Lamentables, los hechos de violencia en Chichihualco, dice el arzobispo González

Karina Contreras

El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, calificó como lamentable la violencia que se vivió en Chichihualco, con la quema de una casa; esas acciones son un fuerte llamado para ser “artesanos de paz”, dijo.
En breves declaraciones al llegar al 48 aniversario del Instituto Tecnológico de Acapulco (ITA), el arzobispo dijo que la paz primero se construye “en nuestra persona, si tenemos corazones rotos es muy difícil construir la paz”.
Añadió que el ambiente más cercano para construir la paz es el hogar porque es el espacio donde la reconciliación se práctica cada día ante las dificultades.
Indicó que no sólo los que viven directamente la violencia les afecta si no a todos “por el riesgo que representa la violencia entre nosotros”.
Añadió que son situaciones que duelen y por eso se hace un fuerte llamado para ser artesanos de paz. El jerarca católico habló de la situación de las madres que tienen hijos de desaparecidos y el llamado para que les digan dónde están, luego de los 17 cuerpos encontrados en fosas clandestinas de El Veladero, es comprensible porque pasan los años para tener un signo de vida.
Pareciera que la muerte de un familiar se arraigada en la persona, pero no “porque todavía está la incertidumbre del ser querido. El buscarlos es un signo del amor que no se rompe, de la esperanza que se tiene de siquiera tener un signo de presencia en su cadáver. Aquí está mi hijo, esta mi esposo, mi hermano. Eso es algo vital para los familiares”.
La identificación de los cadáveres es un esfuerzo muy grande pero vale la pena porque la persona tiene una familia con un corazón esperándolo si quiere para reconocer como cadáver a su hijo”.