EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Transición ecológica en España

Octavio Klimek Alcaraz

Mayo 04, 2019

El pasado domingo 28 de abril se realizaron elecciones generales en España. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) es el ganador de dichas elecciones con 123 de los 350 diputados del Congreso de España. Así el PSOE formará gobierno con Pedro Sánchez a la cabeza, en coalición con otras fuerzas minoritarias en el Congreso, que esperemos sean de espectro de la izquierda de España, como sería el caso de la de Unidos Podemos (42 diputados), que así sumarían 165. Pero no llegan así a la mayoría absoluta (176) y necesitan el apoyo de otros partidos posiblemente regionales para gobernar.
Sin embargo, es claro que el bloque de la izquierda gana al de la derecha, que se queda todavía más lejos del gobierno: Partido Popular (66), Ciudadanos (57) y Vox (24) sumarían 147.
Ese vuelco claro de la mayoría de la ciudadanía española hacia la izquierda es una buena señal para el socialismo democrático en el mundo, el que combate la desigualdad y apela a los principios de la tolerancia, la libertad, y la justicia, entre otros. Por supuesto, bueno para los que defendemos las bases de la vida humana y la naturaleza frente a los imperativos del capitalismo del máximo crecimiento y ganancia económica a costa de la mayoría de las personas. Ahora con mayor urgencia ante los tiempos de cambio climático y la pérdida acelerada de la biodiversidad en el planeta.
Es por ello, interesante conocer el programa electoral del PSOE, que “tiene tres objetivos básicos: una economía estable basada en el conocimiento y la innovación, que incorpore la transición ecológica y la digital y que genere empleo de calidad y con salarios dignos; la reconstrucción y ampliación del estado del bienestar, atendiendo nuevas necesidades para que nadie quede atrás; y la regeneración de nuestras instituciones democráticas, lo que exige, entre otras cosas, erradicar desigualdades, y en particular la desigualdad por razón de género”. (p. 24) https://www.psoe.es/media-content/2019/04/PSOE-programa-electoral-elecciones-generales-28-de-abril-de-2019.pdf.
A continuación destaco los temas más relevantes a mi juicio que plantean impulsar al ser gobierno para incorporar la citada transición ecológica.
El PSOE se refiere con el concepto de transición ecológica a que su economía, evite graves consecuencias para la seguridad, salud pública y la sostenibilidad ambiental que se derivan de toda forma de contaminación y en particular de las emisiones de gases de efecto invernadero (p. 42).
Para ello, se comprometen a revertir la pérdida de biodiversidad terrestre y marina, y disminuir el consumo de recursos no renovables, para mantener y restaurar la riqueza de sus ecosistemas (ídem).
Asimismo, se comprometen a impulsar un nuevo contrato social, un nuevo pacto entre el capital, el trabajo y el planeta (un green new deal), que les permita hacer frente a la necesaria transición energética mediante el fomento de la máxima eficiencia en el uso de los recursos naturales, las tecnologías menos contaminantes, y de menor impacto sobre la biodiversidad, en particular las energías renovables y la creación de empleo “verde” en todos los sectores. La transición ecológica será justa, previniendo y evitando eventuales efectos no deseables en la inversión y el empleo (ídem).
Mantienen el objetivo de que en 2030 el 74 por ciento de la electricidad será renovable, con un calendario de cierre de todas las centrales nucleares: energía más limpia, más barata y más segura. Su compromiso es alcanzar, en el horizonte de 2050, el 100 por ciento de la electricidad de origen renovable (p. 43-44).
Otro compromiso es apoyar la creciente electrificación del sector transporte, estableciendo obligaciones de instalación de recarga eléctrica en las estaciones de servicio (p. 44).
Tienen el compromiso de impulsar la transición hacia una economía descarbonizada y digital en el sector de la automoción, desarrollando el Plan Estratégico de Apoyo Integral al Sector de la Automoción 2019-2025 para garantizar el futuro de un sector clave y anticipar las medidas para apoyarlo en su proceso de transición hacia un nuevo modelo de movilidad sostenible, conectada e inteligente (p. 49).
Además, se elaborará una Estrategia de Movilidad Sostenible, que dé respuesta a grandes retos como la lucha contra el cambio climático, el incremento de la desigualdad en las oportunidades de movilidad, la transformación digital del transporte, y la necesidad de planificación y eficiencia de las inversiones en las infraestructuras de transporte. Apuestan a priorizar inversiones en trenes de cercanía, y promoverán tarifas competitivas en el transporte de ferrocarril de media y larga distancia, con el objetivo de aumentar en un 30 por ciento el número de pasajeros en este medio de transporte en 2025 (p. 52). Interesante, la apuesta a los ferrocarriles en el contexto de la discusión del Tren Maya.
Existe un compromiso de desarrollar la estrategia de economía circular, que les permita avanzar hacia el objetivo de residuo cero en el horizonte 2050, usando de forma más eficiente todas las materias primas y reduciendo la contaminación. Se abordarán medidas de eficiencia para sectores clave: construcción, agroalimentación, turismo, envases, embalajes, textil, fabricación eléctrica y electrónica. Plantearen objetivos cuantificables de reducción del uso del plástico (p. 48).
Impulsarán un Pacto de Estado por la Industria con participación de los agentes sociales, que buscará dar cumplimiento al objetivo de la Unión Europea de incrementar al menos hasta el 20 por ciento el peso de la industria en el conjunto del PIB español. Para ello, aprobarán una nueva Ley de Industria, que adapte el marco regulatorio a los nuevos retos de la digitalización, la descarbonización, la transición eclógica y la globalización con el necesario apoyo de los instrumentos financieros públicos (p. 49).
Hay otros temas relacionados a la conservación de la bidoversidad, la gestión integral del agua, del campo, por citar los tradicionales. Pero sin duda los antes citados son dignos de dar seguimiento.
En conclusión, de lo que se observa es que la transición ecológica a la que le apuestan los socialistas en España no es dentro del sector ambiental, sino en los sectores económicos, que de manera tradicional se resisten a incluir la dimensión ambiental en sus proyectos.