EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

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Opinión

Una segunda vuelta disputada en Francia

Gaspard Estrada

Abril 13, 2022

El pasado domingo los franceses fueron a las urnas para la primera vuelta de la elección presidencial. Y, como era de esperarse, el presidente Emmanuel Macron y la dirigente de extrema derecha Marine Le Pen, disputarán la segunda vuelta, a celebrarse el próximo 24 de abril. Lo que no estaba previsto por las encuestas de opinión es que Emmanuel Macron obtuviera un resultado (27. 8 por ciento) superior a lo previsto, por encima de los 26 por ciento que le daban los sondeos horas antes del escrutinio. Tampoco lo era el resultado de Jean-Luc Mélenchon, candidato del partido La Francia Insumisa (casi 22 por ciento), a quien se le atribuía alrededor del 17 por ciento antes de la primera vuelta.
En ese sentido, la elección confirmó la transformación del sistema de partidos de la quinta república francesa. Hasta ahora, este sistema había sido dominado por dos grandes formaciones políticas, Los Republicanos (LR), y el Partido Socialista (PS), que se habían dividido el poder desde los años 1960. A partir de 2017, esta situación cambió radicalmente.
Por un lado, el partido de extrema derecha Frente Nacional, fundado a mediados de los años 1970 por Jean-Marie Le Pen, que ya había disputado dos segundas vueltas en elecciones presidenciales (2002 y 2017), obtuvo su mejor resultado electoral en una elección presidencial –poco más del 23 por ciento de los votos. A esto, hay que sumarle una inteligente estrategia de “desdiabolización” de la figura de Marine Le Pen, que focalizó su discurso de campaña en torno a los asuntos económicos, en lugar de hablar de sus posiciones xenofóbicas, racistas, y contrarias a la Unión Europea. En este sentido, la presencia del ex polemista de extrema derecha, Eric Zemmour, en la campaña presidencial ayudó también a posicionar este cambio en el discurso de la dirigente de extrema derecha. En efecto, sus declaraciones eran todavía más radicales que las de Le Pen, lo cual mecánicamente “recentró” el mensaje político de la dirigente del “Rassemblement National” (RN-Encuentro Nacional).
Por otro lado, los partidos anteriormente considerados como “gubernamentales”, LR y el PS, fueron fagocitados por la formación política del presidente Emmanuel Macron, “La République en Marche” (LREM-La República en Marcha). De hecho, estos partidos no llegaron a obtener siquiera el 8 por ciento de los votos, cuando hace apenas 10 años habían logrado tener más de la mitad. Numerosos ministros y ex ministros, así como parlamentarios y líderes políticos regionales del PS y de LR han pasado a integrar las filas de LREM. Si bien este partido ha tenido muchas dificultades en vencer en elecciones locales, y por ende a construir una estructura territorial densa, el régimen político francés, que es presidencialista, contribuye a hacer de este partido una de las nuevas fuerzas motrices de la quinta República. Esto provocó que las elecciones legislativas que se llevaron a cabo en junio de 2017, justo después de las presidenciales, fuesen un éxito rotundo para el ex ministro de economía del ex presidente François Hollande, a pesar de su debilidad territorial.
Finalmente, el tercer actor de peso que ha emergido de esta batalla electoral es Jean-Luc Mélenchon, que llega a ocupar un rol central en la recomposición política de la izquierda francesa. Después de haber obtenido el 11 por ciento de los votos en 2012 y el 19.5 por ciento en 2017, muchos analistas pensaban que Mélenchon difícilmente lograría una votación más considerable en esta elección. Sin embargo, el ex senador socialista logró atraer en la recta final de su campaña a buena parte del electorado de izquierda, que manifestó en las encuestas su desencanto con la oferta electoral de este campo político, y en particular del Partido Socialista, que postuló a la actual alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
Ahora bien, la pregunta del millón es saber quién de Emmanuel Macron y de Marine Le Pen logrará vencer la segunda vuelta. Y contrariamente a lo sucedido hace cinco años, cuando el joven ex banquero de negocios venció con holgura a la dirigente de extrema derecha, este año el escenario es mucho más complicado. Buena parte de los electores de Mélenchon no votarán por Macron en la segunda vuelta. De tal forma que, de manera paradójica, si bien el discurso de la campaña ha estado marcado a la derecha, la clave de la elección estará en la izquierda.

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC) con sede en París

Twitter: @Gaspard_Estrada