Revelan alcaldesas del estado los retos de hacer política y gobernar sus municipios

La presidenta municipal de Tlacoaschistlahuaca, Saraí Pineda Arce -al micrófono-, y las de Benito Juárez, Glafira Meraza Prudente, de Juan R. Escudero, Diana Costilla Villanueva, la presidenta de la organización 50+1 Guerrero, Guadalupe Gómez Maganda, y las también presidentas municipales de Xalpatláhuac, Selene Sotelo Maldonado, de Xochistlahuaca, Aceadeth Rocha Ramírez y de Eduardo Neri, Sara Salinas Bravo, ayer durante el foro Mujeres Gobernando Municipios Foto: Jesús Eduardo Guerrero

Lourdes Chávez

Chilpancingo

La alcaldesa de Xalpatláhuac, Selene Sotelo Maldonado, denunció que el gobierno estatal sigue pasivo ante la violencia y amenazas de la policía comunitaria en la cabecera municipal, no sólo contra ella sino contra la ciudadanía, en el conversatorio Gobernando Municipios que organizó el colectivo 50+1 de mujeres en política.
Las alcaldesas de San Jerónimo de Juárez, Glafira Mereza Prudente (Morena); de Juan R. Escudero, Diana Costilla Villanueva (PRI); de Eduardo Neri, Sara Salinas Bravo (PT); de Tlacoachistlahuaca, Saraí Pineda Arce (PRD); de Xohistlahuaca, Aceadeth Rocha Ramírez, y Xalpatáhuac, Sotelo Maldonado (PRI), hablaron de diferentes violencias políticas y obstáculos que han enfrentado, en el marco del Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer.
Sotelo Maldonado, obligada a despachar fuera del Ayuntamiento pese a las sentencias que confirman acciones de violencia política de género en su contra, señaló que desde que se lanzó la candidata, le cerraron el paso a los pueblos con policías comunitarios, y un día antes de la elección armaron una balacera para que la población no saliera a votar.
“Llevo un año fuera del palacio municipal, donde fui corrida a balazos y golpes. Aún tenemos miedo de entrar ahí, esperamos el estado, y la gobernadora que es mujer y las legisladoras que pongan los ojos en Xalpatláhuac”.
Aclaró que la violencia no sólo es contra ella sino en contra de todas las mujeres que encarcelan y las obligan a hacer trabajos forzados, y la población con cobros de cuotas. “Sigue en la impunidad, no tenemos condiciones de dar seguridad, no tenemos policías, no tenemos armamento. El estado permanece pasivo ante lo que ocurre en Xalpatláhuac”.
De las asistentes recibió muestras de apoyo con aplausos y a coro la frase: “no estás sola”, cuando reconoció que tienen miedo por ella y su familia.
En declaraciones, informó que fue hace unos días a la cabecera municipal con el subsecretario de Asuntos Políticos, Oscar Chavéz, para revisar las condiciones de seguridad, “no me bajé de la camioneta, al llegar estaban ahí los comunitarios apuntando. Me recordó el 25 de octubre, estuvimos un rato, había una movilización de taxis color naranja que comenzaron a cerrar acceso”.
Recordó que Edmundo Delgado Gallardo y los policías comunitarios que lidera, dijeron que “nos tiene preparada una sorpresa y que mi familia no puedeentrar a la cabecera”.

Madre, jefa, cacique, la edil de Xochistlahuaca

No sólo la presidenta de la organización 50+1 en Guerrero, Guadalupe Gómez Maganda, moderadora, reconoció a la cuatro veces alcaldesa de Xochistlahuaca, y cuatro veces diputada local, Aceadeth Rocha Ramírez, como una institución de la política de Guerrero.
La alcaldesa de Tlacoachistlahuaca, Saraí Pineda Arce, señaló a Chade, así la llaman en la región, como su primer referente de una gobernante.
Gómez Maganda destacó su récord de reelecciones en el país, por su compromiso social, “si Aceadeth no hubiera dado resultados, no estaría donde está, hemos constatado el cariño y el respeto que tienen, es como la madre, la jefa, la cacique (para sus detractores), la reina; es la presidenta municipal de Xochistlahuaca”.
La cuatro veces alcaldesa por el PRI, recordó que su primer empleo como promotora cultural bilingüe observó a el traslado caminando de una mujer con complicaciones de parto, “en ese entonces no había calles pavimentada, llevaba a mi hijo Jonathan que lo tuve a las 16, 17 años, quise ser presidenta municipal para pavimentar todas las carreteras, no es posible que una mujer se muera porque la partera no pudo sacarlo”.
Incursionó en la política en 1986, donde sólo había hombres, en 1991 recibió la primera postulación a través de una elección interna, y después de ganar la contienda la mayoría de las asistentes en las reuniones en su municipio eran mujeres, destacó.
En ese periodo, recordó que los profesores abandonaron las aulas, y ella decidió contratar maestros para que los niños no se quedarán sin clases, “eso causó problemas y peleas donde se sacaron sangre”.
Por la presión, el gobernador le dijo, “entrega tu licencia, ya no aguanto a esa gente. Le digo, ‘mire la voy a entregar porque usted me la pide, pero los votos se tendrían que respetar’.
En 1995 volvió, y sólo tuvo dificultades con dos comunidades mixtecas “no les gustó lo que les dije, de que no dejaban participar a las mujeres. En el resto de las comunidades amuzgas tenía el apoyo de las mujeres que están empoderadas en el matriarcado. Ahí manda la mujer”.
Ganó en 2015, y perdió la reelección de 2018 que coincidió con la elección presidencial.
“Digo: no, vuelvo otra vez. Acuérdense que en la pandemia de Covid, estaba muriendo mucha gente, en un mes entregué 200 cajas (ataúdes), y con hijos llamamos a médicos (particulares) porque en los centros de salud no había personal ni medicamentos. Cuando la población iba con el alcalde a pedir ayuda, los regañaba y los enviaba con ella. Así ganó en 2021, con una diferencia de 3 mil 600 votos.

Glafira Mereza

Glafira Mereza Prudente de San Jerónimo compartió que contendió en 2018 por la alcaldía, con temor por los prejuicios, al ser una persona de bajos recursos, mujer, joven, embarazada.
Aunque su municipio es el segundo más pequeño del estado, aclaró que fue a parir a la ciudad de México y regresó a trabajar como censadora, para seguir trabajando en el proyecto nacional.
En la contienda de 2021, reconoció que conseguir la candidatura fue más difícil, porque en el territorio el trabajo estaba dado, puso todo su empeño, incluso con temor de enfermar y dejar dos hijas huérfanas.
“No sé de dónde sacamos fuerzas, cuando parece que ya no hay. Puedo decir que vale la pena reducir la brecha de desigualdad, porque cuando una mujer ocupa un espacio público, avanzamos todas”.

Diana Costilla

La presidenta de Tierra Colorada, Diana Costilla Villanueva, recordó que su papá trató de ser alcalde del municipio, y sólo quedó endeudado. “A mi madre le toca la deuda, vendió jugos, tortas”.
“A corta edad, supe que antes de aspirar, tenía que ahorrar, tener equipo, estructura, conocer las bases de la política y ser profesional”. Salió del estado por estudios y empleo, aunque estaba preparada, su primer trabajo en el municipio fue de policía, donde fue certificada, “y no me arrepiento, por que fue lo más significativo.
En 2002 fue dirigente juvenil de su partido, “no sabía que el PRI acaba de perder una gubernatura y había mucha desbandada, los que estaban se criticaban entre sí”.
Con las nuevas reglas de paridad, ganó en 2015 una regiduría con 418 votos, “pasamos de panzazo”.
En 2014 se aprobó la reelección, compitió por la alcaldía, que ganó hasta 2018, “logré ser presidenta, me enfrenté a temas de machismos, de los hombres que siguen tomando las decisiones en las asambleas, de mis tías, que decían, ‘eres joven, búscate un marido, aunque sea’. Hubo quien me dijo que cuando seas presidenta, nosotros vamos a ayudarte a gobernar. Sí, neceó, pero primero vamos a ganar”.
Aclaró con un equipo compacto de trabajo y estrategia, y en 2021, volvió a ganar con un arrastre contundente.

Yareth Saraí Arce

La alcaldesa de Tlacoachistlahuaca, Pineda Arce, reconoció que la información de su infancia, no alentaban la participación de las mujeres, por eso cuando escuchó de la presidenta Chade, le preguntó a su papá quién era, “me dijo que es una mujer chingona, un día tú vas a ser como Chade”.
En 2018 ganó el Ayuntamiento con 53 votos de diferencia, en un escenario de inseguridad y amenazas, “ser la primera mujer presidenta, me da la doble responsabilidad de trabajar y levantar el ánimo para que también participen más mujeres en las decisiones de la comunidad.
En los comicios de 2021, la diferencia fue de la elección fue 2 mil 500, por el trabajo de muchas mujeres.
Ahora, destacó que hay cinco mujeres comisarias de las 28 localidades, y todas las autoridades se comprometieron a no participar en los actos de intercambio de bienes por matrimonios forzados.
Aclaró que esa visión de la familia ha sido una forma de vida, “desde que nace la niña está pensado en que va a recibir 50 mil o 100 mil pesos. Cuando nace un niño, el papá está pensando que debe juntar esa cantidad”.

Sara Salinas

La alcaldesa de Zumpango, Sara Salinas, activista política desde 1991, que ganó en la segunda postulación, señaló que no entiende cómo sus compañeros de otros gobiernos tenían tiempo “de irse de parranda”, si el Ayuntamiento la mantiene todo el tiempo con la agenda saturada.
“Estamos trabajando todos los días con políticas públicas enfocadas a los sectores más vulnerables, además de tener acercamientos con comerciantes, molineros, las que hacen tortillas, incrementamos la recaudación e hicimos transparente la función pública.