Con 781 pasajeros a bordo, el crucero Astor, de la línea Trans Ocean atracó en Acapulco ayer a las 2 de la tarde, proveniente de Bridgetown, Barbados y después de su visita de 10 horas, tomó rumbo hacia Nuku Hiva, en la polinesia francesa, informó la Secretaría de Turismo municipal.
El barco atracó en la Terminal Marítima ayer por la tarde y zarpó a la medianoche.
Como se publicó en su oportunidad, en su portal de internet, el Departamento de Estado de Estados Unidos recomendó en mayo pasado a los viajeros estadunidenses que si van a Guerrero deben hacerlo únicamente por avión o en crucero y solo a los destinos turísticos que conforman el Triángulo del sol.
La alerta sugiere aplazar los viajes no esenciales a Guerrero, a excepción de las ciudades de Acapulco, Ixtapa y Zihuatanejo.
“Viaje a Acapulco e Ixtapa-Zihuatanejo solamente por barco o en avión. Extreme precauciones, y permanezca en las zonas turísticas. Está prohibido al personal del gobierno de Estados Unidos viajar al interior del estado de Guerrero por tierra, incluso a través de la carretera de cuota (Autopista del Sol) hacia o desde la Ciudad de México y Acapulco, así como la carretera entre Acapulco e Ixtapa-Zihuatanejo”, detalla el comunicado en internet.
Como lo informó El Sur en su oportunidad, el gobierno estadunidense puntualiza que el alojamiento para el personal del gobierno de ese país se limita a la franja hotelera, comenzando desde el hotel Krystal Beach Acapulco en el norte y hacia el sur a través de Puerto Marqués, incluyendo la zona Diamante, para terminar en Mundo Imperial.
Ahí mismo se advierte que la zona Diamante ha sido la menos afectada por la violencia.
Guerrero fue la entidad más violenta del país en 2013, con 2 mil 87 homicidios y 207 casos de secuestro, de acuerdo con información del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
La información difundida por el gobierno estadunidense sostiene que los grupos de autodefensa operan independientemente del gobierno en “muchas áreas de Guerrero”.
En tanto que miembros armados de estos grupos “con frecuencia mantienen bloqueos de carreteras y, aunque no se consideran hostiles a los extranjeros o turistas, desconfían de los extraños y deben ser considerados impredecibles”.