Condena el obispo los asesinatos de gente inocente y llama a los sicarios a respetar la vida humana

 

El obispo Salvador Rangel Mendoza reprobó “la brutalidad” a la que están recurriendo las bandas del crimen organizado que se disputan la capital del estado y condenó los asesinatos de gente inocente. Asimismo hizo un exhorto a los sicarios, “o cosa por el estilo” a que respeten “el gran tesoro que tenemos cada uno de nosotros”, como es la vida humana.
El prelado se refirió en esos términos a los recientes ataques a unidades y bases del servicio de transporte público que han ocurrido en los últimos dos días en Chilpancingo, en los que ha perdido la vida gente inocente.
Además, hizo un exhorto a las instituciones gubernamentales para que cumplan con su obligación de proteger la vida de las personas.
Salvador Rangel declaró a El Sur al término de la misa de las 7 de la noche en la parroquia de la Asunción de María, en donde, en otro tema declaró que no sabe si en efecto ya fue asesinado Raybel Jacobo de Almonte, El Tequilero, pero si es así, “que descanse en paz, porque era uno de los elementos que estaban sembrando inestabilidad en el estado y en las personas”.
También a pregunta del reportero, advirtió al Congreso local y al gobierno del estado que “no les vaya a salir más caro el caldo que las albóndigas con la aprobación de las reformas al artículo 14 que rige la Ley de Reconocimiento, Derechos y Cultura Indígena de los Pueblos y Comunidades Indígenas, pues declaró que “si el estado no es capaz de defenderlos, yo creo que las personas tienen derecho a la autodefensa”.
Con respecto a los ataques, a unidades y bases del servicio del transporte público que se han dado a las rutas Chilpancingo-Chilapa y Chilpancingo-Chichihualco en los últimos dos días en donde han perdido la vida personas que aparentemente nada tienen que ver en las pugnas de las bandas del crimen organizado, el obispo declaró que “desgraciadamente no respetan la vida de las personas”.
Admitió que hay personas que están cayendo “como daños colaterales”.
Para el obispo, esta violencia es por el pleito entre dos organizaciones, “a mí se me hace raro que hayan atacado esa camioneta de Chichihualco y las otras dos a las que les prendieron fuego dentro de Chilpancingo”, dijo.
Después, soltó: “Yo creo que es la guerra entre dos cárteles que operan en Chilpancingo, que se quieren apoderar de este lugar, por eso están ocurriendo esta quema de las camionetas”.
Aunque añadió que otros casos pudieran ser, posiblemente, “trabajos mandados hacer para amedrentar a ciertas gentes o a ciertas líneas (del transporte), es lo que yo sospecho”.
El obispo Rangel, quien en otras ocasiones ha declarado que se ha reunido con líderes de los grupos delictivos en busca de una tregua, hizo un exhorto a estas bandas a que vuelvan a la paz, a la tranquilidad, pero sobre todo a que respeten “lo más que sea posible la vida que es el gran tesoro que tenemos cada uno de nosotros y debemos cuidarla”.
Dijo que no se justifican de ninguna manera las muertes inocentes, y luego condenó que los sicarios “o cosa por el estilo”, hayan llegado “a un punto de brutalidad y que no respeten ninguna vida, ninguna dignidad, yo repruebo abiertamente estos asesinatos de gente inocente”, expresó.
El prelado añadió que si reprobaría la muerte entre ellos (los pistoleros) “con más razón la de gentes que nada tienen que ver” y que, sin embargo, las sacrifican, yo creo que es una brutalidad lo que están haciendo”, insistió.
También se dirigió a las autoridades: “hago una exhortación una vez más a las instituciones gubernamentales, ellos tienen la obligación de proteger a las personas”.
Informó que por ejemplo ayer fue a Chilapa y a la salida de Tixtla vio a 8 patrullas de policías federales, y al Ejército sembrado en Chilapa, los observó caminando por el mercado, por el jardín, “y sí, está bien que protejan allá, ¿pero por qué no hacen algo parecido aquí en Chilpancingo, si saben que esos problemas se están suscitando en el mercado, en las bases (del servicio de transporte), por qué no ponen un poquito más de inteligencia, un poquito más de vigilancia para proteger a estas personas en estos lugares?.
Añadió que al no hacer esto, “se antoja pensar que quieren dejar que pasen estas cosas”.

Que descanse en paz El Tequilero

El reportero preguntó al obispo que si por sus viajes continuos a la sierra y los contactos que tiene, le han confirmado la muerte de Raybel Jacobo de Almonte, El Tequilero, como lo han informado diversas fuentes, pero aseguró que desconoce el caso.
“Yo sabía que uno de los que invadieron Pueblo Viejo (municipio de Heliodoro Castillo) fue El Tequilero ayudado de otra persona, el famoso Teniente (Juan Castillo Gómez). Se sabía que el estado lo andaba buscando por donde quiera, pero mucha gente sabíamos que estaba por allí, en la sierra”, contó.
“Si murió ese señor, vamos a decir que descanse en paz, porque era uno de los elementos que estaban sembrando inestabilidad en el estado y en las personas y Dios quiera que con la desaparición del Tequilero por lo menos un grupo más desaparezca, pero yo lo dudo, porque sabemos que cuando cortan una cabeza salen 10 más”.
Asimismo se le preguntó su opinión con respecto a las reformas al artículo 14 de la Constitución que rige la Ley de Reconocimiento, Derechos y Cultura Indígena de los Pueblos y Comunidades Indígenas, y declaró que el deber de la protección de la ciudadanía es del Estado, pero que si el Estado no es capaz de defenderlos, “yo creo que las personas tienen derecho a la autodefensa”.
Por eso añadió que “ojalá que lo que están haciendo ahora no les vaya a salir más caro el caldo que las albóndigas”.
Añadió que ojalá los diputados tengan argumentos concisos y serios para reformar esa ley y que se convenzan primero ellos y después a los ciudadanos, de que es el camino verdadero, “o que nos expliquen cuál fue la razón por la que aprobaron esa reforma, pero usted sabe que si se le mete un ladrón a su casa no va a esperar a que llegue la policía a sacárselo, usted agarra un garrote o lo que tenga y lo saca a la fuerza, usted tiene derecho a defenderse cuando la autoridad está ausente”, declaró.

 

Encarcelan a seis comunitarios de Rincón de Chautla y a dos mujeres esposas de dos detenidos

Ocho personas, entre ellas seis integrantes de la Policía Comunitaria de Rincón de Chautla, perteneciente a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) fueron detenidas y se encuentran recluidas en el Centro de Readaptación (Cereso) de Chilapa.
Los vecinos en su mayoría de la comunidad de San Jerónimo Palantla son acusados de homicidio y privación ilegal de la libertad derivado de un enfrentamiento armado entre pobladores y policías comunitarios en la comisaria de San Jerónimo Palantla en febrero de 2015 que había dejado cinco personas muertas, entre ellas tres mujeres.
Además se han girado órdenes de aprehensión contra otros 32 ciudadanos bajo el mismo cargo; todos los acusados se encuentran acusados en el número de causa 58/2016/III.
Ayer se confirmó que el martes por la tarde fueron detenidos en la cabecera de Chilapa y en Iguala a Crescencio Bolaños de la Cruz; Manuel Ahuelicán Diego; Godofredo Cortés Reyes y Pedro Chávez Hernández, de San Jerónimo Palantla.
El miércoles fueron detenidos los ciudadanos Margarito González Nava de Ahuixtla; y las esposas de los detenidos el martes: Guadalupe Orgin Tepexco, Concepciona Reyes Tolentino y Minerva de la Cruz Xochitempa, provenientes de San Jerónimo Palantla, cuando acudieron al reclusorio de Chilapa a ver su situación legal.
El enfrentamiento ocurrió el 8 de febrero de 2015 entre policías comunitarios de Rincón de Chautla y vecinos de San Jerónimo Palantla, luego de la detención por parte de la CRAC de un poblador que, dijeron, intentaba apropiarse de un terreno.
Después de la refriega la Policía Comunitaria detuvo a 26 personas.
El 11 de febrero de 2011, en San Jerónimo Palantla, los coordinadores de la Policía Comunitaria y el comisario, representando ambas partes, firmaron un acta de acuerdos ante la presencia de dos mandos del Ejército, el entonces titular del Ministerio Público de Chilapa, Agustín Peña Fajardo y la entonces síndica municipal y ahora diputada local del PRI, Flavia García García.
En ese entonces convinieron reconciliarse y no presentar denuncias ante las autoridades correspondientes, así como liberar a los detenidos; en caso de que las partes violaran el acuerdo, asentaron, se procedería conforme a derecho a las sanciones correspondientes.