Marcial Rodríguez Saldaña
Septiembre 08, 2016
El error de Enrique Peña Nieto de invitar a la residencia oficial de Los Pinos, lugar en donde despachan los presidentes de la república en su condición de titulares del Poder Ejecutivo y del Estado mexicano, a Donald Trump candidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos y darle un trato como si fuese un jefe de Estado, continúa teniendo altos costos en el escenario internacional y en el ámbito político nacional, de los cuales todavía no se alcanzan a ver todas sus consecuencias.
1.- En la historia política reciente del país, no se tiene memoria de que un acto de un presidente de la República haya causado tanta indignación a la inmensa mayoría del pueblo de México, incluidos algunos editorialistas que normalmente han sido aduladores del régimen autoritario. Peña Nieto ha cometido una falta de extrema gravedad al invitar a quien durante toda su precampaña y campaña ha denostado y ofendido a los mexicanos que viven en Estados Unidos, al recibirlo con mucha cortesía, transportarlo en un helicóptero oficial, guardar con exagerada secrecía su visita, todo ello con el propósito de no exponer a Trump a protestas durante su estancia en tierra mexicana.
2.- La invitación en sí misma ha sido una torpeza indigna, ya que Trump ha vociferado que expulsará a los migrantes mexicanos, que construirá un muro que pagará México para frenar la migración; los ha responsabilizado de los males que aquejan a los norteamericanos, y ello ha generado una política de odio, rencor, de racismo en contra de nuestros connacionales. Pero más grave aún fue que Peña Nieto no hiciera una defensa enfática de los migrantes, ni expresara en público frente a Trump su rechazo al muro y a que sea pagado por los mexicanos. Esto lo hizo tardíamente por Twitter, lo cual provocó la reacción de Trump al acusarlo de violar un acuerdo entre ellos de no dar a conocer públicamente este tema.
3.- Como se sabe, también compite por la presidencia de Estados Unidos Hilary Clinton, como candidata del Partido Demócrata, quien tiene una postura más moderada respecto a los migrantes, y que ante el agravio de Peña Nieto de recibir primero a Trump precisamente el mismo día en que pronunció su discurso en Arizona sobre su política antimigrante, la ex secretaria de Estado rechazó la invitación para venir a México, además por que vio el acto como un soporte a la campaña de su contrincante en detrimento de la suya, por lo que se produjo un distanciamiento entre el gobierno mexicano y la probable presidenta del país vecino del norte.
4.- Peña Nieto se metió en un callejón sin salida en el plano diplomático internacional. Si gana Hilary Clinton, la ofensa cometida por Peña Nieto de recibir a Trump para catapultarlo y poner en riesgo el triunfo de aquella, será un factor que influya en las relaciones con Estados Unidos en los próximos años. Si gana Trump, los migrantes y los mexicanos responsabilizarán en gran parte a Peña Nieto de las políticas que aplique en contra de nuestros compatriotas. Trump ha acusado a Peña Nieto de haber violado un acuerdo secreto en el sentido de no dar a conocer a la opinión pública el tema del muro, lo cual ha generado un ambiente de desconfianza a tal grado de que el magnate ha amenazado diciendo que por esta causa México no querría una guerra con Estados Unidos, a esa magnitud han llegado las cosas.
5.- En el campo mexicano, Peña Nieto se ha defendido diciendo que hizo lo correcto en invitar a Trump, y se ha dado a conocer que fue el ahora ex secretario de Hacienda Luis Videgaray quien lo convenció y quien instrumentó la visita, relegando a la cancillería mexicana de sus funciones en las relaciones exteriores. La opinión pública ha reaccionado con justa razón con gran molestia e incluso en el Congreso de la Unión algunos senadores y diputados con dignidad han criticado con determinación esta pifia internacional, han acusado de traición a la patria a Peña Nieto y han exigido que se informe con detalle respecto de esta visita que ha puesto en riesgo la soberanía nacional.
6.- Los secretarios del gabinete son empleados del Presidente, él es quien tiene la responsabilidad institucional ante el pueblo, por ello Peña Nieto es el responsable directo de este acto, a quien no le ha quedado de otra más que destituir a uno de sus preferidos como Luis Videgaray de su puesto de secretario de Hacienda y hacer reajustes en su gabinete ante la ola de críticas por la decisión de invitar a Donald Trump, quien con su viaje a nuestro país ha causado un revuelo en la opinión pública internacional y nacional. Es muy lamentable que sea un extranjero como Trump, quien con su visita haya propiciado la recomposición del gobierno y no haya sido producto de la libre voluntad de los mexicanos.
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