Familiares de víctimas de desaparición forzada del comité Los Otros Desaparecidos de Iguala, hallaron ayer 124 huesos humanos, entre falanges, vertebras, restos de cráneo y algunos dientes, así como algunas evidencias en dos fosas clandestinas del paraje Monte Hored, al poniente de la ciudad de Iguala, donde en mayo de 2014 la Fiscalía General del Estado (FGE) exhumó 19 osamentas humanas de nueve entierros clandestinos, de las cuales tres eran de mujeres.
El trabajo de los familiares de desaparecidos, evidenció una vez más el mal trabajo realizado por los peritos y agentes del Ministerio Público de la Fiscalía en las exhumaciones, pues no levantaron todas las evidencias ni los restos humanos.
“Parecemos topos”, exclamó uno de los familiares ayer mientras se llevaban a cabo los trabajos de búsqueda en el paraje Monte Hored, una predio irregular que fue fraccionado y que ya empieza a ser visitado por sus propietarios, incluso ya fue construida una pequeña vivienda precaria en uno de los puntos en los que en mayo de 2014 fueron halladas fosas clandestinas.
Ni lo agreste del terreno ni las altas temperaturas, que entre las 12:00 del mediodía y las 2:00 de la tarde superan los 40 grados centígrados bajo el sol, han impedido que los familiares de desaparecidos continúen los trabajos de búsqueda de fosas clandestinas, con la esperanza de que en una de ellas encuentren a sus desaparecidos.
Ante la sospecha y la evidencia de las deficiencias en el trabajo de la Fiscalía estatal, ayer una comisión de 13 familiares de desaparecidos se trasladó al paraje Monte Hored.
Este paraje se ubica al poniente de la ciudad, cerca de las colonias Chapultepec y Loma del Zapatero, junto al camino de terracería que lleva a los parajes La Laguna, La Joya y El Maizal, donde Los Otros Desaparecidos también hallaron fosas clandestinas entre 2014 y 2015.
En dos de los entierros que ayer exploraron los familiares, hallaron en 124 huesos pequeños, entre falanges, al parecer de pies de diferentes personas, vértebras, restos de cráneo, de costillas y dientes.
En una de las fosas, a poco más de un metro de profundidad, también hallaron evidencias que “olvidó” la Fiscalía: un par de huaraches, cabello, una hebilla de cinturón en forma de cruz que en cada esquina tenía signos de pesos y un casquillo percutido calibre 9 milímetros.
Un familiar informó que en este mismo predio, personal de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Procuraduría General de la República (PGR), ya realizó cuatro revisiones en el predio, y no encontraron nada antes.
Los familiares depositaron los restos óseos y las evidencias en la fosa en la que fueron hallados y los volvieron a tapar con tierra, para que los peritos y antropólogos de la PGR los aseguren y los investiguen.
En total, los familiares de desaparecidos excavaron ayer en 12 posibles entierros, pero sólo en dos encontraron los restos óseos.
Los familiares denunciaron que la búsqueda en este predio, de poco más de una hectárea, se complicó porque en la zona ya se introdujo maquinaria para aplanar, además de que los propietarios del predio ya iniciaron a construir en el terreno.
El grupo de familiares que ayer acudió a los trabajos de búsqueda de desaparecidos, sólo tuvo el resguardo de tres agentes de la Policía Federal y hasta ayer no se cumplió con la asignación de un paramédico y un agente del Ministerio Público federal.
Desde el 23 de noviembre de 2014, el comité Los Otros Desaparecidos de Iguala ha localizado unas 90 fosas clandestinas de las que la PGR ha exhumado 143 cuerpos y de los que ha identificado 24, de los cuales sólo 15 han sido entregados a sus familiares.