Zacarías Cervantes
Chilpancingo
Vecinos de Matlalapa, municipio de Tixtla, y comuneros de Zumpango, cabecera municipal de Eduardo Neri, negaron ayer que la alcaldesa de Chilpancingo Norma Otilia Hernández Martínez los haya buscado para dialogar con respecto a su inconformidad por la instalación del relleno sanitario en esa zona.
También rechazaron que hayan firmado una minuta de acuerdos en la que aceptan la instalación de ese relleno, como lo afirmaron la alcaldesa Hernández Martínez y el secretario de Obras Públicas municipal, Carlos Leyva Vázquez en la conferencia de prensa del lunes.
En la conferencia, la presidenta y el secretario de Obras, informaron que ya hay diálogo con vecinos de Matlalapa y con los comuneros de Zumpango que se oponen a la obra del relleno sanitario misma que comenzó hace dos semanas.
En declaraciones por teléfono, Antonio Colín Ramírez, quien tiene predio en Matlalapa, dijo que la alcaldesa está engañando a la gobernadora, y que ni los han buscado para dialogar y tampoco firmaron algún documento en el que expresen su acuerdo con la obra.
“Nunca ha habido un acercamiento de la presidenta municipal con la gente de Matlalapa, a excepción de un pequeño grupo con el que están negociando y han mandado traer”.
Informó que ese grupo “reducido” es el que encabeza Gustavo Labra “quien vive en Chilpancingo y ha estado cerca de la presidenta”, pero aseguró que la mayoría de los pobladores están en desacuerdo con el proyecto por la contaminación que se generará en la zona.
Con respecto a lo que declaró el lunes el secretario de Obras Leyva Vázquez de que hay una minuta de acuerdo firmada incluso por los que ahora se dicen inconformes con la obra, Colín Ramírez aseguró que hubo un “mal manejo” de las firmas de los habitantes de Matlalapa que fueron plasmadas en una acta de asistencia a una asamblea en la que se discutió el problema.
“Hubo una reunión en septiembre del año pasado en la que se trató el asunto del relleno sanitario y asistieron la mayoría de los pobladores y todos firmaron su asistencia, pero ahí la mayoría expresaron que no estaban conformes con el proyecto”, dijo.
Colín Ramírez explicó que las firmas de asistencia fueron utilizadas en la minuta que le llevaron a la presidenta municipal Hernández Martínez en la que se estableció que la mayoría de los pobladores están de acuerdo, “cuando es totalmente falso”, insistió.
“En ningún momento ha habido un acuerdo a favor del proyecto, la inconformidad se sigue manifestando y sólo estamos esperando una reunión con la presidenta y con la gobernadora para exponerles los argumentos, y si no hay acuerdos, se tomarán las acciones”, advirtió.
Por su parte, el comunero de Zumpango, Julio Pérez Tapia declaró también por teléfono, que no han firmado ningún documento ni han sido llamados a dialogar.
Insistió que como comuneros que tienen predios en la zona son los más afectados por los escurrimientos de los lixiviados que van a contaminar sus mantos acuíferos de los que se surten de agua.
“Desmentimos en su totalidad lo que declaró, (la alcaldesa Norma Otilia Hernández) en el sentido de que nosotros ya estamos en pláticas y que estamos de acuerdo, al contrario, quisiéramos que nos recibiera”.
Informó que, incluso, están buscando reuniones con la Secretarías del Medio Ambiente y Recursos Naturales, federal y estatal para darles a conocer el problema de contaminación que se va a generar en la zona por el relleno sanitario que ya se está instalando.
Pero dijo que del Ayuntamiento de Chilpancingo y del Gobierno del estado “no se han dignado a llamarnos a dialogar, a pesar de que estamos dispuestos a platicar para buscar un consenso y otras alternativas, porque ese lugar definitivamente es inapropiado para el proyecto que pretenden”.
Con respecto a lo que aseguró la alcaldesa de que la obra cuenta con todos los permisos, el estudio de impacto ambiental y la Norma Oficial Mexicana (NOM), el comunero declaró que podría asegurarse en documentos que hay una factibilidad, “pero nosotros vamos a demostrar que se va a dañar a terceros, es como decir que están tirando basura en la calle, pero si es enfrente de mi casa, me están afectando y eso no es correcto”.
El comunero dijo que van a esperar que los reciban para dialogar, “porque no queremos llegar a una confrontación”.