EL-SUR

Viernes 03 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Opinión

Un clavo de oro para el Antropoceno

Octavio Klimek Alcaraz

Julio 22, 2023

La palabra ‘Antropoceno’ (del griego Anthropos ‘ser humano’ y kainos ‘nuevo’) fue utilizada por primera vez por los reconocidos investigadores Paul Crutzen y Eugene Stoermer en el año 2000, aunque el concepto es considerablemente más antiguo. Propusieron este nuevo término como una nueva época geológica “para enfatizar el papel central de la humanidad en geología y ecología”. Se trata de hacer énfasis en el intervalo de tiempo geológico actual, en el que muchas condiciones y procesos en la Tierra se ven profundamente alterados por el impacto humano. Este impacto se ha intensificado significativamente desde el inicio de la industrialización, sacándonos del estado estable del Planeta Tierra típico de la época del Holoceno, iniciado hace más de 10 mil años, que es posterior a la última glaciación.
Los fenómenos causados en el Antropoceno por las actividades humanas son múltiples y diversos. Dichos fenómenos, son expresados en el cambio ambiental global a través del cambio climático, la perdida de la diversidad biológica o la contaminación en general. Muchos de estos cambios persistirán durante milenios o más, y están alterando el funcionamiento del planeta Tierra que conocemos, algunos con efecto permanente. Esto repercute en un cuerpo distintivo de estratos geológicos que ahora se acumulan, con potencial para ser preservados en un futuro lejano.
El Antropoceno ha desarrollado en solo dos décadas una variedad de significados entre comunidades académicas muy diferentes. Por ello, en 2009, el organismo más antiguo e importante de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas, la Comisión Internacional de Estratigrafía (ICS por su acrónimo en inglés), en su calidad de responsable de la clasificación de las secuencias de tiempo geológicas y, por lo tanto, estratigráficas creó un grupo de trabajo para examinar la propuesta de Crutzen y Stoermer, el denominado Grupo de Trabajo sobre Antropoceno (AWG por su acrónimo en inglés; ver página electrónica http://quaternary.stratigraphy.org/working-groups/anthropocene/)
Debe señalarse que el Antropoceno no es todavía una unidad geológica formalmente definida dentro de la Escala de tiempo geológico; oficialmente todavía se vive dentro de la Edad Megalayense de la Época del Holoceno.
Con base en ello el Grupo de Trabajo sobre Antropoceno está desarrollando una propuesta para formalizar el Antropoceno. Así, en el año 2016, los integrantes del AWG decidieron tratar al Antropoceno como una unidad cronoestratigráfica formal definida por un GSSP. Esto significa el identificar un sitio especifico que sirva como norma internacional para identificar la escala de tiempo geológica del Antropoceno. Estos sitios reciben formalmente el nombre de “Sección Estratotipo y Punto de Límite Mundial”, GSSP es su acrónimo en inglés. Deben encontrarse en lugares que puedan ser protegidos de la explotación o la destrucción. A estos sitios coloquialmente en geología se les denomina el “clavo de oro”, debido a que están marcadas con placas de metal color dorado.
Asimismo, decidieron que la guía principal para la base del Antropoceno sería una señal estratigráfica de alrededor de mediados del siglo XX representativo de manera global. Esto coincidiendo con la serie de señales geológicas conservadas dentro de los estratos recientemente acumulados, que son resultantes de la gran aceleración del crecimiento demográfico, la industrialización y la globalización;
El Grupo de Trabajo ha identificado que la más nítida y globalmente sincrónica de estas señales (es decir, comenzando en el mismo momento en diferentes lugares), está formada por los radionúclidos artificiales esparcidos por todo el mundo por las pruebas de bombas termonucleares de principios de la década de 1950.
El martes 11 de julio, el Grupo de Trabajo sobre Antropoceno en el Congreso Internacional de Estratigrafía en Lille, al mismo tiempo que representantes del Instituto Max Planck para la Historia de la Ciencia en un evento en la Casa Harnack en Berlín, han anunciado después de muchos años de exploración un punto de referencia global para el Antropoceno: las capas de sedimentos en un pequeño lago en Canadá, que es el Lago Crawford. Este lago se convierte en la Sección y Punto de Estratotipo Global (GSSP) del Antropoceno. El lugar en la Tierra. donde las características definitorias del Antropoceno, incluida la lluvia radiactiva de las pruebas de la bomba atómica de la década de 1950 y otros cambios antropogénicos en el medio ambiente, son particularmente evidentes
El lago Crawford en Ontario surgió como el claro ganador de una de las competencias científicas más notables de nuestro tiempo. La selección del lago canadiense se realizó después de examinar una decena de sitios con características similares. Entre los candidatos había otro lago, núcleos de hielo, una bahía oceánica y un arrecife de coral en el Golfo de México. Finalmente, los científicos manifestaron que en Lago Crawford se pueden detectar los cambios para identificar el Antropoceno.
Así, un núcleo de sedimentos del lago Crawford, que se encuentra en un área de conservación cerca de Toronto, se convertiría en el “clavo de oro” que marcaría el comienzo del Antropoceno, la época geológica en la que la humanidad ha afectado profundamente a la Tierra. Aunque el lago tiene una superficie de apenas 2.4 hectáreas, tiene 24 metros de profundidad, lo que impide que el agua inferior se mezcle con la superior. Se formó cuando una cueva de piedra caliza se derrumbó y las aguas inundaron el agujero. Debido a que es tan profunda, la capa inferior de agua no se mezcla con las superiores. Cada verano, el lago se calienta y el carbonato de calcio se precipita, hundiéndose hasta el fondo para formar una capa blanca distintiva que sirve como marcador visual del paso de los años. Así, año tras año, las partículas se depositan en el lago y se desplazan hasta su fondo, formando capas de sedimentos que registran las condiciones ambientales de forma muy similar a como lo hacen los anillos de los árboles. Entre los contaminantes incrustados se encuentran motas de cenizas volantes, restos de la quema de combustibles fósiles, y rastros de plutonio radiactivo de las pruebas de bombas nucleares atmosféricas.
La propuesta del lago Crawford serviría como punta de lanza para el fin de esta época geológica, lo que marcaría el comienzo de la Época del Antropoceno. Posiblemente, la primera Edad de esta Época podría ser la edad Crawfordense.
La propuesta de proporcionar al Lago Crawford el “clavo dorado” para el Antropoceno ahora tiene que pasar por más votaciones dentro de la comunidad estratigráfica. Si encuentra mayorías apropiadas, la Unión Internacional de Ciencias Geológicas podría ratificar el nuevo GSSP en agosto de 2024. Así, el “Antropoceno” podría declararse una época oficial en la historia de la Tierra el próximo año.
Es necesario reflexionar, que las razones de denominar esta nueva época en términos geológicos son un llamado a cambiar el rumbo del planeta, ya que la humanidad se encuentra en serio peligro de colapsar cuando menos como civilización que conocemos.