Brenda Escobar

Zihuatanejo

Este lunes, policías estatales con equipo antimotines no permitieron que los maestros jubilados y pensionados pertenecientes a la delegación sindical D-IV-33, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, (SNTE), de los municipios de Zihuatanejo, Petatlán, La Unión y Coahuayutla tomaran de nueva cuenta las oficinas de la Delegación de la Secretaría de Finanzas, el Registro Público de la Propiedad y la Coordinación de Fiscalización.
Desde el martes 6 de junio, durante el horario laboral, los maestros mantenían cerradas las estas oficinas, que se ubican en la avenida Heroico Colegio Militar, en el centro de Zihuatanejo.
El 10 de junio, en Petacalco, los maestros jubilados, representados por Malaquías Pérez Abarca, tuvieron una reunión con el secretario de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez, con quien pactaron que el miércoles 14 de junio serían atendidos por el subsecretario de Finanzas, Alejandro Moreno Lira.
Ese día, Moreno Lira y el subsecretario de Desarrollo Político y Social, de la Secretaría de Gobierno, Óscar Luis Chávez Rendón, junto con los profesores, analizaron cuál sería la manera más viable de que les paguen los fondos que tienen en el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) y una indemnización por jubilación que da el Plan de Previsión Social (PPS).
De acuerdo con el dirigente de los jubilados, Malaquías Pérez, la propuesta fue que les pagarían 4 millones de pesos a los 61 maestros de esta delegación, de manera diferida en dos partes, y que únicamente quedaba pendiente saber cuáles serían las fechas, y que Moreno Lira y Chávez Rendón se comprometieron a dar una respuesta, entre el jueves 15 y viernes 16, pero eso no ocurrió.
Mientras esperaban esas fechas, los jubilados decidieron que seguirían cerrando las oficinas públicas y debido a que Moreno Lira y el subsecretario Chávez Rendón no cumplieron su palabra. Por ello, este lunes pretendieron otra vez impedir que entraran los trabajadores a las dependencias, pero al llegar, poco después de las 7 de la mañana, se encontraron con un grupo de policías estatales resguardando la entrada principal, por lo que se inconformaron con una manifestación con pancartas y consignas frente a los uniformados.
Al lugar acudió el delegado de Gobernación para esta región, Onécimo Llanes Moreno, quien les manifestó que ya estaba establecido el diálogo, pero los maestros señalaron que el hecho de haber enviado a los policías estatales con equipo antimotines es un acto de amedrantamiento y represión por parte del gobierno estatal, que si utilizaban la fuerza pública contra ellos por exigir un pago al que tienen derecho, esa acción represora tendría repercusión política en el próximo proceso electoral.
Reprocharon que en su momento apoyaron el proyecto de la Cuarta Transformación con la esperanza de tener un gobierno distinto al PRI, “pero vemos que están haciendo exactamente lo mismo, cuando la propia gobernadora ha dicho que en su gobierno no se va a reprimir a nadie y que hay libertad de expresión y libertad de manifestación”.
Los maestros permanecieron a un costado del edificio hasta el filo de las 3 de la tarde, tiempo durante el cual también permanecieron ahí los policías estatales, bajo los inclementes rayos del sol. “Nos retiramos porque una de las policías estuvo a punto de desmayarse, incluso una de sus compañeras se acercó a decirnos que nos fuéramos a nuestras casas, porque ellos también la estaban pasando mal, por estar bajo los rayos del sol”, dijo Malaquías Pérez.
Agregó: “Entendemos que los policías también son pueblo y que están cumpliendo una orden. Nosotros nos retiramos por consideración a ellos y porque el subsecretario Chávez nos propuso, a través de una llamada telefónica, que se buscará la ruta de minuta entre mañana (hoy) martes o pasado mañana miércoles, nosotros creemos que esto se trata de voluntad, para que exista ya una ruta de acuerdos”, apuntó.