Ausentismo de trabajadores a centros de salud retrasa la transición a IMSS-Bienestar: Aidé

La secretaria de Salud estatal, Aidé Ibarez Castro, en la entrevista Foto: El Sur

Ramón Gracida Gómez

La secretaria de Salud estatal, Aidé Ibarez Castro, aseguró que encontró un sistema de salud que no era eficiente para garantizar la vida de los guerrerenses, pero presumió las obras que se han realizado en las distintas regiones del estado en el año y medio que va del gobierno de la morenista de Evelyn Salgado Pineda, y las que faltan por hacer con recursos de la federación, con quienes trabaja para la transición al IMSS-Bienestar y tener servicios de salud “como Dinamarca” en un tiempo máximo de dos años.
En entrevista con El Sur, aseguró que los centros de salud en Guerrero sí cuentan con personal contratado. El problema es que los trabajadores no acuden a los lugares donde fueron asignados, y esta situación ha retrasado la transición al IMSS-Bienestar. Por ello, la dependencia que encabeza implementa una “estrategia de persuasión y convencimiento para que los médicos contratados cumplan al pueblo”.
Afirmó que no es cierto que haya desabasto de medicamentos en los hospitales, que esta información la transmiten los médicos y las enfermeras a los familiares de los pacientes, pero “lo que falta es que vayan a ver el almacén”. Tampoco se cobran los medicamentos y si persisten los cobros es porque es “negocio, no se puede vender el medicamento, tiene que dárselo al pueblo y eso parece ser que es la dificultad”.
A lo largo de la entrevista que se realizó en el restaurante Casa de Tere del fraccionamiento Costa Azul de Acapulco, la también catedrática de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) y militante de la izquierda histórica, fue reacia a ahondar en el tema de los trabajadores, en particular sobre el sindicato y su líder, Beatriz Vélez. Era viernes, dos días después del operativo en el hospital de El Quemado, del que Ibarez Castro dijo que no fue informada y se enteró por los medios, como lo publicó este periódico en su edición de este sábado.
Se le cuestionó sobre las quejas de los trabajadores de salud, quienes mencionan la incertidumbre que prevalece en el traspaso al IMSS-Bienestar. La funcionaria estatal respondió que está reactivando el sistema de salud con nuevas obras, pero “si nosotros nos dejamos llevar por lo que ustedes llaman queja del personal y eso, ¿qué es más importante? El trabajador, ¿qué dice?: no quiero trabajar, no quiero ir, me quitan mi permiso, me quitan no sé qué, lo que él quiera porque tiene trabajo en varios lugares, que es entendible, tuvimos una crisis económica, todavía la tenemos”.
Con base en lo que ha visto en comunidades de Cochoapa el Grande, Ibarez Castro dijo que “la sorpresa es que todas esas casas (de salud) tienen personal contratado y no están ahí: médico, enfermeras, promotores, trabajadores sociales y no estaban ahí”. Ante ello, la secretaría de Salud está implementando “una estrategia de persuasión y convencimiento para que los médicos contratados cumplan al pueblo, vayan ahí”.
Precisó que en el estado 878 centros de salud cuentan con médico y 126 no. También hizo cuentas de cuántos trabajadores de salud hay en Guerrero: son 27 mil 991 para mil 72 unidades médicas, incluyendo hospitales y otros inmuebles, “o sea, Guerrero tiene soluciones y cuando un problema tiene soluciones, deja de ser un problema. Este problema tiene que dejar de ser un problema, la carencia de personal, porque los tenemos contratados”.
Indicó que “no tenemos carencia de personal, tenemos por lo tanto como estado, como sociedad guerrerense, cumplir en lo que nos contratamos para todas estas unidades que ya se contrató personal. No veo el mal que le estamos haciendo a un trabajador pidiéndole que se vaya a trabajar donde se contrató, donde él decidió contratarse, donde está cobrando, no se le ha descontado, está cobrando”.

“Salud como en Dinamarca”

–¿Esta situación de los trabajadores ha retrasado la transición al IMSS-Bienestar?
–Claro que retrasa, pero no es un obstáculo como tal porque hay soluciones.
En cuanto a la transición al IMSS-Bienestar, explicó que este Organismo Público Descentralizado (OPD) de la federación “va a “tener el control de todos los consumibles de la administración, de lo que se consume dentro del hospital: medicamento, pero al medicamento hay que tenerlo en una farmacia para que cuando vaya el paciente con la receta que le dio el médico, surta y sea el paciente el que sale con el medicamento a su casa. El paciente, no el médico”.
Se le mencionó que van ocho meses de IMSS-Bienestar en Guerrero -desde noviembre del año pasado-, y rápidamente Ibarez Castro dijo que no, que el convenio con la federación se firmó apenas la semana pasada y las mesas de traslado comenzarán el 4 de julio.
Detalló que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) entró en 2022 al estado “como una institución de la administración financiera de los recursos federales para poder aportar a estas obras. Ése fue el papel de Insabi, o sea, fue manejar este recurso, pasarlo al gobierno del estado para la operación de estos servicios, de esta infraestructura que van a dar servicios. Ése fue el papel del Insabi, el manejo de los recursos para estas obras para que quedaran listas para los servicios. Ahora entra el IMSS-Bienestar para operar los servicios: atención médica, atención quirúrgica, atención a enfermos dentro del hospital”.
­–¿En cuánto tiempo estiman consolidar el sistema de IMSS-Bienestar?
­–Pues mira, la otra vez me hicieron una entrevista y yo les planteé que podemos llegar a consolidar nuestro sistema de salud en bien de todos los guerrerenses en un año y medio a dos.
­–¿Vamos a ser Dinamarca?
­–Sí, no vamos a ser Dinamarca, vamos a tener las atenciones médicas como las que tiene las personas de allá. Que tú traes un apendicitis, te lleva tu familia al hospital, te recibe la enfermera, te mandan hacer tus exámenes de laboratorio ahí mismo, te valora el cirujano y te sube al quirófano, te resuelve el problema, subes a las salas de cirugía donde se recuperan los pacientes y donde puedas salir caminando y te lleve tu familia a tu casa. Ése es el servicio de Dinamarca, ése es el que queremos para cada uno de nosotros. ¿Quién quiere un servicio contrario a eso?

Vendrán más médicos cubanos

Agregó que el nuevo sistema de salud federalizado implica traer a especialistas cubanos y residentes de especialidades a los hospitales para tener suficientes recursos humanos que satisfagan las necesidades de las personas que lleguen por temas de salud. “Cero cobro y cero rechazo”, recalcó y si los cobros persisten es porque es “negocio, no puede vender el medicamento, tiene que dárselo al pueblo y eso parece ser que es la dificultad”.
Aseguró que “no hay desabasto, tenemos un 88 por ciento y queremos llegar al 100 con nuestra gobernadora, que ha dado bien la instrucción. Por eso necesitamos que empiece a funcionar todo como el sistema nacional de salud. O sea, la empresa Birmex va a ser la encargada de llevar los medicamentos a todas las unidades”.
La secretaria de Salud indicó que la información de que no hay medicina en los hospitales la dan los médicos y enfermeras a los familiares de los pacientes, pero “lo que falta es que vayan a ver el almacén”.
En cuanto a las protestas de los trabajadores en diversos hospitales de Guerrero, dijo: “el sindicato es una institución que tiene condiciones generales de trabajo en la institución, como en cualquier institución. Ellos se tienen que manejar como dice ahí, en la relación de patrón-trabajador. Nosotros, desde la gobernadora y yo, respetamos mucho las condiciones generales de trabajo porque es el instrumento legal para tener una buena relación. Pero si la otra parte tiene otra visión, otro enfoque, yo ya no me puedo inmiscuir en eso”.

Encontró carencias en medicamentos e infraestructura

A un año y medio del gobierno morenista, Ibarez Castro contó que encontraron múltiples carencias, de medicamento, equipamiento y mantenimiento en los inmuebles, incluso “los centros de salud necesitaban una remodelación desde el impermeabilizante porque cuando llovía se filtraba el agua, caía en los pocos muebles que había, los expedientes se ponían en riesgo y era una situación que había que resolverla urgente”.
La secretaria de salud enumeró de forma descendente las diez principales causas de muerte en Guerrero en 2022: Covid-19, enfermedades del corazón, diabetes mellitus, tumores malignos, neumonía por influenza, enfermedades cerebrovasculares, enfermedades del hígado, accidentes, agresiones u homicidios y la décima es insuficiencia renal.
Dijo que que estas causas de muerte demuestran “que no había un control”. Más allá de la pandemia, las enfermedades del corazón, del hígado, la diabetes, la neumonía y la insuficiencia renal son la prueba, adujo, de “que el sistema de salud no era eficiente para garantizar la vida de las personas que tuviesen estas enfermedades”.
El retrato más claro para Ibarez Castro de cómo encontró el sistema de salud en el estado es el hospital de cancerología ubicado en la avenida Ruiz Cortines, que “tiene toda una torre que aún no se terminó y eso limita las atenciones para la población que está demandando esos servicios. ¿Qué pasó en esa torre? Quedó abandonada y ahora estamos tratando de obtener el recurso para sacarla adelante. Por decir algo de tu pregunta, ¿cómo estaba el sistema de salud? Ahí está cancerología, si ustedes caminan por ahí, verán que toda una torre quedó abandonada, el material se caducó y nunca se terminó y en este momento es uno de los proyectos que viene para los seis meses que hacen falta”.
Es un “ejemplo como un monumento a como recibimos muchas unidades. Una vez reparándola, una vez teniéndolas funcional, pues vienen a disminuir lo que les acabó de decir de la mortalidad”, aseguró.
Apoyada con una hoja que enlista las obras en infraestructura, la secretaria de Salud resaltó el banco de sangre de Tlapa, la rehabilitación de unidades médicas con un costo de de 58 millones 268 mil 37 pesos, y otras construcciones terminadas como la Unidad de Hemodiálisis de Ometepec, otra en San Luis Acatlán, así como un hospital comunitario en este municipio y en Olinalá, con un valor de 35 millones 948 mil 864 pesos. Pero la mayor inversión son los 165 millones de pesos que ha costado el mantenimiento de los hospitales de Acapulco, Zihuatanejo y Tlapa.
Se le preguntó si se construirá un nuevo hospital en el estado y respondió que después de las inversiones que mencionó, se construirán tres unidades de hemodiálisis “con todos los consumibles pagados por un año con tres sesiones a cada paciente de los que no tienen seguridad social, les da 15 años de vida. Sostener esas clínicas es un proyecto a futuro”.
Recordó el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador de la construcción de un hospital en Tlapa con el dinero de la venta del avión presidencial y también destacó una futura clínica de hemodinamia, probablemente ubicada en el hospital de Ciudad Renacimiento en Acapulco, necesaria porque “si le da un infarto a cualquiera, tenía que llegar a México, a Cuernavaca y si no alcanzaba a llegar te tenías que morir a fuerzas”.