Lourdes Chávez
Chilpancingo
El director de Epidemiología y Medicina Preventiva de la Secretaría de Salud de Guerrero, Rufino Silva Domínguez recordó que hubo brotes de chikungunya entre 2015 y 2017, en 2018 todavía se registraron dos casos de la enfermedad transmitida por mosquitos, luego desapareció del mapa epidemiológico.
En consulta telefónica, precisó que sólo ha sido permanente el dengue, que tiene ciclos de cinco a siete a años, en donde se incrementan los contagios, como ocurre este año.
Ahora que se observa el avance de la chikungunya en países de América del sur y Centroamérica, señaló la posibilidad de que surjan nuevos brotes en Guerrero.
“Porque en el 2015 nos llegó a través de una persona que venía de Guatemala a la Costa Chica, ahí infectó a toda la región, luego fue a Acapulco y a la Costa Grande, de ahí se diseminó a todo el estado”, agregó.
Por esa razón, señaló que la semana pasada se realizó una reunión para alertar a las jurisdicciones sanitarias, a los ayuntamientos y a la ciudadanía para guardar las medidas sanitarias “para que no nos vayan a sorprender estas enfermedades” especialmente en la temporada de lluvias cuando se incrementa el riesgo de enfermedades transmitidas por la proliferación de zancudos.
Señaló que, hasta el año pasado, las autoridades sanitarias estaban enfocadas a la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19, y este año, que todo vuelve a la normalidad, están retomando los diferentes programas.
Especialmente contra las enfermedades transmitidas por vector: dengue, zika y chikungunya, las que se pueden incrementar con la temporada de lluvias.
Estimó que el bajo registro de dengue el año pasado, fue porque estaban dedicados a atender el Covid-19, y la población adquirió algunas formas de protegerse de las enfermedades. Este año son tres veces más personas infectadas que en 2022.
Pero ahora, la presencia de chikungunya en Brasil, Uruguay, Chile, Bolivia, Perú, Guatemala y Belice también obligan a las autoridades a levantar la guardia, y reforzar las acciones para reducir la presencia del mosco transmisor de los virus.
Señaló entre las recomendaciones, lavar recipientes que contengan agua, y en determinado momento si el agua baja de nivel, lavar la pared donde no hay agua; lavar tanques, cisternas, tapas”.
Asimismo, voltear cacharros, latas, botes, todo lo que acumule agua en esta temporada para que no sean sitios de reproducción del mosco transmisor, que se desarrolla en agua limpia acumulada.
Además, tirar todo lo que no sirva, llantas, botellas, latas a los camiones recolectores de basura para evitar este problema
Aclaró que no se sabe por qué desapareció el zika y el chikungunya del país, pero en el sector se habla de que se van creando personas susceptibles, es decir, “si hay gente que se enfermó hace ocho años, ya pueden volver a ser susceptibles a tener de nuevo la enfermedad.
Aclaró que el dengue es distinto, cada transmisión “genera memoria en el cuerpo” es decir, anticuerpos después de la enfermedad, pero sólo cada vez que alguien se enferma de algunos de los cuatro cerotipos que existen en el país.
Según la estadística oficial, en Guerrero sólo hay registros de tres cerotipos de dengue. Quien ya enfermó de uno o dos, todavía puede enfermar de los demás cerotipos.
En cuanto al chikungunya aclaró que se habla de los mismos síntomas de la enfermedad, fiebre, dolor de cabeza, de músculos, encorvamiento por molestar en la columna vertebral, “la gente se encorva, precisamente la palabra proveniente de África significa encorvamiento.
Enfatizó que la Ssa nunca ha dejado de trabajar, para eliminar criaderos de los moscos transmisores Aedes aegypti y Anopheles, con la contratación de 539 personas, y alrededor de 500 bases que están aplicando abate y haciendo rociado domiciliario.
Detalló que, cuando la zancudita enferma del virus del dengue, es para toda su vida, de unos 40 días y sus noches, vuela entre 100 y 200 metros, y se alimenta con sangre humana cada tercer día. Ese periodo puede transmitir el virus a través de la picadura.