¿Quién querría votar por un traidor a la patria? La estrategia del partido Morena parece clara: utilizar como misil electoral el rechazo de la oposición a la reforma eléctrica promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El 5 de junio habrá elecciones y cambio de gobierno en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. Según la mayoría de las encuestas, Movimiento de Regeneración Nacional lleva ventaja en cuatro de las seis gubernaturas en disputa. Las primeras dos son las más débiles para el partido del presidente, pero Morena busca arrasar en todas.
López Obrador ha utilizado los comicios intermedios y por gubernaturas como una forma de dejar claro que la gente lo sigue apoyando y que su movimiento no sólo no ha perdido fuerza, sino que va creciendo. Sabe que no puede repetirse el descalabro de las elecciones en Ciudad de México, donde el voto se dividió: la mitad del territorio se pintó con los colores de la oposición y la mitad permaneció con Morena.
En este contexto se halla esa campaña guinda donde toman la foto de alguna o alguno de los diputados que votaron contra la reforma eléctrica, escriben su estado, su distrito y agregan el letrero “Traidor a la patria” por su sentido del voto.
Según el Código Penal Federal se impondrá la pena de prisión de cinco a 40 años y multa hasta de 50 mil pesos a la persona con nacionalidad mexicana que cometa traición a la patria.
El jueves pasado, en la conferencia mañanera, se le preguntó al presidente sobre este discurso de su partido y López Obrador lo justificó.
“Entonces, yo ya dije aquí que los Flores Magón, Ricardo, decía que el que entregaba los recursos naturales del país a extranjeros era traidor a la patria, y eso lo repetía, lo sostenía el presidente Cárdenas… Ahora, si defender a Iberdrola o a las empresas extranjeras en contra de los mexicanos no es traición, que me digan qué es”, expuso.
La oposición enmarcada en PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano festejaron como un triunfo que el domingo pasado no pudiera avanzar la reforma eléctrica, pero al día siguiente vino la aprobación de los cambios a la ley minera para “nacionalizar” el litio y junto con ello la campaña morenista de señalamiento público.
Legisladores de oposición se han encolerizado, tanto que han realizado conferencias de prensa, han publicado desplegados, han denunciado agresiones y hasta han anunciado que llevarán estos “ataques de odio” a la Organización de las Naciones Unidas, a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, a la Organización de Estados Americanos y al Parlamento Europeo.
Aunque el término de traición lo ha arropado el oficialismo mexicano, no es exclusivo de él. El 13 de abril el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, tuiteó: “La democracia da oportunidades inmerecidas a personas desleales. Hoy, Carlos Miguel Aysa Damas traiciona al PRI y traiciona a México. Ni una embajada, ni los sobornos, ni chantajes bastarán para mirar de frente a la nación que ha traicionado”. Lo soltó en referencia al entonces diputado priista que anunció su voto a favor de la reforma eléctrica propuestas por López Obrador.
Ambos grupos se han calificado de traidores a la patria, sin embargo Morena es quien lo ha realizado de manera sistemática.
¿Quién querría votar por un traidor a la patria? Nadie. Por eso la estrategia, haya sido planeada desde mucho antes de la votación o cuando se dieron cuenta de que irremediablemente perderían, podría ser la gran apuesta del lopezobradorismo este 2022, e incluso podrían retomarlo para la siguiente campaña presidencial.
López Obrador ha dicho que el candidato de Morena tendrá que presentar nuevamente la iniciativa de reforma eléctrica, lo que anticipa será un elemento básico de las próximas contiendas.
Al impedir la reforma eléctrica los opositores ganaron una batalla a Andrés Manuel, sin embargo, si no articulan una defensa consistente, les podría resultar muy cara su victoria.