transformación, por el contrario, tiene como bastiones de sus políticas proyectos de grandes inversiones y alianzas capitalistas y megaproyectos que implican el despojo de las tierras de los pueblos. Es por ello que, para el nuevo régimen, los pueblos originarios organizados desde abajo, a los que llama “radicales”, representan el enemigo a destruir.
El 11 de febrero pasado el Frente de los Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), al que pertenecía Samir Flores, advirtió en una carta pública dirigida a López Obrador que sus declaraciones en apoyo a la termoeléctrica y su discurso de estigmatización y odio en Cuautla contra los defensores de la tierra y el agua al anunciar la consulta pública sobre el PIM, podrían desatar una ola de violencia. Samir estaba entre aquellos a los que AMLO señaló públicamente. Días después, Samir fue asesinado en su domicilio.
En palabras de Carlos González, de la coordinación del CNI, el gobierno de López Obrador no hará sino profundizar la continuidad del neoliberalismo y la subordinación de México a Estados Unidos. El asesinato de Samir, a decir de Carlos González, es el punto de inflexión, el punto de quiebre, el desenmascaramiento de un gobierno de economía neoliberal rígida antes disfrazada de “austeridad republicana”. El homicidio de Samir Flores ocurre dentro del contexto de la continuación e imposición de proyectos geopolíticos fundamentales, como la Guardia Nacional, la falsa promesa de la mitigación de la minería y la quiebra hidráulica, las zonas económicas especiales extendidas, etcétera. Lo que el gobierno de López Obrador intenta imponer es una “verdad histórica” como la que promovió Peña Nieto sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Lo que está en juego y que pone de muestra este asesinato es el destino de la vida o la muerte de los pueblos indígenas. Lo que está en juego es su extinción. Carlos González sostiene que, si bien los millones de votantes de López Obrador fueron en su mayoría la población explotada, los pactos que éste ha hecho en sus primeros meses de gobierno no han sido con ellos, sino con los empresarios y con los militares.
Intereses y dichos contradictorios. Violento en las palabras, reformista en los hechos. Un gobierno esquizoide.
2). -“Sólo a un loco se le ocurriría construir una termoeléctrica en la tierra de Zapata. Es como si construyeran un basurero en Jerusalén”: Andrés Manuel López Obrador, Yecapixtla, mayo de 2014.
Eso dijo el ahora presidente cuando decía oponerse a este proyecto de destrucción. Sin embargo, el Proyecto Integral Morelos, iniciado por Felipe Calderón en 2011 y sostenido por Peña Nieto durante su sexenio, se ha convertido en otro de los emblemas de los proyectos capitalistas que defiende a muerte López Obrador tan pronto como se apropió del poder de arriba.
Y es que…
3).-“El poder es una tentación: atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos”: López Obrador, diciembre de 2018.
El poder ha desenmascarado a López Obrador demasiado pronto. La pregunta pertinente luego del asesinato de nuestro compañero Samir Flores sería, entonces, la siguiente: ¿en qué ha convertido el poder a López Obrador en tan poco tiempo? López Obrador –citando las palabras del Subcomandante Insurgente Moisés: es un loco.