El subsecretario de Operaciones de la Policía Zona Sur de la Ciudad de México, Álvaro Sánchez Valdés denunció que los pobladores de Pochotillo, Tecoanapa, violentaron sus derechos y que lo trataron a él y otros 19 agentes retenidos como “animales”.
El mando de la policía retenido por 24 horas dio una declaración telefónica al noticiero de En Punto con Denise Maerker y expresó que le “hicieron firmar una minuta que todo les conviene a ellos —los pobladores— bajo presión, fue la única forma de salir con vida”.
Además señaló que “me están difamando porque yo no soy ratero, yo fui a cumplimentar una orden de presentación y resulta que todos son familiares de ese policía —que tenía orden de aprehensión y es de la Ciudad de México— el comisario ejidal, los comunitarios, iniciaron una jugada. Nos violentaron nuestros derechos, en pocas palabras nos trataron como animales”.
Las declaraciones del mando policiaco distan mucho de lo que se observó en la comunidad donde fueron retenidos porque los propios pobladores les dieron de desayunar, cenar y agua para beber. Durante la retención de los agentes permanecieron en la comisaría municipal, el tiempo en el que los reporteros estuvieron en el lugar las puertas permanecieron abiertas.
Una vez que los cuatro policías de la Ciudad de México fueron liberados se subieron a una camioneta blanca tipo Ford de doble cabina y subieron los vidrios, sin dar declaraciones a los reporteros a quienes miraban en reiteradas ocasiones por las grabaciones que hacían con sus celulares.
Los pobladores narraron y denunciaron el lunes que los agentes llegaron el domingo a medio día a la comunidad y que allanaron cuatro casas una de la familia del policía, Ubiel Mora Gallardo, implicado en el caso de la desaparición del estudiante de la UNAM, Marco Antonio Sánchez Flores.
En la casa de la familia del policía se acusó a los policías de haber sustraído dos celulares y dos tablets, de la que sólo faltó devolver una tablet, misma que fue pagada por 7 mil pesos.