EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Tixtla en elección extraordinaria

Silvestre Pacheco León

Noviembre 22, 2015

Los antecedentes

El municipio de Tixtla pertenece a la Región Centro de Guerrero con una extensión territorial de 355 Km cuadrados , que representa el 0.56% de la superficie estatal. Colinda al norte con el municipio de Mártir de Cuilapan, al sur con Mochitlán, al este con Chilapa de Álvarez y Zitlala, y al oeste con Eduardo Neri y Chilpancingo; su cabecera municipal se encuentra a 16 kilómetros de la capital del estado y tiene una altitud de 1372 metros sobre el nivel del mar.
El municipio de Tixtla tiene 84 localidades con 40,058 habitantes, de los cuales, 19,367 son hombres y 20,689 son mujeres.
El municipio de Tixtla pertenece al Distrito Electoral local 24 y para las elecciones extraordinarias se instalarán 53 casillas donde podrán votar 28,551 electores.
En poco tiempo y de manera inesperada, todos los males de Guerrero se concentraron en Tixtla.
En los años recientes fueron fenómenos naturales los que provocaron el caos. En el año 2013 se produjo el desbordamiento de la laguna Negra debido a las lluvias provocadas por los huracanes Ingrid y Manuel que inundaron mil 500 viviendas de la ciudad.
Fueron meses de sufrida lucha de los tixtlecos para sobreponerse a las secuelas de la inundación como fue la pérdida de sus casas y bienes, la proliferación de enfermedades, frente a la incompetencia de las autoridades que tardaron meses en dar con la solución para desaguar los 13 millones de metros cúbicos de agua que sobrepasaron los límites de dicho depósito natural.
Al año siguiente, en el mismo mes de septiembre, sufrieron la desaparición violenta de 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa a manos de la policía municipal de Iguala alterando el clima social del municipio.
La cercanía de la escuela normal de Ayotzinapa con la población tixtleca y el hecho de que más del 30 por ciento de los estudiantes desaparecidos fueron del municipio, explican la amplia movilización que se dio en torno a la demanda de dar con su paradero.
Los hechos hasta aquí enlistados tuvieron su complemento en el desencuentro que se dio entre las autoridades municipales y el grupo de la llamada Policía Comunitaria en torno a la problemática de la inseguridad y la violencia que genera la presencia en el municipio del crimen organizado. Todo eso haciendo constar que la alternancia en el poder no es sinónimo siempre de avance social.
Fue en el seno de la Asamblea Nacional Popular, que se reúne en la escuela normal de Ayotzinapa, en donde se planteó el boicot contra las elecciones del 7 de junio, como medida de presión para que el gobierno federal agilizara la búsqueda de los jóvenes desaparecidos.

El boicot electoral

La amenaza de boicot solamente encontró condiciones para cumplirse en el municipio de Tixtla donde las organizaciones movilizadas impidieron la instalación del 44 por ciento de las casillas que recibirían las votaciones para ayuntamiento, lo cual generó las condiciones para determinar su anulación, procedimiento que se formalizó ante tribunales con la demanda del PRD, PT y Morena.

El concejo municipal

Para atender la situación excepcional creada por el boicot electoral en el municipio impidiendo la renovación del ayuntamiento, el Congreso local intervino para nombrar un Concejo Municipal que se integró con representantes de todos los partidos políticos y de la Asamblea Popular Municipal que ocupó por sí sola el 40 por ciento de los espacios.
El ambiente político se tornó complejo desde el planteamiento mismo de las elecciones extraordinarias, pues sin haber una respuesta satisfactoria por parte del gobierno federal en torno al paradero de los normalistas desaparecidos, la postura de las organizaciones movilizadas en torno a esa demanda, se radicalizó en contra del mandato de reposición de las elecciones.
Esta situación provocó tal reacción de los partidos políticos que al principio pusieron en entredicho su participación, pues mientras algunos veían la imposibilidad real de participar, otros demandaban la presencia de la fuerza pública como garantía para realizar la campaña y la jornada electoral, pero todos a la vez coincidían en la necesidad de crear las condiciones que permitieran a los tixtlecos ejercer su derecho humano universal de elegir autoridades.
Fue iniciativa de casi todos los partidos la búsqueda de acercamiento con las fuerzas locales radicalizadas y opositoras a las elecciones extraordinarias, que se encontraron en la disyuntiva de participar en el proceso electoral o quedarse sin la representación que el congreso les reconoció en el Concejo Municipal.
Al final fructificó la negociación del partido Morena con la Asamblea Popular Municipal que casi al cuarto para las doce del último día para realizar los cambios en las planillas registradas consiguió lo que apenas unos días parecía imposible: encauzar la fuerza local de los opositores en la vía electoral para competir por el poder municipal.

La coyuntura actual

Los problemas acumulados por las secuelas de los huracanes del 2013: sectores damnificados, empobrecidos y enfermos, se han sumado a los que provocó el manejo patrimonialista de los recursos públicos por parte del gobierno municipal generando mayor debilidad institucional y menor eficacia en el tratamiento de las necesidades de la sociedad.
La inseguridad y la violencia que genera caos en la convivencia social y restringe las garantías individuales, son los temas que forman el cúmulo de problemas que quedan por enfrentar.
Sin embargo, siete días de la fecha establecida para elegir de manera extraordinaria a las autoridades municipales, las fuerzas políticas y sociales que compiten por el gobierno de Tixtla han alcanzado el primer triunfo para su municipio al encauzar toda su energía por la vía de la legalidad.
En ése sentido conviene entender la importancia de que las fuerzas sociales se encaminen hacia un mismo fin.
Si las cosas siguen como van, será la sociedad tixtleca y todos los guerrerense quienes estaremos celebrando el ejercicio del derecho humano a elegir gobernantes, eso en un municipio donde hace apenas cinco meses el coraje de una sociedad agraviada por la impunidad y la violencia se expreso en acciones contra la jornada electoral concurrente.
Para que se generaran las nuevas condiciones políticas que ahora se viven en Tixtla sucedieron hechos que hablan de cambios trascendentes que vale la pena enumerar porque son la muestra de que no todo está perdido en el complejo contexto social local y nacional.
En primer lugar anoto el logro alcanzado por los padres de los estudiantes de Ayotzinapa quienes en un esfuerzo sin par, acompañados por una amplia gama de actores y organizaciones sociales, consiguieron que el Estado mexicano reconociera sus limitaciones en la investigación del paradero de sus hijos y trajeron para toda la sociedad mexicana el aporte del GIEI en materia de investigación independiente de delitos para que se haga justicia.
Los partidos políticos y sus candidatos, por su parte, han hecho todo su esfuerzo para acercarse a la realidad del municipio, creo que lo positivo de estas elecciones extraordinarias está en que cada uno puede ver en Tixtla la compleja problemática que se vive en todo el estado de Guerrero, la cual sólo puede ser enfrentada con éxito si a partir de un diagnóstico común hay la posibilidad de un gobierno capaz de actuar coordinadamente.
Por lo pronto los partidos políticos y sus candidatos han asumido actitudes de avanzada en esta reducida campaña electoral, poniendo sus propuestas por encima de su propaganda.

La asamblea popular

La Asamblea Popular de Tixtla que es uno de los resultados organizativos más significativos de la lucha social que comenzó el 27 de septiembre del año pasado, ha tenido avances encomiables porque se mantuvo cercana al sentir de la población y se ha convertido hoy en una alternativa más de gobierno.
La negociación posterior que la APT tuvo con los partidos políticos para participar en las elecciones extraordinarias también fue de logros, independientemente de que sus integrantes hayan tomado la decisión de participar sólo con uno.
Bien decía en noviembre pasado en Acapulco el ex presidente del IFE, José Woldenberg acerca de que en la gama de partidos en México hay para todos los gustos, lo importante es tener la posibilidad de escoger al más cercano a nosotros en un clima democrático.