Marchan padres de Ayotzinapa y organizaciones en Cdmx a 41 meses de la desaparición de los 43

Madres, padres y otros familiares, con pancartas con los rostros de José Luis Luna, Emiliano Gaspar de la Cruz, Carlos Iván Ramírez, César Manuel González, Luis Ángel Abarca y José Eduardo Bartolo, seis de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos tras los ataques del 26 y 27 de septiembre de 2014, desfilaron al frente de la manifestación en Paseo de la Reforma, este lunes, a 41 meses de los sucesos en Iguala.
A lo largo del recorrido del Ángel de la Independencia al Hemiciclo a Juárez, una vez más –como ocurre el 26 de cada mes– los padres de los 43 exigieron a las autoridades el esclarecimiento del caso y justicia para sus hijos. La manifestación inició casi a las 5 de la tarde con el grito de una de las madres: “¡26 de septiembre no se olvida, es de lucha combativa!”.
Al menos unas 2 mil personas se unieron a la protesta y algunos de los acompañantes fueron la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), alumnos y profesoras de la Universidad de Chapingo, habitantes del pueblo de Atenco e integrantes del Frente Popular Francisco Villa, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y de los sindicatos de electricistas y telefonistas. También, alumnos de la UNAM y ciudadanos simpatizantes del movimiento.
La banda de guerra Halcones Dorados, de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, también se colocó a la cabeza de la manifestación, mientras la consigna emblemática de este caso no paraba de escucharse: “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.
Cuando las padres y madres llegaron al antimonumento de los 43, en Paseo de la Reforma y la avenida Bucareli, se nombró a cada estudiante, se demandó que se investigue a los elementos del Ejército del 27 Batallón de Infantería y se solicitó, de nueva cuenta, el análisis de la localización y los contenidos de los teléfonos móviles de los normalistas desaparecidos.
En el Hemiciclo a Juárez en un mitin, Felipe de la Cruz, vocero de los padres de los 43, y Javier González, secretario general del Comité Estudiantil de la Normal de Ayotzinapa, anunciaron que los días 17 y 18 de marzo se efectuará una convención nacional que convocará al debate a todas las organizaciones interesadas en el tema de los desaparecidos.
“Existe una campaña de desprestigio, acusan a padres y abogados de ser narcotraficantes, que formamos parte de Guerreros Unidos. Mentira. Nuestra lucha es para que se haga justicia. Hicimos una caravana por 14 estados y anunciamos que el Estado no ha dicho quién se los llevó”, manifestó en su participación el estudiante Javier González.
Tras una intervención de la banda de guerra, Felipe de la Cruz indicó que los estudiantes normalistas “no son vándalos, en las escuelas rurales se forman profesionistas”.

Sin descanso

Esta es la segunda manifestación en el año de los padres de los 43, quienes viajan cada mes de Guerrero a la Ciudad de México para exhortar a las autoridades a resolver el caso. “Son 41 meses y es muy triste que este gobierno no pueda dar solución. Seguimos juntos para exigir la verdad al Estado, que se castigue a los responsables. No vamos a parar. El gobierno no se puede investigar a sí mismo”, dijo en la entrevista con El Sur Maximino Hernández Cruz, papá de Carlos Lorenzo Hernández Muñoz, de 18 años en septiembre de 2014.
“Se requiere que se sigan las cuatro líneas de investigación de los expertos –añadió, en referencia al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que planteó indagar la participación del Ejército, de la policía de Huitzuco, los teléfonos celulares de los estudiantes y el trasiego de drogas en autobuses de Iguala a Chicago–. Ángel Aguirre, el ex gobernador de Guerrero, camina por las calles. Él sabe lo que pasó esa noche. Les pedimos que no nos dejen solos. Para nosotros es triste recorrer el país sufriendo hambre, frío, pero nuestra riqueza son nuestros hijos”.
María de Jesús Tlatempa Bello, mamá de José Eduardo Bartolo –quien cumplía 19 años en 2014–, vino de Tixtla. “El gobierno no ha querido esclarecer. Puede hacerlo, pero prefiere apostar al olvido e impunidad –insistió a El Sur–. No podemos permitir que esto quede como el 2 de octubre de Tlatelolco. Se nos avecina la Ley de Seguridad Interior y va a aumentar la represión a estudiantes, líderes sociales, manifestaciones. Estamos preocupados. No quiero que otra madre o padre sufra lo que nosotros”.
La ambición de su hijo, recordó apresadumbrada, consistía en ser maestro rural: “Seguimos en esto y debemos dejar nuestras familias y trabajos. Pero no nos echamos para atrás. Hay que ser fuertes, detener este problema. No vamos a vender a nuestros hijos”.
El normalista Javier González adelantó que a mediados de marzo se efectuará una reunión amplia en la que “se aglutinarán organizaciones sociales y colectivos solidarios con los 43. Será un esfuerzo para crear resistencia”.
Desde el 26 de septiembre de 2014, continuó el líder estudiantil, la Normal de Ayotzinapa no ha vuelto a ser la misma: “Quedó inestable. Algunos de los 43 pertenecían a los equipos de futbol, la rondalla, la banda de guerra. Intentamos que la Normal regrese a ser la de antes. Que vuelvan a tener vida los talleres, los clubes culturales y el trabajo en las tierras. Los estudiantes seguimos con los padres también. Pero sí, todo ha sido muy difícil luego de ese 26”.