Guerrero, el estado con la más alta marginación del país; el bajo nivel educativo, la causa: Conapo

Ramón Gracida Gómez

Acapulco

Guerrero es el estado con la más alta marginación del país porque el 12.47 por ciento de su población es analfabeta, el 42.55 por ciento no terminó la educación básica, el 9.38 por ciento no tiene drenaje ni excusado en sus viviendas, y 8 de cada 10 trabajadores ganan hasta dos salarios mínimos, señala una publicación del Consejo Nacional de Población (Conapo) de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Además, en una de cada tres viviendas hay hacinamiento, el 15.27 por ciento tiene piso de tierra, el 11.55 por ciento no tiene agua entubada, y el 48.15 por ciento de la población vive en localidades con menos de 5 mil habitantes, se expone en el documento Índices de Marginación 2020 presentado el miércoles pasado.
Cochoapa el Grande es el quinto municipio del país con mayor grado de marginación, donde el 53.1 por ciento de sus habitantes no sabe leer ni escribir, y el 61 por ciento no dispone de drenaje ni excusado en sus casas.
El Conapo señala que el índice de marginación “es una medida-resumen que permite diferenciar entidades federativas y municipios según el impacto global de las carencias que padece la población, como resultado de la falta de acceso a la educación, la residencia en viviendas inadecuadas, la percepción de ingresos monetarios insuficientes y las relacionadas con la residencia en localidades pequeñas”.
El índice se basa en los resultados definitivos del Censo de Población y Vivienda de 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Sólo son tres estados que presentan un grado de marginación muy alto, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, y representan el 10.5 por ciento de la población nacional con 13.2 millones de habitantes.
Guerrero se ubica como la entidad con el mayor grado de marginación desde 2010, cuando reportó 1.514 en el índice de marginación, en 2015 fue de 6.928 y en 2020 es de 10.989. El Conapo destaca el mejoramiento de las carencias en 600 por ciento en Guerrero, pero la brecha con Nuevo León, que reporta el mejor índice con 23.444, “se ha reducido muy poco”.
A nivel municipal, Guerrero, que aún aparece conformado por 81 municipios, reporta 34 de éstos con muy alta marginación, 28 con alta marginación, 12 con un grado medio, 6 con un grado bajo y sólo uno con un grado muy bajo de marginación, que es Zihuatanejo.
En Guerrero son 21 municipios considerados indígenas, entre ellos está Cochoapa el Grande, que a su vez se ubica en el quinto lugar de los municipios con mayor marginación en el país. El Conapo destaca que 6 de los 10 municipios más marginados de México son indígenas. José Joaquín de Herrera se encuentra en el lugar 15 del país.
Asimismo, la población afrodescendiente también vive en los municipios con mayor marginación del país. En el censo de 2020, 2.6 millones de personas se reconocen como afromexicanas, el 11.8 por ciento vive en Guerrero, lo que lo ubica en el estado con mayor población afro distribuida en 19 municipios.
El analfabetismo en Guerrero pasó de 16.8 por ciento en 2010 a 13.7 en 2015 y luego 12.5 por ciento en 2020; sólo en Cochoapa el Grande, el 53.1 por ciento de la población no sabe leer ni escribir, lo que lo convierte en el municipio con mayor analfabetismo de México. La población del estado que no terminó la educación básica descendió de 54.1 por ciento en 2010 a 48.3 en 2015 y después a 42.6 por ciento en 2020.
En 2010, el 19.8 por ciento de la población guerrerense reportó no disponer de drenaje ni excusado en sus viviendas, la proporción bajó a 13.2 puntos cinco años después y luego a 9.4 por ciento en 2020. Aun así, el estado se encuentra en un lejano primer lugar, Yucatán es segundo lugar con el 5.9 por ciento de su población con la misma carencia. Otra vez Cochoapa el Grande destaca en este índice con el 61 por ciento de sus habitantes sin este servicio, sólo debajo del 64.4 por ciento de Del Nayar, Nayarit.
El 1.4 por ciento de la población de Guerrero vive sin energía eléctrica, en 2015 era 2.4 por ciento y en 2010 4.4 por ciento. La media nacional actual es de 0.7 por ciento de viviendas sin luz.
En cuanto a las viviendas sin agua entubada, el porcentaje de Guerrero pasó de 29.8 puntos a 15.6 y luego a 11.5 en el mismo periodo citado, proporción que lo posiciona como el estado con la mayor carencia de este servicio. Copalillo es tercer lugar nacional con 68.8 por ciento de su población sin agua entubada.
Los habitantes del estado que viven con piso de tierra también descendieron de 19.6, 14.9 y 15.3 por ciento de 2010 a 2020, y es también primer lugar del país, y Acatepec tercero con 59.6 por ciento.
Guerrero es segundo lugar de hacinamiento, es decir, el espacio insuficiente entre ocupantes y dormitorios, con el 32.9 por ciento de sus viviendas en esta condición, en 2010 era el 50.2 por ciento y en 2015 el 42.1 por ciento. El promedio del país es de 19.7 por ciento de hogares con hacinamiento.
El estudio indica que todos los estados mostraron un “incremento considerable” de la gente que trabaja con bajos ingresos laborales, Guerrero subió de 54.9 por ciento de población ocupada con ingresos de hasta dos salarios mínimos en 2010 a 80.3 por ciento en 2020. El país ascendió de 38.7 a 66.9 por ciento.
La población que reside en localidades de Guerrero con menos de 5 mil habitantes se mantuvo entre 49.7 y 48.1 por ciento de 2010 a 2020. El Conapo afirma que el “limitado acceso a infraestructura básica, como agua potable, electricidad y drenaje, es un problema a nivel nacional que se acentúa en las localidades de menor tamaño poblacional”.
Son mil 706 localidades de Guerrero con menos de 50 habitantes, 767 de menos de 100, mil 862 de menos de 500, 531 de menos de mil, 293 de menos de 2 mil y 79 de menos de 5 mil habitantes. En total, son 5 mil 347 localidades que conforman el estado, de las cuales mil 497 presentan un grado de marginación muy alto, mil 396 un nivel alto, mil 516 un grado medio, 790 un nivel bajo y sólo 148 un nivel muy bajo de marginación.
Durante la presentación del estudio del Conapo el 13 de septiembre pasado, se destacó que por primera vez en 30 años que se ha realizado este análisis se examina el nivel de marginación urbana por colonia.
En Guerrero se contabilizaron 3 mil 137 colonias, donde viven un millón 997 mil 947 personas. Son mil 17 colonias que están clasificadas con un grado de marginación muy alto, y 883 con un nivel alto, y ahí viven el 49.5 por ciento de la población urbana, lo que deja entrever, dice el estudio, la fuerte incidencia de marginación, “incluso en entornos urbanos”.
Además, 714 colonias reportadas en el estado presentan un grado medio de marginación, 391 un nivel bajo y 132 reportan un grado muy bajo de marginación, de esta última cifra sólo 59 mil 93 personas viven en este tipo de colonia.

 

Guerrero, el estado del país con más alta marginación: Conapo

Guerrero, el estado con la más alta marginación del país; el bajo nivel educativo, la causa: Conapo

De acuerdo con los Índices de Marginación 2020, el 12.47 por ciento de su población es analfabeta, y el 42.55 no terminó la educación básica. De los 81 municipios censados ese año, 34 son de muy alta marginación, 28 con alta marginación, 12 con un grado medio, 6 con un grado bajo y sólo uno con un grado muy bajo, que es Zihuatanejo. Guerrero ocupa el segundo lugar en hacinamiento y Cochoapa el Grande es el quinto municipio del país con mayor grado de marginación, donde el 53.1 por ciento de sus habitantes no sabe leer ni escribir

Ramón Gracida Gómez

Acapulco

Guerrero es el estado con la más alta marginación del país porque el 12.47 por ciento de su población es analfabeta, el 42.55 por ciento no terminó la educación básica, el 9.38 por ciento no tiene drenaje ni excusado en sus viviendas, y 8 de cada 10 trabajadores ganan hasta dos salarios mínimos, señala una publicación del Consejo Nacional de Población (Conapo) de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Además, en una de cada tres viviendas hay hacinamiento, el 15.27 por ciento tiene piso de tierra, el 11.55 por ciento no tiene agua entubada, y el 48.15 por ciento de la población vive en localidades con menos de 5 mil habitantes, se expone en el documento Índices de Marginación 2020 presentado el miércoles pasado.
Cochoapa el Grande es el quinto municipio del país con mayor grado de marginación, donde el 53.1 por ciento de sus habitantes no sabe leer ni escribir, y el 61 por ciento no dispone de drenaje ni excusado en sus casas.
El Conapo señala que el índice de marginación “es una medida-resumen que permite diferenciar entidades federativas y municipios según el impacto global de las carencias que padece la población, como resultado de la falta de acceso a la educación, la residencia en viviendas inadecuadas, la percepción de ingresos monetarios insuficientes y las relacionadas con la residencia en localidades pequeñas”.
El índice se basa en los resultados definitivos del Censo de Población y Vivienda de 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Sólo son tres estados que presentan un grado de marginación muy alto, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, y representan el 10.5 por ciento de la población nacional con 13.2 millones de habitantes.
Guerrero se ubica como la entidad con el mayor grado de marginación desde 2010, cuando reportó 1.514 en el índice de marginación, en 2015 fue de 6.928 y en 2020 es de 10.989. El Conapo destaca el mejoramiento de las carencias en 600 por ciento en Guerrero, pero la brecha con Nuevo León, que reporta el mejor índice con 23.444, “se ha reducido muy poco”.
A nivel municipal, Guerrero, que aún aparece conformado por 81 municipios, reporta 34 de éstos con muy alta marginación, 28 con alta marginación, 12 con un grado medio, 6 con un grado bajo y sólo uno con un grado muy bajo de marginación, que es Zihuatanejo.
En Guerrero son 21 municipios considerados indígenas, entre ellos está Cochoapa el Grande, que a su vez se ubica en el quinto lugar de los municipios con mayor marginación en el país. El Conapo destaca que 6 de los 10 municipios más marginados de México son indígenas. José Joaquín de Herrera se encuentra en el lugar 15 del país.
Asimismo, la población afrodescendiente también vive en los municipios con mayor marginación del país. En el censo de 2020, 2.6 millones de personas se reconocen como afromexicanas, el 11.8 por ciento vive en Guerrero, lo que lo ubica en el estado con mayor población afro distribuida en 19 municipios.
El analfabetismo en Guerrero pasó de 16.8 por ciento en 2010 a 13.7 en 2015 y luego 12.5 por ciento en 2020; sólo en Cochoapa el Grande, el 53.1 por ciento de la población no sabe leer ni escribir, lo que lo convierte en el municipio con mayor analfabetismo de México. La población del estado que no terminó la educación básica descendió de 54.1 por ciento en 2010 a 48.3 en 2015 y después a 42.6 por ciento en 2020.
En 2010, el 19.8 por ciento de la población guerrerense reportó no disponer de drenaje ni excusado en sus viviendas, la proporción bajó a 13.2 puntos cinco años después y luego a 9.4 por ciento en 2020. Aun así, el estado se encuentra en un lejano primer lugar, Yucatán es segundo lugar con el 5.9 por ciento de su población con la misma carencia. Otra vez Cochoapa el Grande destaca en este índice con el 61 por ciento de sus habitantes sin este servicio, sólo debajo del 64.4 por ciento de Del Nayar, Nayarit.
El 1.4 por ciento de la población de Guerrero vive sin energía eléctrica, en 2015 era 2.4 por ciento y en 2010 4.4 por ciento. La media nacional actual es de 0.7 por ciento de viviendas sin luz.
En cuanto a las viviendas sin agua entubada, el porcentaje de Guerrero pasó de 29.8 puntos a 15.6 y luego a 11.5 en el mismo periodo citado, proporción que lo posiciona como el estado con la mayor carencia de este servicio. Copalillo es tercer lugar nacional con 68.8 por ciento de su población sin agua entubada.
Los habitantes del estado que viven con piso de tierra también descendieron de 19.6, 14.9 y 15.3 por ciento de 2010 a 2020, y es también primer lugar del país, y Acatepec tercero con 59.6 por ciento.
Guerrero es segundo lugar de hacinamiento, es decir, el espacio insuficiente entre ocupantes y dormitorios, con el 32.9 por ciento de sus viviendas en esta condición, en 2010 era el 50.2 por ciento y en 2015 el 42.1 por ciento. El promedio del país es de 19.7 por ciento de hogares con hacinamiento.
El estudio indica que todos los estados mostraron un “incremento considerable” de la gente que trabaja con bajos ingresos laborales, Guerrero subió de 54.9 por ciento de población ocupada con ingresos de hasta dos salarios mínimos en 2010 a 80.3 por ciento en 2020. El país ascendió de 38.7 a 66.9 por ciento.
La población que reside en localidades de Guerrero con menos de 5 mil habitantes se mantuvo entre 49.7 y 48.1 por ciento de 2010 a 2020. El Conapo afirma que el “limitado acceso a infraestructura básica, como agua potable, electricidad y drenaje, es un problema a nivel nacional que se acentúa en las localidades de menor tamaño poblacional”.
Son mil 706 localidades de Guerrero con menos de 50 habitantes, 767 de menos de 100, mil 862 de menos de 500, 531 de menos de mil, 293 de menos de 2 mil y 79 de menos de 5 mil habitantes. En total, son 5 mil 347 localidades que conforman el estado, de las cuales mil 497 presentan un grado de marginación muy alto, mil 396 un nivel alto, mil 516 un grado medio, 790 un nivel bajo y sólo 148 un nivel muy bajo de marginación.
Durante la presentación del estudio del Conapo el 13 de septiembre pasado, se destacó que por primera vez en 30 años que se ha realizado este análisis se examina el nivel de marginación urbana por colonia.
En Guerrero se contabilizaron 3 mil 137 colonias, donde viven un millón 997 mil 947 personas. Son mil 17 colonias que están clasificadas con un grado de marginación muy alto, y 883 con un nivel alto, y ahí viven el 49.5 por ciento de la población urbana, lo que deja entrever, dice el estudio, la fuerte incidencia de marginación, “incluso en entornos urbanos”.
Además, 714 colonias reportadas en el estado presentan un grado medio de marginación, 391 un nivel bajo y 132 reportan un grado muy bajo de marginación, de esta última cifra sólo 59 mil 93 personas viven en este tipo de colonia.

 

En zonas indígenas del estado, la mayoría de embarazos en adolescentes: titular del Conapo

Carmen González Benicio

Tlapa

En el marco de la Semana Jurídica 2023, en la conferencia Matrimonios Infantiles, uniones tempranas y forzadas, se invitó a los adolescentes a no tenerlos porque eso frena las oportunidades.
La ponente, la secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo), Gabriela Rodríguez Ramírez, dijo que en Guerrero hay 71 embarazos por cada mil adolescentes, lo que lo sitúa sobre la media nacional y cerca de los que más tienen, como Coahuila, Chiapas y Nayarit. Donde hay menos es en la Ciudad de México, con 40 por cada mil.
Y que en los lugares donde se habla lengua indígena, como Guerrero, la tasa es mal alta de 99 por cada mil en indígenas, lo que significa que es cuatro veces más que no llegan a estudiar a la preparatoria, por lo que reiteró: “no es buena idea casarse ni tener hijos antes de los 20 años, se atoran eso no les permite más escolaridad, ingresos o movilidad social”.
Dijo que cada día nacen mil bebes de madres menores de 18 años, pero se quiere que ninguna lo sea a esa edad.
La actividad se realizó en la plataforma de Zoom desde la Secretaría General de Gobierno del Estado de Guerrero, a través del Consejo Estatal de Población y el Colegio de Bachilleres, por lo que el enfoque fue para el alumnado.
La ponente inició su plática diciendo que la Constitución mexicana fue la primera del mundo en considerar los derechos sociales, económicos que luego fueron retomados por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por lo que para conocerlos bastaba buscarla y revisarla para saber cuáles eran los derechos.
Y que el tema era difícil porque se hablaba de sexualidad, que era un crisol de sentimientos que se mueven como el abandono, celos, autoestima y que a todos y todas cuesta trabajo porque culturalmente no estamos acostumbrados a hablar de sentimientos.
A eso se sumaba la disputa generacional entre tensión y pleito entre padres e hijos a quienes les cuesta aceptar que la sexualidad en adolescentes, con amores y desamores.
Mostró diapositivas con graficas explicando que hace 70 años el embarazo era el doble al haber 134 nacimientos por cada mil adolescentes, y ahora 67.6, lo que significaba que bajo a la mitad, pero aun así lo que se pretende es que nadie tenga hijos antes de los 18 años.
Al considerar que la segunda década de vida es estudiar, dedicarse a las artes, divertirse, hacer deporte tener novias o novios y ser la oportunidad de vivir una adolescencia plena.
Ya que solo 60 por ciento de los adolescentes llega a estudiar el nivel medio superior, el 40 por ciento o cuatro de 10 no estudian más allá de la secundaria.
Y que Guerrero 2020 tenía 71 embarazos por cada mil, sobre la media nacional.
Los datos más duros eran los embarazos de las niñas menores de 14 años, donde el 87 por ciento deja de estudiar y el 13 continúa y de ellas los padres también fueron menores de 20 años.
Mencionó que las uniones tempranas o forzadas no se deben permitir, aunque sean acuerdos de los padres y sea una práctica milenaria, debe cambiar, aunque en muchos pueblos indígenas se mantienen los matrimonios arreglados que le quitan el derecho a la niña de cuándo y con quien unirse.
Dijo que en este país una de cada cinco se une y casa antes de los 18 años y aunque está prohibido casarse, las uniones en los pueblos siguen, no hay Registro Civil, pero lo legitima el pueblo y a veces va el sacerdote: “no podemos permitirlo, se para su desarrollo, el crecimiento escolar y oportunidad de crecer”.
Remarcó que no se debe permitir que señores tengan hijas con niñas.
Agregó que otro tema grave es las menores sean madres producto de una violación sexual que ocupa un 9 por ciento; donde los daños psicológicos son fuertes porque lo hizo algún familiar, hermano, papá, tío, se debe erradicar y denunciar al 911 y contárselo a un familiar “correr y huir si las quieren agredir”.
Cerró su presentación mencionando que hay un programa de educación integral en sexualidad en el país al abordarla en los libros de textos; al hablar de los derechos sexuales y reproductivos, de los anticonceptivos y hasta de interrumpir el embarazo si se es víctima de violación en todo el país.
Y que en 10 estados está aprobada la despenalización del aborto o antes de las 12 semanas y que lo deben tomar en cuenta porque ha sido una lucha por ese derecho ya que ninguna mujer puede ser obligada a ser madre.
Mencionó el compromiso que firmó el gobierno federal con la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda para erradicar el embrazo y matrimonios adolescentes y estaba la Estrategia interinstitucional y territorializada con diversas instituciones y un sitio con materiales educativos, películas.
Presentaron un documental hecho hace cuatro años de adolescentes de bachillerato de la ciudad de México, que dejaron la escuela llamado Antes era ver por mí, donde de manera concreta mencionaron que iniciaron su vida sexual sin hablar del tema con sus padres, sin protección, sin hablar del aborto. A algunos los casaron de manera obligada.
Y que de manera biológica tuvieron complicaciones en su embarazo.
Los presentes en el Zoom pidieron que se dieran más pláticas en los planteles porque las situaciones están en las zonas urbanas y rurales.
Se habló de las condiciones económicas que afectan a los adolescentes ante los embarazos cuando una familia no apoya.

Aumentan los desplazados en Guerrero por la violencia de la última década: Conapo

 

Karina Contreras

El director general de Planeación en Población y Desarrollo del Consejo Nacional de Población (Conapo), Rodrigo Jiménez Uribe, dijo que en las dos últimas décadas aumentó abruptamente la violencia en Guerrero y eso provocó miles de desplazados, pero también están los problemas religiosos, los agrarios y los fenómenos naturales como causantes de ese problema.
En su participación en el Foro regional sobre movilidad humana, que se trasmitió de manera virtual en la página de la Secretaría General de Gobierno del estado, el funcionario federal dijo que Guerrero es un estado con recursos naturales que son muy codiciados, “y eso pareciera ser algo positivo y lo es, pero lo pone en una posición difícil porque al haber tantos recursos naturales muchos actores entran en escena y cuando las condiciones no son favorables en el sentido normativo se complica el asunto y eso lo ha puesto en una complejidad muy difícil”.
Y añadió que es un pluriétnica y pluricultural y cuando esto se combina surgen otros tipos de conflictos como agrarios, políticos, religiosos, “eso también es caldo de cultivo en Guerrero”.
Señaló que en el estudio que se hizo en el 2020 y se publicó en un libro el año pasado se dieron cuenta que hubo un aumento “muy abrupto de la violencia en las dos últimas décadas, como resultado de esta lucha de poderes de los grupos del crimen organizado que han estado peleando las plazas, como se conoce coloquialmente, y eso provocó que la violencia en el estado se incrementara de manera muy grande”.
“Estos poderes locales entraron en conflicto también con los cárteles, creando con este este grupo de autodefensas que a veces se entremezclan los papeles porque luego ya no queda muy claro si son reales o son parte de los mismos grupos criminales, si entran en alianza, lo que es muy complicado porque todos los escenarios existen. Efectivamente hay casos donde son que la propia población se organiza y crea estos grupos de autodefensa, pero se complica bastante el asunto”.
Aunque que hay otras causales de desplazamiento como lo religioso, que si bien en el caso de Guerrero no es el más cuantioso sí es un fenómeno que ha existido desde hace varias décadas y ha tenido impacto muy fuerte sobre la identidad comunitaria que ha provocado cambios a largo plazo. También los conflictos agrarios han originado desplazamiento, aunque no son los más numerosos y de larga duración.
Otro es la producción de la amapola y la goma de opio, “ese si es un conflicto bastante fuerte, sabemos que las condiciones, como decíamos, Guerrero tiene mucha riqueza natural, entonces las condiciones para la siembra de la amapola son ideales y esto lógicamente llamó la atención de los grupos criminales poniendo en peligro a los pobladores, a los indígenas y no indígenas, estos acechan por igual a toda la población. Los ponen a trabajar de manera forzada, casi como esclavismo, y si no cooperas es un peligro muy fuerte para ellos y esto ha generado el desplazamiento”.
Dijo que el problema de desplazamiento se debe ver desde diferentes ópticas para entender la complejidad del asunto, pues no siempre es el conflicto de la siembra lo que general el desplazamiento. “Otras de las causales de desplazamiento tiene que ver con la violencia de alto impacto, de todas las actividades de los grupos criminales que involucra el trasiego de armas, el tráfico de diversas drogas, desapariciones forzadas, hay homicidios dolosos unos vinculados con la delincuencia organizada, secuestros, tratas de personas, lavado de dinero y uno de los aspectos en donde los grupos criminales se han introducido en sectores productivos que tienen que ver con la minería y con la explotación forestal”.
Señaló que la tala clandestina genera desplazamientos, “la minería que esta muy vinculada con empresas trasnacionales, muchas de ellas no todas, entran en asociación con grupos criminales para desplazar a los pobladores y eventualmente quitarles el territorio donde harán las exploraciones o, a veces también necesitan agua, las industrias de la minería necesita mucha agua, entonces esta agua termina siendo contaminada y las poblaciones sin tener acceso al agua es imposible vivir en un lugar”.
También está la migración internacional, donde muchos se van a Estados Unidos: “es difícil distinguir qué es lo que origina el desplazamiento porque hay proliferación de grupos armados, esta policía comunitaria que se vincula al crimen organizado, y todo eso se combinación y se convierte realmente en un galimatías para saber cómo se inician estos problemas. Es un fenómeno bastante complejo”.