Protestan en la Fiscalía por la muerte de un joven en un centro de rehabilitación

Protesta de familiares del joven Cristian Alfredo Hernández afuera del Fiscalía de Acapulco, quien murió adentro de un anexo en la calle Vallarta de la colonia Progreso en Acapulco Foto: Jesús Trigo

Argenis Salmerón

Familiares y amigos protestaron afuera de la Fiscalía Regional de Acapulco, para exigir justicia por la tortura y muerte de un joven de 24 años, adentro de un centro de rehabilitación.
El joven se llamó Cristian Alfredo Hernández Mendoza, de 24 años, y era marino e hijo del fotoperiodista Bernandino Hernández.
Al joven lo ingresaron al centro de rehabilitación por depresión; tenía cuatro días internado y murió en el hospital el martes en la madrugada, de acuerdo con los familiares.
El centro de rehabilitación Camino a la Verdad está ubicado en la colonia Progreso, y el responsable del inmueble se llama Alfonso Bahena.
Reclamaron que los trabajadores del centro de rehabilitación se llevaron a su familiar al hospital Sagrado Corazón por un supuesto infarto.
Sin embargo, se quejaron que el joven tenía visible golpes en todo el cuerpo y responsabilizaron a los encargados del centro de rehabilitación por la agresión.
Añadieron que en la necropsia del Semefo arroja que tiene golpes contusos, además tenía el cráneo y cuello quebrado.
“Exigimos una investigación profesional, castigo a los culpables”, “Justicia para Cristian”, fueron algunas pancartas mostradas.
En declaraciones a reporteros, la madre del joven, que no dio su nombre por temor a represalias de la fiscal Sandra Luz Valdovinos Salmerón, contó que el encargado del centro de rehabilitación, Alfonso Bahena, el viernes que recibió al joven le dijo “que mi hijo iba a estar ahí muy bien y que le iba a dar de comer, tranquilo y no a golpear”.
Contó que del centro de rehabilitación recibió una llamada telefónica el martes en la madrugada, “que mi hijo recibió un paro fulminante”.
“A mi hijo lo torturaron, lo mataron, es un homicidio. Quiero justicia para que a otro muchacho no le hagan lo mismo”, acotó.
Sostuvo que llevó a su hijo al centro de rehabilitación para que “estuviera bien, pero ya no existe el hubiera, ya nadie me lo va devolver, quiero que se haga justicia”.
“Me lo mataron, en la necropsia dice que no me le dieron de comer en esos cuatro días que estuvo”, puntualizó.
Aseguró que Alfonso Bahena le cobró 3 mil 500 pesos, “me dijo que al mes lo iba a poder ver, pero me dijo que ahí no se golpeaba”.