Maestros de Enfermería 1, de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), pararon labores para exigir respeto a sus derechos en la distribución de la carga laboral académica, porque la directora, María del Pilar Pastor Durán, privilegió a docentes invitados sobre los sindicalizados con mayor antigüedad y perfiles más adecuados, en la impartición de las asignaturas.
El delegado del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UAG (STAUAG), Apolinar Ramos García, informó que dos años se ha lidiado con este problema, que repercute en la calidad académica y pone en riesgo la acreditación de la institución como escuela de calidad, lo que deberá revalidarse en marzo de 2019.
Aseguró que para mantener la acreditación en el programa de escuelas de calidad deben presentar un proyecto de trabajo, en noviembre de este año, y ya debían haber cambiado el programa de estudios, pero no hay avances porque a la dirección no le importan los asuntos académicos, sólo mantener el control.
Añadió que las decisiones de la directora fueron avaladas por el secretario general del STAUAG, Ofelio Martínez Llanes, y la Comisión Mixta Paritaria de Admisión y Promoción, sin importar las violaciones al contrato colectivo de trabajo. Señaló que otros integrantes del comité ejecutivo del STAUAG se solidarizaron con la protesta, y expresaron su descontento por la manera en que Martínez Llanes avala acciones de la Comision Mixta.
Por la tarde, Apolinar Ramos informó que después de cinco horas de una protesta brazos caídos, se instaló una mesa de trabajo en oficinas centrales, con el rector Javier Saldaña Almazán, en la mediación, y con las reservas del caso, confió en que sean atendidos sus planteamientos.
Por la mañana, en la escuela, Ramos García indicó que Enfermería es un caso emblemático de lo que ocurre en la universidad, donde trabajadores invitados están desplazando a los trabajadores con más años de servicio.
Señaló que entre las irregulares está la contratación de 13 personas que participaron en una convocatoria para dar clases de preparatoria, pero se les asignó un una carga laboral de educación superior, en Enfermería.
Asimismo, indicó que una maestra de reciente ingreso en la escuela de Enfermería 3 de Ometepec, recibió su cambio a Enfermería 1 de Chilpancingo, y recibió la misma carga de trabajo que una docente con 16 años de antigüedad, lo que le da muchas posibilidades de alcanzar una basificación.
Aclaró que estas acciones tienen impacto directo en la acreditación como escuela de calidad, porque decayeron la mayoría de los indicadores que lograron.
De la directora, informaron que entró en funciones en 2014 y repitió en el cargo, en una reelección. Extraoficialmente, otros integrantes del movimiento aseguraron que en la escuela hay unos 400 becarios, utilizados por una corriente para mantener el control de la unidad académica.
Ramos García aclaró que independiente de las expresiones políticas que existen dentro de la institución, había capacidad de diálogo para el trabajo conjunto, lo que permitió la acreditación en 2008 ante el Consejo Mexicano de Acreditaciones de Escuelas de Enfermería y su ratificación en 2014.
En cuatro años de la actual administración, perdieron indicadores importantes de calidad, “eso es muy grave, lo conocen las autoridades, pero el control clientelar de la directora es muy fuerte. Hay un proceso de descomposición”. Como prueba, indicó que al instalarse en la protesta, con una mesa junto a la entrada de la unidad, estudiantes de primer grado los confrontaron por la falta de clases.
Por otro lado, denunció el manejo turbio de la Comisión Mixta y la incapacidad de la representación sindical para defender sus derechos, “nos dicen que no seamos envidiosos, que hagamos una justa distribución para todos, entonces vamos uno a uno (un sindicalizado y un invitado)”, aclaró que eso no es justicia laboral, sobre todo porque 13 trabajadores invitados no tiene la calidad para impartir clases de educación superior.
Los manifestantes recordaron que en la última convocatoria para la contratación de personal, en 2015, rechazaron a un egresado de Monterrey para favorecer perfiles de una universidad de Tamaulipas, que se ha caracterizado por vender títulos de maestría.
Que intervenga el comité central, pide la Coordinadora Universitaria
En una carta enviada a la Redacción, miembros de la Coordinadora Universitaria Guerrerense llama la atención sobre el conflicto laboral “que enfrenta la delegación sindical de la escuela de Enfermería 1, relacionado con violaciones a los derechos laborales contractuales de los trabajadores académicos”.
También expresa “su apoyo solidario a esta delegación sindical” y demanda “a las autoridades universitarias y al Comité Ejecutivo del STAUAG, la atención y solución inmediata, conforme establece el contrato colectivo de trabajo vigente”.
La carta está firmada por Ramón Reyes Carreto, Antonio Torres Montoro, José Alfredo Pineda Gómez, Aurelio Vázquez Villanueva, Apolinar Segueda Dorantes y Abad Torres Benítez.
