Buscan con festival tlacololero quitar a Leonardo Bravo el estigma de municipio peligroso

 

Emiliano Tizapa Lucena

Chilpancingo

El Festival Tlacololero 2023 que se celebró este fin de semana en la cabecera municipal de Leonardo Bravo (Chichihualco) buscó reactivar la economía local, el rescate de la venta de balón artesanal y sobre todo que con actividades culturales aporten a la pacificación y para desestigmatizar como municipio peligroso, afirmó el coordinador de la actividad, Rafael Beltrán Bautista.
Argumentó que en este municipio cayó la manufactura del balón artesanal, porque de tener 47 talleres sobreviven solamente 14, aunque aseguró que están por abrir recientemente otros dos. También, dijo que esperan que con el festival haya una derrama económica de 15 millones de pesos.
Este fin de semana en Chichihualco, ubicado a 40 minutos en vehículo de la capital, se celebró el Festival Tlacololero 2023, el sábado se instaló una expo artesanal en el parque central, frente a la iglesia de San Miguel Arcángel, con cerca de 20 puestos de venta de artesanías, en los que ofrecían desde pequeños chirriones –látigos característicos de la danza de los tlacololeros– así como máscaras, flautas, tambores, botellas decoradas, ropa, mezcal, y comida de la región.
Los dos días hubo recorridos en las calles principales de Chichihualco de diversos grupos de tlacololeros, no solo de Chichihualco sino de otros municipios. También se presentaron agrupaciones de fandango, principalmente de Tixtla, como el grupo Semita y Toronjil.
Consultado ayer, en el parque central de Chichihualco, el coordinador del festival, Rafael Beltrán Bautista, informó que la tradición tlacololera cumplió 133 años en este municipio, la cual ha evolucionado hasta ver caracterizados a la danza con sombreros adornados con flor de cempasúchil, y pañoletas de color, además, cubiertos con gruesas camisas confeccionadas con costal de ixtle, chaparreras de cuero y botas.
Contó que el festival nació debido a que a nivel nacional el tlacololero se estaba convirtiendo en el embajador de Guerrero y otros grupos se presentaban diciendo que eran de este municipio cuando no era así, además, Chichihualco obtuvo “por circunstancias territoriales que era un pueblo bravo, peligroso”.
Esto luego de que, como documentó El Sur, durante los años 2017, 2018 y 2020 se vivió una pugna entre grupos del crimen organizado, principalmente entre El Cartel del Sur y Los Tlacos, que dejó un centenar de familias desplazadas.
Por esa situación, argumentó Beltrán Bautista, es que Chichihualco dejó de tener ventas de balones artesanales y de ropa deshilada, ya no había visitantes, por lo que el festival del tlacololero buscó atraer derrama económica, desestigmatizar como bravo o peligroso el municipio y que más personas conozcan la gastronomía, la música y la cultura.
Precisó que el sábado contabilizaron la entrada de 5 mil 300 visitantes y el domingo esperaban duplicar el número, además, añadió que el sábado estimaron una derrama de ocho millones de pesos, y por ambos días, calculaban una derrama total de 15 millones de pesos.
Mencionó que ayer esperaban registrar un récord de tlacololeros, con dos mil 200 participantes, de grupos provenientes de Chilpancingo, Zumpango, Tixtla, Chilapa, Tecoanapa, Quechualtenango, Mochitlán, así como de varias colonias y escuelas de Chichihualco.
Expuso que la importancia de los desfiles es que no se dispare el consumo de alcohol, sino sea “un desfile cultural que empiece a crear conciencia en las nuevas generaciones, para que esta danza jamás se pierda, promueva derrama económica y que a través de la danza y la cultura pacifiquemos nuestro territorio”.
Chichihualco es conocido por la fabricación del balón de futbol, y no sólo es emblemático sino de tradición, pero la globalización los sorprendió, contó Rafael Beltrán, afectados por la producción del balón de China a costos más bajos, no pudieron mantener la venta de los balones cosidos a mano, con doble forro, ideales para soportar las patadas y que no se deformen como otros balones más económicos.
Detalló que la caída de la venta de balón se reflejó en el número de talleres, pues de 47 que había, actualmente quedan 14, aunque dijo se está trabajando para que con el apoyo del gobierno estatal se reactiven dos más.
Afirmó que actualmente buscan generar actividades culturales cada semana para promover la llegada de turistas a Chichihualco, inclusive, pretenden la creación de un tianguis como el que se hacía en Chilapa, “aquí queremos que todos los de la Sierra bajen a vender a Chichihualco, que es la puerta de oro de la Sierra”.
Una de las vendedoras de ropa de “deshilado” –también tradicional de Chichihualco–, Mayra Chávez, contó que en esta octava edición del festival aumentó el número de visitantes, y añadió que el deshilado es un factor económico porque muchas personas se dedican a deshilar y a “empuntar”, es decir, diseñar las figuras en las prendas: blusas, vestidos, playeras, servilletas, mandiles o manteles.
Manifestó que los costos de este tipo ropa depende del deshilado y van desde los 200 y 300 hasta mil 800 o 4 mil pesos, ella lleva apenas tres años en el negocio, pero su mamá y su abuela desde chicas se dedicaron a deshilar y bordar ropa.