Gaspard Estrada
Marzo 11, 2020
Desde el pasado lunes, los mercados financieros internacionales entraron en una zona de turbulencia. Las principales bolsas del mundo, como el Dow Jones en Nueva York, el CAC 40 de París, o el NIKKEI de Tokio tuvieron sus peores pérdidas desde el inicio de la última crisis económica y financiera del 2008-2009. En América Latina, los índices de la bolsa de valores de México, el IPC, de Buenos Aires, el MERVAL, así como el Bovespa de São Paulo siguieron el mismo sendero, provocando un alud de tensión en las élites políticas y económicas de la región. Y no es para menos: la década que acaba de terminar ha sido la peor en términos de crecimiento económico de ese siglo. Por otro lado, las sociedades latinoamericanas han entrado en rebelión contra sus élites, lo que se ha traducido en un aumento de la polarización política y social. De tal manera que la llegada de un choque económico externo inesperado va a agravar este cuadro de por sí muy complejo. E infelizmente, contrariamente a lo sucedido durante la crisis de 2008-2009, los estados de la región no disponen de los recursos fiscales suficientes para poder llevar a cabo programas económicos contra cíclicos que les permitan impedir la desaceleración de sus economías.
En efecto, la gran mayoría – si no es que todos– los países latinoamericanos viven de sus exportaciones de materias primas. México, junto con una parte de los países de Centroamérica, está integrado a la cadena productiva de Norteamérica, gracias a los acuerdos de libre comercio existentes entre estos países. Sin embargo, el Estado mexicano, desde el punto de vista fiscal, vive el drama de sus vecinos de América del sur: depende de la venta de una materia prima (la exportación de crudo) para poder vivir. Sin estos recursos, México es uno de los estados de la región con el peor porcentaje de recaudación fiscal en proporción al Producto Interno Bruto (PIB): más o menos el 12 por ciento del PIB, es decir una cifra comparable a Guatemala o Haití, los países con el peor porcentaje de toda Latinoamérica. De tal manera que una caída del precio del petróleo, y de las materias primas en general, tiende a tener un impacto importante en las economías latinoamericanas como un todo. Y es exactamente lo que está sucediendo en este momento.
Desde hace quince años, más o menos, China se ha esmerado en desarrollar su presencia económica en América Latina, con vistas a aumentar su influencia política más adelante. De tal manera que en poco tiempo se ha transformado en el segundo socio comercial y en el primer inversionista de la región. Durante todos estos años, la llegada de estos capitales frescos ha permitido evitar que la región caiga en recesión. Sin embargo, la adopción de medidas sanitarias drásticas en el Reino del medio, se ha traducido en una caída de la actividad económica en ese país asiático, que hoy en día representa el 16 por ciento del PIB mundial. De tal suerte que esta disminución de la actividad económica tiene y tendrá repercusiones en el volumen de exportaciones de productos latinoamericanos hacia Asia. Por si esto fuera poco, la multiplicación de casos de coronavirus en Europa, particularmente en Italia, Francia, España y Alemania, así como en Estados Unidos, tendrá un impacto negativo duradero en la actividad económica de esos países, aumentando la lista de malas noticias para América Latina.
Si a esto le sumamos el hecho que Arabia Saudita, junto con Estados Unidos, han decidido entrar en una guerra comercial con Rusia al respecto del precio del petróleo, provocando una caída drástica de los precios de este producto, queda claro que el escenario político y económico mundial a corto plazo luce sombrío. La rapidez con la cual estos hechos se llevan a cabo no permite realizar un pronóstico de lo que sucederá en el mundo en los próximos días. Sin embargo, queda claro que estamos frente al inicio de una nueva crisis internacional de consecuencias imprevisibles.
* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París.
Twitter: @Gaspard_Estrada