EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

LA POLÍTICA ES ASÍ

Tianguis Turístico y política turística

Ángel Aguirre Rivero

Abril 05, 2019

LA?POLÍTICA ES?ASÍ

Más allá de referirme al Tianguis Turístico México, que se celebrará en Acapulco en estos días bajo el consabido esquema de expositores-compradores, creo que es oportuno reflexionar sobre el rumbo que seguirá el país en los años venideros en materia de turismo con el nuevo gobierno federal, una vez que ya se trazó la ruta en la Estrategia Nacional de Turismo 2019-2024 en Chetumal, Quintana Roo.
Chetumal está tan lejos de Acapulco y destinos de playa como Puerto Vallarta, Riviera Nayarit, Manzanillo (por citar algunos), y tan cerca del megaproyecto del Tren Maya, anunciado por Andrés Manuel López Obrador, como las definiciones de Sectur en materia de promoción turística, que ya tienen efectos nocivos.
Las cifras muestran retroceso, y el propio secretario Miguel Torruco dio a conocer que México cayó del lugar 15 al 16 en captación de divisas.
Y no sólo es una ironía señalar la lejanía geográfica del organismo rector de la actividad turística en México, ya que luego de revisar la estrategia presentada a finales de febrero, más allá de los elaborados planes de la Sectur que encabeza Torruco, las decisiones que ha tomado en estos meses han generado dudas en la comunidad turística, ya que más allá del multicitado Tren Maya, no se conoce con pesos y centavos un proyecto netamente turístico que diversifique o consolide a otros destinos.
Por supuesto que sí es de ayuda para Acapulco el presupuesto que con toda seguridad será multianual que destinará el presidente para atender a colonias con alta marginación. Este año se invertirán en 26 colonias. Son bienvenidos.
Hay un mal sabor de boca ante la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México; la cancelación de las oficinas de promoción turística en el extranjero, la ausencia de acciones de promoción por parte de Sectur, y la mala comunicación que tiene esta dependencia respecto de sus políticas públicas para el resto del país. Detonar la región sureste de México no es mala idea, pero tampoco lo es abandonar destinos que durante décadas han impulsado el desarrollo económico del país atrayendo divisas.
Es sintomático el anuncio que hiciera la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo de conformar un organismo para mantener la promoción turística de México en el extranjero, para suplir el vacío que dejará el CPTM.
La determinación de capacitar a los funcionarios de embajadas y consulados para promover a México como destino turístico me parece un poco improvisada para cubrir el faltante de las oficinas de promoción. Las funciones diplomáticas son una cosa y la promoción turística requiere especialización, estrategia y financiamiento.
Hay que decir que aún hay tiempo de hacer correcciones, de retomar los equilibrios regionales en el Plan Nacional de Desarrollo. También se debe valorar la división en ocho macro regiones con vocación turística, anunciada por el secretario de Turismo; así como el propósito de fortalecer destinos y el mercado interno; diversificación turística y vinculación multisectorial, ojalá que no se queden en el papel.
La comunidad turística tuvo la palabra en los foros temáticos para elaborar el Plan Nacional de Desarrollo, y es importante que sean retomadas sus propuestas que seguramente llevarán a un visión equilibrada de desarrollo regional de la actividad turística.
Mientras tanto, el Tianguis Turístico regresa al lugar que lo vio nacer, y de la mano del gobernador Héctor Astudillo y la alcaldesa Adela Román, presentará un Acapulco con imagen renovada y mejor infraestructura urbana, y un gran deseo de seguir brillando como un destino turístico de proyección internacional.
A pesar del despojo que en 2011 hizo el entonces presidente Felipe Calderón de la sede del Tianguis, tras 36 años de celebrarse en Acapulco, el formato para que el evento regresara bianualmente ordenado por Enrique Peña Nieto (y confirmado recientemente por el presidente López Obrador) otorga a los tres órdenes de gobierno una pausa necesaria para trabajar de manera coordinada en un necesario relanzamiento de nuestro destino emblemático y cuna del turismo en el país.

Del anecdotario

Mi hermano Rafael Aguirre hizo su servicio social en la comunidad de Juchitán, que entonces pertenecía al municipio de Azoyú.
Dicha comunidad era habitada en más de 90 por ciento por afrodescendientes.
Recientemente, en una larga charla que tuve con mi hermano rumbo a Ometepec, me compartió algunos pasajes que hoy les transcribo.
A Rafael se le reconoce como el introductor del método de laparoscopia en el estado de Guerrero y ha fungido como presidente de la Sociedad Nacional de Gastroenterología. Como un reconocimiento a su trayectoria, narro la siguientes anécdotas:
Vivencias del doctor Rajuel en Juchitán.

(I)

Dos niños se peleaban afuera del centro de salud y uno de ellos estaba recibiendo golpes, sin casi poder defenderse. Por casualidad llegó su mamá y para animarlo de que peleara mejor, no para separarlos, le gritó: “ Juelipe chíngalo… ¿¿¿qué no eres Petatán???”. Y el niño golpeado que ya se daba por vencido y lo que quería era que terminara la pelea le replica a la mamá:
–Je… ¿y desde cuándo los Petatán son guapos? (valientes).

(II)

A una mujer con infección vaginal le receté y le expliqué muy bien cómo usar los óvulos vaginales. Regresó al término del tratamiento y me dijo:
–Gracias Rajuel, a la primera, como con la mano.
Lo que significaba que el tratamiento había sido exitoso.
–Pero al tomarme las pastillas me costó trabajo pasarla y me dolió la garganta.
Los óvulos de tamaño grande y destinados a la vagina se los tomó por vía oral.

(III)

Hubo en todo el estado una epidemia de fiebre tifoidea, y tenía un paciente muy alto y flaco, de cara inteligente y grandes ojos expresivos a quien se le conocía como Don Quijote. Ya tenía dos semanas de enfermo cuando lo empecé a tratar, estaba grave y lo iba a ver dos veces al día a su casa. Por los medicamentos se le formó una gastritis medicamentosa, entonces opté por cambiar los antibióticos por vía parenteral y los antipiréticos (para bajar la fiebre) en forma de supositorios, eso fue en la mañana. Su mamá al mediodía llegó corriendo al centro de salud que estaba en la orilla del pueblo, diciéndome:
–Rajuel: Don Quijote se está muriendo; no se le quita la fiebre, no se le quita con nada
–¿Le pusiste los supositorios?
–Ajá dos.
Yo pensé en una sepsis o una perforación del intestino que es la etapa terminal de la enfermedad. Cuando llegué corriendo a la casa (porque yo daba consulta a pie o cuando era lejos, los pacientes me llevaban un caballo, un macho o un burro para que fuera a ver a su familiar enfermo, el único Volkswagen que teníamos se lo llevaba María Del Carmen a Cuaji). Cuando llegué, vi a Don Quijote con los brazos abiertos en cruz con sendos supositorios en cada axila. Sin guantes, tuve que enseñarle que los supositorios se introducían por el ano y Don Quijote me preguntó:
–¿¿Rajuel y con esto no me vas a volver puto??!

(IV)

Cuando llegué a Juchitán, las mujeres parían en cuclillas. Si tenían problemas y no lograban dar a luz, la partera llamaba al marido para que le diera cinturonazos para infundirle valor, cooperación o entusiasmo; si no lo lograban, las colgaban de las axilas para que por gravedad bajara el bebé. Quemaban chile para que la paciente mediante la tos diera a luz y al final las manteaban, es decir con una sábana en el abdomen hacían las maniobras de una cuerda como si fuera un trompo. Si después de eso no se lograba el parto, decían:
–Ni modo hay que llevarla con Rajuel (porque a los médicos queridos y respetados no les decían doctor, “de esos hay muchos” sino tu nombre propio sin título de doctor).
Antes de mi llegada a Juchitán, ningún médico había logrado la confianza de atender un parto a una negra, después cuando adquirí prestigio obstétrico, les daba pláticas de prevención y atención del parto, para que fuera más atractiva la visita, conseguí leche y mantequilla noruega con la UNICEF y la cita era más efectiva, pues entonces les regalaba estos productos lácteos. No es presunción, en el corto tiempo que estuve, logré abatir a cero la mortalidad materno infantil que era altísima.
Los lugareños trataban a sus enfermos con los tonos, antes que llegaran conmigo “porque si a los tonos los trata un dotor se muere el animal y el hombre”. Ponían en práctica una mezcla de cantos, rezos y tratamiento herbolario de un sincretismo religioso afro-católico. Como último recurso disparaban una escopeta cuata debajo de la cama del enfermo. Si el enfermo no se curaba, recurrían a Rajuel con la convicción de que el paciente se iba a morir.

Etiquetas: Ángel Aguirre Rivero, México, Guerrero, turismo, política turística federal, Tianguis Turístico, Acapulco, cuna del turismo en el país, relanzamiento.