En el desfile del Día del Trabajo en Acapulco piden un alto a la violencia


Mónica Martínez García

Desorganización, dos conatos de pleito y la exigencia de un alto a la violencia acompañaron a las ya conocidas demandas salariales de más de 3 mil sindicalizados que desfilaron este primero de mayo, en un acto que más que una celebración fue un episodio de reclamos contra los tres ámbitos de gobierno.
Allí destacó la ausencia del alcalde Félix Salgado Macedonio en el presidium, pues se unió al desfile con los trabajadores del Ayuntamiento.
“Esta marcha no es de fiesta es de lucha”, corearon los cetemistas a su paso por el templete del presidium.
Salgado Macedonio no llegó hasta el Zócalo encabezando el contingente con los líderes sindicales porque en la avenida Cuauhtémoc –poco antes de llegar a la papelería El Partenón– se salió del primer contingente sin avisar y se regresó hasta donde estaba el contingente del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), que es el sindicato al que están afiliados los trabajadores del Ayuntamiento.
En su representación en el presidium dejó al secretario general del municipio, Daniel Ríos Abarca, en compañía del subsecretario del Trabajo y Previsión Social, Porfirio Daza Rodríguez, quien acudió en representación del gobernador Zeferino Torreblanca Galindo.
Salgado Macedonio marchó junto a los trabajadores del Ayuntamiento y funcionarios de primer y segundo ámbito rodeado de policías, algunos vestidos de civil y otros con uniforme, y guaruras.
Acompañado del secretario de Administración y Finanzas Alberto Torreblanca Galindo y de los líderes de las tres secciones sindicales del SUSPEG, el alcalde encabezó el desfile de un contingente que se caracterizó por no gritar consignas.
A su paso por la Cuauhtémoc se observó la presencia de policías apostados en parejas a distancias no mayores de 20 metros en ambos lados de las aceras.
En la fila que seguía al alcalde estaban los guardias de seguridad del Ayuntamiento y en la descubierta del contingente que el encabezaba en los costados estaba vigilada por policías vestidos de civil.
En entrevista al término del desfile, el alcalde negó que la vigilancia policiaca estuviera ahí para resguardarlo, dijo que los policías fueron para dar seguridad a todos los contingentes del desfile y a los ciudadanos. Aseguró que no hubo escoltas de seguridad para darle protección.
En el desfile del Día del Trabajo, no hubo contingente en el que por lo menos en una pancarta exigieran más seguridad en el estado, más aparte las acostumbradas demandas de incremento salarial, seguridad social y de respeto a la autonomía sindical. Mientras que los ausentes fueron los apoyos a los candidatos presidenciales.
Lo nuevo fue que a la marcha de protesta se unieron niños y seguidores del líder cetemista, Antonio Valdés Andrade, quienes al momento de pasar por el temple del presidium hicieron entre sí círculos, tronaron unas pistolas y metralletas de juguete que llevaban a la mano, en son de reproche.
“Comandante de la AFI en Acapulco deténganme, vengo armado porque usted no hace su trabajo”, se leía en una de las pancartas que uno de ellos llevaba.
“La violencia en Acapulco sigue ¿y la AFI? quitando piratería y recogiendo huevos de tortuga”, se alcanzó a leer de otro de los carteles que sostenía un cetemistas de la Sección 20-A que encabeza Felipe Loyo Malabar.
En este desfile no acudieron más ciudadanos, pues los espectadores eran los que los que participaron en él y se quedaron en los alrededores.
Algo de desorganización se vio en los preventivos al mando de Salvador Vargas Villanueva, pues aunque estaban distribuidos por toda la Cuauhtémoc y parte de la Costera por donde se desarrolló el desfile, la ausencia de estos policías en el área de los templetes del presidium y de la prensa ocasionó que integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Estado de Guerrero (CETEG) casi bajaran a un presunto trabajador de la Universidad Autónoma de Guerrero, Alberto Montor, que estaba en el templete de prensa y quien también los provocó gritándoles “huevones”, lo que ocasionó un conato de violencia por la furia de los maestros al grado de que fueron los agentes de Gobernación y no de la Preventiva quienes tomaron la iniciativa y sacaron al provocador.
Lo que no hubiera pasado si, como en otros años, el Ayuntamiento hubiera colocado las suficientes vallas como para no permitir que más gente de la autorizada se colara a ciertas áreas. Fue hasta después de lo sucedido y ante la cercanía del contingente del SUSPEG donde venía el alcalde, que colocaron más vallas.
Momentos antes los mismos integrantes de la CETEG ocasionaron el primer conato de violencia cuando por el edificio Oviedo se metieron al desfile –pues no estaban en la lista de contingentes– lo que ocasionó la molestia de los telefonistas integrantes de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y hubo empujones entre ambas organizaciones, sin que pasara a mayores. De los preventivos, ni sus luces. Como siempre hasta después de los hechos se les vio cerca del suceso.
Se suponía que UNT y CETEG en conjunto con otras organizaciones unirían fuerzas mediante un frente sindical para defender la autonomía sindical.
En su oportunidad, el representante de la CETEG, Félix Moreno Peralta, acusó al actual gobernador Torreblanca Galindo y ex mandatario René Juárez Cisneros, de robarse mil 500 millones de pesos sin dar más detalles. “Es el colmo, ¿dónde está el cambio?”, dijo.
Subrayó que es necesario emprender “ya cambios de fondo” en las tres instancias de gobierno porque “qué es eso de que Félix (Salgado) se ande tomando fotos con los maricones y que le ande jugando a la política”. Al gobernador lo dibujaron con cuerpo de una rata y lo llamaron “títere de Elba Esther”.
El primer contingente llegó al presidium pasadas las 10 de la mañana y concluyó a las 12:45 de la tarde.
Este lo comenzaron los policías motociclistas de la Secretaría de Protección y Vialidad, y concluyó con el Sindicato Independiente de Servidores Públicos.
El mayor contingente fue el de la CTM con las Secciones 20, 20-A, 12, 112, 113, 52 y el sindicato de la Construcción que dirige Adrián Rivera Ortega.
Sus principales demandas fueron seguridad, más créditos “justos” de Infonavit, Seguridad Social, pago de utilidades, respeto a los derecho de huelga y de los puntos de los contratos colectivos.
La Sección 20 que dirige Javier Gutiérrez Santoyo fue la que pidió más limpieza en las playas “para bienestar de los turistas y acapulqueños”.
La mayoría de los que marcharon expresaron su apoyo a los inmigrantes mexicanos en no consumir productos “gringos” y también manifestaron su solidaridad y respeto a los mineros de Coahuila y Michoacán.
Además de que los integrantes de la UNT pidieron la destitución del secretario del Trabajo y Previsión Social, Francisco Javier Salazar Sáenz.
Las consignas de la mayoría fueron contra el presidente de la República, Vicente Fox, a quien le reclamaron “que ya no hay pobres, pero en su familia”.
Otra organización ausente fue la de los trabajadores de la CROC, que aglutina a los trabajadores de la Pepsi.
El único momento más ameno fue el paso de los músicos de la Sección 52 quienes tocaron canciones de moda y se llevaron los aplausos del día.
Más tarde, los sindicalizados de la jurisdicción sanitaria número 7 preguntaban por el alcalde, sin saber que éste estaba muchos metros atrás con el contingente del SUSPEG, uno de los 13 contingentes que oficialmente se registraron para el desfile.