EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Un nuevo ex gobernador tiene un pie en la prisión

Silber Meza

Mayo 21, 2019

DE NORTE A SUR

El deseo por la fama y el exceso de confianza son dos de los errores más comunes de las personas que forman parte de la delincuencia organizada. El bajo perfil y la duda es lo que les permite mantenerse fuera de los focos públicos, tanto de la autoridad como de la población en general. En el momento en que una de estas personas cae en la tentación de gritarle al mundo su falso éxito se abre un hueco en su estructura criminal que tal vez nunca pueda cerrar: inicia un hilo de ruptura que crece poco a poco, algo así como lo hace la piedra que golpea el cristal y genera un fragmento astillado que al paso del tiempo se convierte en una ranura horizontal.
Antes de ser político, el exgobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, entró a Estados Unidos indocumentado y laboró en diversos oficios, incluso barrió calles a cambio de unos dólares. Regresó a su estado a trabajar como tablajero y fue ahí donde empezó a hacer conexiones políticas con el PRI; lideró el rastro y más tarde se convirtió en diputado, donde asumió como presidente de la Comisión de la Juventud y del Deporte. Pero su verdadero crecimiento de poder se dio cuando tomó la presidencia municipal de Tepic, la capital de su estado.
El político no terminó la alcaldía, se fue para competir por la gubernatura. Hizo una campaña donde aparentó ser una persona moderna, cercana a la gente y valiente en un Nayarit con altos índices delictivos. Triunfó, y de su gabinete municipal sólo se llevó a dos personas al gobierno: Gianni Ramírez, que pasó de secretario de Obras Públicas municipal a secretario estatal, y Édgar Veytia, que dejó de ser secretario de Seguridad Pública municipal para convertirse en fiscal general. Ambos personajes fueron clave para la mega estructura de poder que articulaba el político; Ramírez controlaba los miles de millones de pesos en obras públicas, uno de los sectores más propensos a la corrupción en el mundo, y Veytia se hacía cargo del Ministerio Público, más las policías locales.
Sandoval tuvo un ascenso meteórico: en tres pasos había logrado ser gobernador de Nayarit, pero el tiempo transcurrido y las actividades no eran suficientes para acumular fortuna. No es que le fuera a ir mal: los salarios que devengó en ese lapso le brindaron la oportunidad de una vida solvente pero sin extravagancias. Por eso asombró tanto a los ciudadanos cuando decidió invitar a la prensa local a conocer uno de sus ranchos en la población de Aután: caballerizas, lago, amplio ganado, hectáreas de siembra y vivienda de lujo.
“Aquí está la muestra de que sí se puede”, les dijo a los reporteros a fines de 2012 durante una entrevista en su rancho de 17 hectáreas. El político llevó a los reporteros a las diversas zonas del terreno y presumió su rancho como un ejemplo de superación: “Cuando digo que sí se puede es porque lo estamos haciendo”.
El video titulado Muestra gobernador de Nayarit su rancho en Aután fue publicado por Nayarit en Línea y cuenta con más de 300 mil reproducciones en YouTube.
En 2017 fui varias veces a Nayarit para conocer la estructura de corrupción que había instaurado el entonces gobernador. La gente hablaba a susurros. Le tenía miedo al uso de celulares y de redes sociales. En abril de ese año publiqué el reportaje La fraternidad que se apropió de obra pública en Nayarit, donde expuse con documentos oficiales que existía una red de corrupción en obra pública que superaba los 120 millones de pesos; sabíamos que esta red no podía existir sin el conocimiento del gobernador. Apenas un mes atrás, Estados Unidos había detenido a Édgar Veytia, y lo vinculó al narcotráfico. Sus dos brazos de confianza estaban expuestos.
Más tarde, medios de Ciudad de México publicaron la existencia de este video del rancho de Sandoval, su riqueza inexplicable y sus conexiones con el narcotráfico. Al exgobernador se le iniciaron investigaciones pero ninguna prosperó.
Apenas hace unos días Estados Unidos anunció que había congelado los bienes de Sandoval en ese país y que lo acusaba de haber participado en una serie de actividades de corrupción, como apropiarse de bienes estatales y de tener conexiones con el Cártel de Jalisco Nueva Generación. A la par, el gobierno mexicano también dio a conocer que congelaría sus cuentas y que iniciaría una investigación.
Sandoval se halla en la mira de las autoridades de México y de Estados Unidos. Todo indica que es cuestión de tiempo.