El desalojo en Metlapil no fue violencia, sino cumplir con el deber, afirma el arzobispo

 Los maestros se han convertido en fuerza de choque con sus marchas y plantones, ya no son instrumentos del saber, considera Aguirre Franco

 Karina Contreras Para el arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, el desalojo de varias familias en Metlapil, las cuales se habían apoderado de un predio de Instituto de Vivienda y Suelo Urbano (Invisur) “no es ejercer violencia, es cumplir con el deber”.

Por otro lado, y a vísperas del Día del Maestro, cuando se esperan marchas de los mentores para exigir mejores salarios y prestaciones, Aguirre Franco dijo que éstos “ya son una fuerza de choque, ya no son instrumento para la enseñanza. Ya son para el mejor postor y cualquier causa política, cualquier inconformidad ellos la deben apadrinar”.

Entrevistado al finalizar su misa dominical, Aguirre Franco fue abordado por los reporteros y al preguntarle sobre el desalojo con policías de familias que ocuparon un predio en Metlapil, respondió: “el estado debe salvaguardar los derechos de las personas y la seguridad de los ciudadanos. Pueden (los ciudadanos) exigir sus derechos                   y que se cumplan las leyes que les beneficien, pero también hay un terreno y cuando ya se rebasa la forma justa y legítima de demanmdar y se dañan los derechos de terceros el Estado tiene la obligación de actuar”.

–¿Con violencia, monseñor?– se le preguntó.

–No es violencia. No es violencia cuando exigen que aquellas personas lo hagan por los cauces debidos, y si alguien los hace por los causes indebidos y se les sanciona o reprime no es violencia. No es violencia, es cumplir con un deber.

Sobre las movilizaciones que año con año efectúan los maestros el 15 de mayo, dijo que la Iglesia está de acuerdo en que éstos sean retribuidos y tomados en cuenta sus legítimos derechos como verdaderos profesionales.

Pero –aclaró– no estamos de acuerdo en que se abandone la educación de los niños, y cambiar “el salón por el plantón”, porque de esa manera dejan la enseñanza y se lanzan simplemente a apoyar líderes, a candidatos, partidos y hacer exigencias ideológicas.

Asimismo –agregó– “¿qué tienen que hacer los maestros protestando por el problema de la presa La Parota? quiere decir que los están manipulando y ya son una fuerza de choque, ya no son instrumento para la enseñanza. Ya se dan al mejor postor y a cualquier causa política, cualquier inconformidad ellos la deben apadrinar”.

Manifestó que a los mentores los debe animar el verdadero amor a la niñez y la juventud, para que promuevan los valores éticos, morales, espirituales y transcendentes, por lo que deben comenzar con el ejemplo.

Aguirre Franco indicó que cuando los maestros se dedican a hacer caminatas con denuestos, con pintas, destruyendo lo que encuentran a su paso y gritando palabras ofensivas en nada educan; y agregó que con una mano le dan el libro al niño y con la otra le están enseñando a odiar a la sociedad, por lo que esa no es la verdadera escuela que necesita los alumnos.

Sobre la huelga del hotel Emporio, señaló que los justos derechos se deben reclamar, pero no deben hacerse para cerrar fuentes de empleo ni para perjudicar el turismo del estado de Guerrero, “porque se está matando a la gallina de los huevos de oro”.

Aseguró que los trabajadores son manipulados por la voluntad de dos o tres líderes que quieren llevar agua a su molino, y en eso no puede estar de acuerdo la sociedad.

Hay que buscar el entendimiento con Cuba, insiste

Sobre el rompimiento diplomático entre México y Cuba, Aguirre Franco manifestó que la hermandad y el respeto a las decisiones de otros pueblos no quiere decir que se aceptarán como una verdad de fe, o como lícitas las ofensas o las agresiones contra una nación.

Manifestó que Iglesia pide que antes que todo se busque el entendimiento y privilegiar el diálogo y la unidad, y agregó que se deben respetar aquellos derechos que cada quien tiene para que no queden lesiones entre las naciones.