No son chivos expiatorios los detenidos de Los Goyos, responde el procurador

* Destaca coordinación con autoridades federales

 * Se investiga el atentado contra Peredo, no al ex comandante que sigue desaparecido, dice Ramírez Guerrero

 Zacarías Cervantes, corresponsal, Chilpancingo * El procurador de Justicia Jesús Ramírez Guerrero negó que sean chivos expiatorios los integrantes de la banda de secuestradores detenidos por la Agencia Federal de Investigación (AFI) y de la Policía Judicial del Estado (PJE), el fin de semana pasado.

Entrevistado después del informe número 13 del presidente de la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Coddehum), Juan Alarcón Hernández, ante la Comisión de Gobierno del Congreso local, Ramírez Guerrero dijo que esa acción donde se arrestó a miembros de la banda Los Goyos, es muestra de que la coordinación entre las autoridades estatales y federales para el combate a la delincuencia da buenos resultados.

Informó que la Procuraduría trabaja en coordinación con la PGR en investigaciones “que han dado como resultado la detención de estos secuestradores involucrados en 11 plagios, ocho de los cuales se cometieron en Guerrero y tres más en el Distrito Federal.

En otro tema, Ramírez Guerrero reconoció que la PGJE aún desconoce del paradero del ex comandante Federico Peredo Jiménez, quien recientemente sufrió un atentado en Acapulco y desde entonces no aparece.

Sin embargo, señaló que del caso se investiga el atentado, pero no se persigue a Peredo Jiménez porque –señaló– no tiene ninguna denuncia en su contra.

Ramírez guerrero deslindó también al ex comandante Peredo Jiménez de la recomendación 019, no obstante que la Coddehum acreditó su responsabilidad en la desaparición forzada de ese documento.

“El asunto de Peredo está atendido y no obedece a la 019, porque en la 019 no hay ninguna responsabilidad de Peredo”, aseguró el funcionario.

Preciso que el ex jefe policiaco fue separado del cargo a petición de la Coddehum pero que recurrió a la garantía de amparo, por lo que las autoridades correspondientes ordenaron su reinstalación.

Ramírez Guerrero puntualizó que la recomendación número 19, de 2001, “está muy avanzada”, sin embargo que no se podía finiquitar hasta que se ejecuten las aprehensiones de algunos elementos.

Informó que el incumplimiento en las órdenes de aprehensión contra algunos agentes prófugos de la Procuraduría, quienes participaron en la desaparición forzada de personas, es lo que impide dar por acatada la recomendación 19 / 2002 de la Coddehum.

La AFI capturó a “chivos expiatorios”, dice uno de los detenidos y luego liberado

 * Caso de los señalados por el asesinato de Arturo Peimbert

 

 * Bebía cervezas con un primo, cuando los policías llegaron y sin orden de arresto y sin explicarnos el motivo, nos vendaron y nos quitaron nuestros taxis en Bajos del Ejido, dice

Jorge Nava * Erik Flores Lara, uno de los detenidos por policías de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) como presunto integrante de una banda de secuestradores que cometió diez raptos en esta entidad –entre ellos el veterinario de Acapulco Arturo Peimbert Puente–, reveló que esta corporación aprehendió sólo a “chivos expiatorios”, y que previamente fueron torturados por agentes de la Policía Judicial del Estado (PJE).

En conferencia de prensa donde estuvo acompañado por su madre, Margarita Lara Camacho; además del joyero Evelio Silva Ramírez, quien es hermano de otro de los detenidos, Misael Alejandro, Flores Lara narró que el viernes de la semana pasada bebía cervezas con su primo Manuel Lara Trejo, en una tienda del retén de Bajos del Ejido.

Dijo que sin ninguna orden de aprehensión llegaron policías de la AFI y de la PJE para detenerlos, vendarlos y asegurarles sus vehículos que trabajan como taxis en Coyuca de Benítez, pero que no les explicaron los cargos en su contra.

Por su parte, la madre del indiciado, Margarita Camacho, señaló que viven en El Embarcadero, y ese día al notar que era tarde y su hijo no llegaba comenzó a preocuparse.

Dijo que le preguntó a los soldados si algún taxista se había accidentadi, pero le respondieron que sólo habían visto a policías de la AFI que se llevaban a dos personas que bebían cervezas.

Señaló que por eso se trasladó a la Subdelegación de la Procuraduría General de la República, con sede en esta ciudad, en la calle Morteros, donde personal de la AFI la trató de mala manera y en todo momento le negaron el paradero de su hijo, aun cuando les suplicó.

Por la preocupación, la mujer explicó que visitó los separos de la Policía Judicial del Estado (PJE) adscrita en el sector Central, donde tampoco le dieron razón de su hijo, y de igual manera acudió a los separos de la PJE adscrita en el sector Mozimba, y la colonia Jardín.

Explicó que no durmió durante tres días, hasta que el domingo por la mañana supo que afuera de la Subdelegación de la PGR se encontraban el taxi de su hijo y de su sobrino.

Dijo que volvió a pedir de favor que le informaran de su hijo, porque aun cuando le negaban de su paradero el taxi estaba afuera de esa dependencia.

Indicó que después la atendió personal de la PGR y le informó que su hijo ya se encontraba en la ciudad de México, sin decirle por qué motivo lo habían detenido.

Margarita Camacho explicó que fue ayer lunes, después de lograr un préstamo de dinero para trasladarse a la ciudad de México, que algunos familiares gritaron que llegaba su hijo.

Erik Flores expuso que después de la detención, a pesar de tener los ojos vendados sintió que eran trasladados a diversos lugares, donde únicamente escuchaba que gente era golpeada en el estómago.

Agregó que cuando les retiraron la venda vio que eran varias personas las detenidas, algunas que no conocía, y entre ellos se encontraba su primo Manuel Lara. Dijo que no les permitían hablarse ni verse.

Aseveró que los policías de la AFI siempre los trataron bien, y que fueron los judiciales quienes los golpearon.

Declaró que rindió su declaración en la que dijo que no tenía nada qué ver en secuestros, y les preguntó el motivo del arresto.

Explicó que le respondieron que sabían que su madre también formaba parte de la banda de secuestradores.

Señaló que después tomar declaración a cada uno de los detenidos los llevaron a la ciudad de México, y al llegar al hangar fue puesto en libertad junto con Elvia y María del Carmen Ramos Hernández, y el esposo de la primera, Alberto Sánchez Bello, a quienes les pidió dinero prestado, el cual envió su familia para que regresaran a las comunidades de El Cobano y Rodesia, en Tecpan de Galeana.

Declaró que no habló nada con ellos sobre la experiencia que sufrieron.

Se quejó porque después de regresar a casa de su mamá ésta le dijo que el taxi se encontraba aún en la Subdelegación de la PGR, pero que los agentes de la AFI le habían quitado las bocinas y el autoestéreo, además de 900 pesos que traía el día de la captura.

Por su parte, Margarita Camacho indicó que nunca sospechó que era investigada por policías federales, hasta la detención de su hijo.

Explicó que en una ocasión tomaron fotos de su casa, y la han detenido en cualquier punto de esta ciudad a bordo de su automóvil, para revisar el número de serie.

Por su parte, Evelio Silva, hermano de otro de los detenidos, Misael Alejandro Silva Ramírez, exigió saber dónde se encuentra su hermano, pues aseguró que es una persona honesta que trabaja de orfebre y albañil en la colonia irregular ex Campo de Tiro, de esta ciudad, donde vive con su esposa quien está embarazada.