Desplazan a 50 familias enfrentamientos entre La Familia Michoacana y Los Tlacos en Apaxtla

 

Iguala

Enfrentamientos constantes que se han dado desde la semana pasada entre miembros de los grupos criminales La Familia Michoacana y Los Tlacos provocó el desplazamiento de decenas de familias de las comunidades de Santa María, La Laguna, El Querengue y Texocotla, municipio de Apaxtla, quienes se refugiaron en la cabecera municipal, así como en Cuetzala y Teloloapan.
Se informó que hace unos 15 días, efectivos del Ejército catearon la casa del alcalde de Apaxtla, David Manjarrez Miranda, ante la versión de que estaba dando resguardo los líderes de La Familia Michoacana, los hermanos Jhonny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, El Pez y El Fresa, pero que no fueron hallados.
Se reportó que el jueves, derivado de los enfrentamientos, al menos siete jóvenes heridos de bala, presuntos integrantes de La Familia Michoacana, fueron llevados a clínicas de la cabecera municipal de Apaxtla para ser atendidos.
Este lunes en una llamada telefónica, un vecino de Apaxtla informó a El Sur, que ha habido enfrentamientos desde la semana pasada entre miembros de Los Tlacos y la Familia Michoacana en pueblos de la ribera del Balsas, en límites de este municipio y Heliodoro Castillo.
Contó que el jueves llegaron siete heridos de bala a clínicas de Apaxtla, jóvenes de 17 a 21 años, identificados como miembros de La Familia Michoacana, con uniformes camuflados como militares. Los atendieron y no hubo muertos.
Dijo que en Apaxtla supieron que ha habido muertos en esos enfrentamientos que han sido levantados por el Servicio Médico Forense (Semefo), pero no se da información de cuántos ni a dónde los trasladan. También saben que los heridos de Los Tlacos, sus mismos compañeros se los llevan para que sean atendidos en su municipio.
De acuerdo con la versión del también miembro de la autodefensa del Movimeinto Apaxtlense Adrián Castrejón (MAAC), quien pidió la reserva de su identidad, contó que hace unos 15 días, efectivos del Ejército realizaron un cateo en la casa del alcalde reelecto por Movimiento Ciudadano (MC), David Manjarrez Miranda, ante la versión de que “ahí tenía escondidos a El Pez y al Fresa”.
Según esta versión, dijo, cuando llegaron a catear la casa del edil, ubicada en la calle Constituyentes del 57 en el centro de la cabecera municipal, les habrían dado el “pitazo” a los capos y lograron escapar. Indicó que de ahí lo habrían llevado a Oxtotitlán, Teloloapan, y posteriormente los sacaron con la protección de un fuerte convoy de hombres armados a bordo de varias camionetas por los cerros hacia el poblado de Los Limones, “el cateo fue durante el día y mucha gente se dio cuenta del cateo”.
En las declaraciones ofrecidas ayer, dijo que tienen la versión de vecinos que ese grupo en el que van los principales líderes de la organización La Familia Michoacana habrían llegado a la comunidad de Los Limones, pueblo de Apaxtla que ya quedó sin habitantes desde hace muchos años, ubicado cerca de San Felipe del Ocote, justo en la zona limítrofe con Arcelia.
De acuerdo con el comunitario, debido a los constantes enfrentamientos que se han dado, y que los miembros de la Familia Michoacana han obligado bajo amenazas a los habitantes a darles de comer, beber y usarlos para realizar vigilancia en caminos y carreteras, los integrantes de Los Tlacos “los invitaron como estrategia” a salirse de sus comunidades asentadas en los límites entre Apaxtla y Heliodoro Castillo para no quedar en medio de los dos grupos y evitar que muera gente que no está involucrada en esta disputa.
Según esta información, fueron alrededor de 50 familias, unos 200 habitantes de las pequeñas comunidades asentadas en la ribera del río Balsas como Santa María, La Laguna o Lagunita, El Querengue y Texocotla aceptaron salir y refugiarse temporalmente con familiares o conocidos en las cabeceras municipales de Apaxtla, Cuetzala y Teloloapan, “dejaron los pueblos solos desde hace como cuatro días”.
Informó que en el municipio sigue habiendo vigilancia con una base de efectivos del Ejército y Guardia Nacional, y se mantiene en una “tensa calma” por los constantes rumores de incursiones de civiles armados de La Familia Michoacana, “la gente ya casi no sale, el municipio se ve como abandonado, como desierto en el día y en la noche”.