EL-SUR

Lunes 22 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Una nueva sociedad rural

Arturo Martínez Núñez

Julio 28, 2020

Guerrero necesita una nueva sociedad rural. Si bien es cierto que solo algunos pocos municipios concentran el 80 por ciento de la población, el resto de los habitantes del estado lo hacen en comunidades de menos de mil habitantes.
Por lo tanto, nuestra población, nuestra sociedad, vive una parte concentrada en ciudades grandes y de tamaño mediano y otra parte en miles de comunidades rurales.
El campo es nuestro origen y debe de ser nuestro destino, la silvicultura, esto es el manejo de los bosques, debe de ser una vocación principal, Guerrero cuenta con riquezas inconmensurables en los bosques y selvas tropicales que tiene sobre todo en las estribaciones del Filo Mayor, al convertirse el agua en uno de los principales fuentes de riqueza en el nuevo siglo, Guerrero aumenta su potencialidad como generador de agua dulce, como captador de recursos hídricos gracias a sus montañas, a sus bosques y a sus selvas.
Guerrero tiene que convertirse en una potencia en la producción de alimentos esenciales como el maíz y el frijol, con los cultivos de autoconsumo y de traspatio que nos permitan producir nuestros propios alimentos y que esto se vea como un asunto de seguridad nacional y estatal y de independencia para que las tortillas, los frijoles y la proteína que llegue a nuestras mesas, no dependa de los grandes corporativos internacionales sino de la producción de nuestros pequeños y medianos productores.
Los excedentes, se deben de exportar y la agroindustria debe de ser apoyada de manera importante. Guerrero puede convertirse en un gran productor de frutales, como el banano que generan grandes dividendos, ya lo es del mango, ya lo es del café y del limón, de la copra, de la jamaica y de otros valiosos productos. Lo que nos ha faltado es tener suficientemente articulada la cadena de valor para que seamos los productores y también los industrializadores y comercializadores de dichos productos perecederos, tan apreciados en el mundo entero. Esto requiere además de la asesoría técnica y del apoyo financiero, de un esfuerzo importante de organización popular y colectiva para que podamos formar unidades de producción que sean rentables desde el punto de vista industrial. Necesitamos mecanizar el campo de Guerrero para que este sea redituable sin que esto signifique hacer a un lado a los campesinos, sino por el contrario unirlos y hacer que participen como socios de cooperativas, de sociedades anónimas, o de la figura legal que se determine y dejemos de ser únicamente productores de materias primas y no los beneficiarios de la exportación de nuestros productos.
Al bosque hay que darle un manejo adecuado, si el bosque no se trabaja, se convierte en una fuente de riesgo para los incendios forestales, el bosque debe de aprovecharse de manera racional y debe de reforestarse; aprovechando los productos forestales, pero garantizando que las próximas generaciones sigan contando con esta riqueza renovable. Es criminal atestiguar como bajan de los distintos caminos de la sierra, camiones cargados con rollos de madera la mayoría de los cuales no tienen guía, ni autorización para su aprovechamiento, por si fuera poco, lastiman nuestros de por sí deteriorados caminos rurales y el beneficio de esta explotación lo reciben personas ajenas a Guerrero. Lo mismo ocurre con productos como el mango del cual Guerrero es el principal productor y en donde nos hemos convertido en los productores de la materia prima, cuando los que aprovechan la comercialización son empresarios de Michoacán y de Colima.
Sin los bosques, sin el agua, sin el campo produciendo las ciudades se convierten en centros de recepción de la migración rural y fomentan el desarrollo de colonias populares sin servicios sin regularización de la tierra, porque la gente busca concentrarse en los centros poblacionales en donde por lo menos aspiran a tener algunos ingresos, aunque sean raquíticos, haciendo todo tipo de trabajos.
Nuestro campo está desolado, envejecido y abandonado. Muchos guerrerenses, siguen prefiriendo la opción de emigrar a Estados Unidos ante la imposibilidad de poder tener una vida digna en el campo guerrerense.
Si logramos articular al campo con el turismo y con la producción industrial, dada nuestra ubicación geopolítica estratégica, Guerrero puede convertirse en una entidad próspera.
El campo es el origen y debe ser el destino de Guerrero.