EL-SUR

Martes 23 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Violencia política

Jorge Camacho Peñaloza

Junio 30, 2017

Los actos de violencia cometidos en la “justicia”, en la afirmación de “derechos” o en defensa de la “paz” no acaban con la violencia. Ellos preparan y justifican su continuación. Wendell Berry.

Reconocidos consultores ciertamente recomiendan que en política los mensajes negativos ya no funcionan, que las audiencias en realidad detestan la publicidad negativa, que antes solía funcionar bien cuando el público evaluaba menos la información, que hoy el público es más sofisticado o que en caso de funcionar depende del humor en que se encuentre la sociedad, la gente es más cauta ante propaganda sucia, evalúa con más valores los mensajes y, sobre todo, la personalidad de los políticos, a los que ya no se les cree.
Actualmente el estado de ánimo en Guerrero está dominado por el miedo y rechazo a la violencia que día a día se vive, la sociedad exige paz, seguridad, no quiere saber de violencia, de enfrentamientos, pleitos, muertos y sangre; rechaza todo lo que huela a violencia, está harta de ella, situación en la que un discurso violento, confrontativo, de fajador, es lo menos eficiente para lograr simpatías o adeptos.
En ese sentido, pareciera que no so suficientes los decapitados, cuerpos desmembrados, ejecuciones tumultuosas e individuales, policías muertos en emboscadas, políticos y periodistas asesinados, balaceras y persecuciones entre la delincuencia organizada y grupos civiles armados. Ser el estado más violento y que Acapulco y Chilpancingo sean de las ciudades más violentas del país, no, no es suficiente.
No es suficiente la violencia social que padecen los cientos o miles de desplazados de sus pueblos por la delincuencia organizada, entre grupos antagónicos de transportistas, comunidades religiosas, entre ejidos y pobladores por tierras comunales, entre habitantes de colonias, policías comunitarias, corrientes magisteriales y pobladores por comisarías, y entre grupos sociales inconformes contra el gobierno, no es suficiente.
Increíblemente, como si esto no fuera suficiente, militantes del PRI y PRD de Acapulco se regodean aventándose entre sí violencia verbal dando sendos ejemplo y mensaje a la sociedad de que la violencia es el modo de resolver y dirimir los problemas y las diferencias en el estado. Hasta han de creer que son merecedores de aplausos.
Echarse la culpa con florido lenguaje violento de los muertos, utilizar la muerte de una persona para generar polémica política no es lo más ético que digamos, y ue se asuma un comportamiento o estrategia ruin, tampoco para señalar malos resultados de las administraciones municipales o gobiernos fallidos con llamados a la renuncia y a un ya basta que se los han endilgado unos y otros. Ya párenle, eso es alentar la violencia y vía directa para llevar a los guerrerenses en el 2018 a la guerra político electoral. No señores políticos, se equivocan, la violencia de es la ruta. Por el delicado contexto de la violencia en el estado, el discurso violento es lo menos sensato social y políticamente, para lograr la paz ni para conseguir victorias electorales.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A los muchachos de nuestra selección, que aunque hayamos perdido con goleada demostraron buen juego y corazón, que aún y con la losa de cuatro goles, nunca perdieron la ilusión, garra y buen futbol pasa darnos la satisfacción. ¡Vamos muchachos !