Marcial Rodríguez Saldaña
Junio 14, 2006
La calificación del proceso electoral para declarar oficialmente quien será el próximo presidente de México aún no está resuelta, pues en una elección tan cerrada es necesario que se revisen cuidadosamente las casillas en donde haya impugnaciones de tal manera que no quede ninguna duda de que quien resulte ganador obtuvo realmente la mayoría de los votos ciudadanos.
1.- El Instituto Federal Electoral (IFE) a través de su Consejo General no es el órgano legalmente facultado para declarar quién es el presidente electo, esta atribución le corresponde, de acuerdo a la Constitución Federal, al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife), por ello nadie se puede declarar triunfador hasta en tanto no se desahoguen las inconformidades que ha interpuesto la Coalición por el Bien de Todos que postuló como candidato a la presidencia Andrés Manuel López Obrador.
2.- El Consejo General del IFE asumió en este proceso electoral una actitud complaciente a favor del candidato del PAN, que se vio reflejada en tolerar que el presidente Fox interviniera abiertamente en la campaña con recursos públicos para apoyar a Calderón mediante mensajes publicitarios en medios electrónicos con una promoción paralela; consintió que Fox en eventos públicos recurrentemente atacara a AMLO y se pronunciara por Calderón; dejó que se desplegara una campaña sucia del PAN de corte fascista en contra de López Obrador a quien acusaron se ser un peligro para México; en fin hubo tolerancia del IFE en estos casos lo cual puso en duda su imparcialidad.
3.- El PAN ha sido un partido que ha acudido sistemáticamente al Trife para impugnar elecciones en donde ha salido perdedor, por ello es extraño que ahora que el PRD y partidos aliados hacen uso del derecho que la ley les otorga para defender la legalidad de los votos, cuestionen el ejercicio de este derecho que tiene como único propósito revisar las irregularidades y limpiar la elección presidencial, pues todas las elecciones competidas en el mundo pasan naturalmente por este proceso.
4.- El PAN y corifeos cuestionan que AMLO convoque a ejercer el libre derecho de manifestación de la ideas y de reunión en asambleas pacíficas para informar y defender el voto, pero se olvidan que cuando el PRI les arrebataba sus triunfos o sus votos cerraban puentes internacionales en el norte del país, tomaban y algunas veces quemaron oficinas electorales, convocaban a la resistencia civil, a no pagar impuestos y hasta promovieron huelgas de hambre como la de Don Luis H. Alvarez en Ciudad Juárez; pero hoy se asustan de que haya reuniones en plazas y marchas pacíficas en defensa del voto.
5.- Se ha desplegado una avalancha bien planeada a nivel internacional, mediática, y con todo lo que está al alcance del gobierno federal, en donde Fox aparece nuevamente como incitador, para que antes de que el Trife declare un triunfador de la elección presidencial se haga creer a la opinión publica nacional e internacional que el ganador es Felipe Calderón, a sabiendas que no se ha calificado todavía la elección y que ningún candidato ha recibido constancia de presidente electo.
6.- Por la consolidación de la vida democrática de México, por la estabilidad política de la patria y por la necesidad de que todas las fuerzas políticas de la nación lleguen a acuerdos para el desarrollo del país, es indispensable que se cuenten bien todos los votos emitidos en esta elección presidencial, quizá sería absurdo que se abrieran todos los paquetes electorales, pero aquellos en donde haya duda del resultado, en donde haya impugnaciones fundadas, el TRIFE en uso de su facultad de calificar esta elección debe contar voto por voto.