Por el bien de Chilpancingo debe pedir licencia la presidenta, dice Efrén Leyva

Karina Contreras

El ex alcalde de Chilpancingo, el priista Efrén Leyva Acevedo, consideró que la alcaldesa Norma Otilia Hernández debe pedir licencia para separarse del cargo, por el bien de la capital, luego de los videos que la muestran reunida con el lider de un grupo delictivo.
Leyva Acevedo señaló que es lamentable la situación en que está dicho municipio, así como Acapulco, gobernado por Abelina López Rodríguez.
“Yo creo que si la presidenta tuviera dignidad debería pedir licencia. Que le ayude a Chilpancingo a transitar en un ambiente de paz y de tranquilidad, porque la confrontación que se dio reciente, se vio claramente, fue entre grupos y equipos… la presidenta municipal, no está haciendo su labor como debe ser. Hemos tenido alcaldes buenos y alcaldes malos, pero ésta no califica ni en los buenos ni en los malos, yo creo que califica en los peores. Yo creo que debe haber el momento en que haya un cambio”, dijo el priista a pregunta sobre el escándalo que rodea a la alcaldesa de Morena.
En declaraciones tras la ceremonia por el segundo aniversario luctuoso del ex gobernador René Juárez Cisneros, en Acapulco, donde se leyó una semblanza por parte del ex secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, y se puso una ofrenda floral en el busto localizado en la explanada de la sede del PRI municipal, indicó que el partido debe encabezar las causas sociales, porque se ha alejado de ellas.
Indicó que el PRI tiene que encabezar las demandas populares, ir ante las autoridades para exigir soluciones, que no debe esta encerrado en las oficinas o haciendo reuniones de café”.
Sobre la reunión que tuvieron priístas, entre ellos el ex gobernador Héctor Astudillo Flores, el ex dirigente del PRI dijo que fue para ver los avances de la aspirante a la presidencia, Beatriz Paredes Rangel, donde se dijo que se va muy bien.
Señaló que en Guerrero se tiene una meta de 25 mil promotores, de los cuales 20 mil se van a inscribir a la lista de Paredes y los 5 mil al padrón del partido, donde llevan ya más del 50 por ciento, y trabajan para que esta sea la que represente al Frente Amplio por México, conformado por PRI-PRD-PAN.
Añadió que se ha logrado también mover la estructura del partido, porque “estaba muerta, hay que reconocerlo, no había partido en ningún lado (y) ya estamos viendo a los dirigentes de las colonias, de las organizaciones. Buscando ya una oposición de verdad”.
Añadió que no pueden ganar sin una oposición real y unida, porque “nos han ganado las improvisaciones. Aquí Acapulco, que triste, con una presidenta que no tiene la menor idea de lo que es gobernar, o Chilpancingo de donde soy. Es muy triste ver que no se avanza. En las colonias populares en Acapulco no tienen agua y no hay quien les ayude para que tengan, no hay recolección de basura, no hay seguridad”.
Al acto acudieron el hijo del ex gobernador, el regidor René Juárez Albarrán, el regidor Manuel Añorve Aguayo, el dirigente del PRI municipal, Sofío Ramírez; los ex dirigentes municipales, Amed Salas Justo y Luis Miguel Terrazas, entre otros.

 

El escándalo se ha vuelto un negocio para algunos medios, dice el director de Proceso

Lamenta Rafael Rodríguez Castañeda que algunos se conviertan en jueces y ministerios públicos

 Aurelio Peláez Los medios de comunicación en México, la prensa, se han convertido en un protagonista de la historia actual, en el proceso de transición política del país. Para Rafael Rodríguez Castañeda, director de la revista Proceso, esta situación no es elogiable, aunque hay entre los medios un redescubrimiento de su capacidad de influencia, y de que ejercer “a cabalidad” la libertad de expresión es también un negocio.

Añadió que esta nueva práctica de los medios, no obstante, no está exenta de ser sujeto a la manipulación de actores políticos más interesados en la elección presidencial de 2006 que la buena marcha del país.

El director de la revista Proceso, en breve entrevista tras la presentación el miércoles pasado del libro México: su apuesta por la cultura, coordinado por Armando Ponce, coordinador de Cultura del semanario, lamentó que en este periodo algunos medios se conviertan en jueces y ministerios públicos.

Antes, durante su intervención en el auditorio del Fuerte de San Diego, en donde se presentó el libro y se anunció el proyecto de la nueva hemeroteca por parte del Ayuntamiento de Acapulco, Rodríguez Castañeda propuso al presidente municipal Alberto López Rosas, presente en el acto, quitar el nombre de Miguel Alemán a la avenida Costera.

Recordó que el nombre del ex presidente de México (1946-1952), es una referencia del enriquecimiento –“de él y sus amigos”– a costa de los bienes públicos del Estado.

Al hacer uso de la palabra, López Rosas aceptó la sugerencia y comentó que promovería un referéndum sobre el cambio de nombre de la avenida Costera.

En la entrevista, Rodríguez Castañeda comentó que los medios viven “un momento no necesariamente elogiable o al gusto”, al ser protagonistas de la vida política del país.

“Es decir, cuando los medios se convierten en protagonistas de la historia algo ocurre en las estructuras sociales y políticas de un país. Sin embargo, creo que es producto de un redescubrimiento que hacen de sí mismo los medios, de su capacidad de convocatoria, de su capacidad de influencia en la toma de decisiones, y en eso creo que hay medios que lo hacen con corrección, con ponderación, y hay quienes están abusando de eso para convertirse en una forma como jueces, ministerios públicos, etcétera, que marcan algunas veces el derrotero de algunos actos de justicia, que por ende se vuelven de injusticia.

–¿Son un contrapeso eficiente a excesos como toallagates,(en el caso del presidente Vicente Fox) o de choferes que cobran como secretarios (el nicogate de Andrés Manuel López Obrador)?

–Creo que no son necesariamente contrapesos, sino que en la pugna política abierta, mucho más abierta que antes, que se da después de la transición electoral estrictamente, pues los medios se dan cuenta de que alguna manera resulta buen negocio ejercer la libertad que antes no ejercían a cabalidad. Y claro que en ese ánimo pues los medios son utilizados por actores políticos en el juego de fuerzas y provisionalmente llegan a producir caídas de funcionarios, sobre-enjuiciamientos públicos de funcionarios. Y yo creo que la palabra contrapeso no es exacta, pero yo creo que sí se han vuelto de una enorme importancia de un ejercicio de vigilancia a ratos excesiva.

–Carlos Puig, quien fue colaborador de la revista Proceso –en su columna del diario Milenio, de este domingo–, retomaba una idea que han manejado algunos medios como Crónica, de que se le está dando demasiada voz a los políticos, a los escándalos, a los dimes y diretes, y que los medios deberían ponerse de acuerdo para dar fin a este escándalo. Le corresponde esto a los medios o hay que ir a fondo?

–Ahí es muy difícil establecer un parámetro o una regla. Creo que cada medio sabe qué hacer con sus recursos económicos, humanos y técnicos. Yo creo que efectivamente el escándalo se ha vuelto un bien negocio para algunos medios. Repito no es gratuito, no es inocente. Los medios representan también intereses muy fuertes, tanto económicos como políticos, y no son casos aislados aquellos que son objeto de manipulación por parte de algunas fuerzas políticas que para desgracia del país ya están interesadas en la sucesión de 2006 que tratar que este país marche de la mejor manera en el campo económico-social y aún en el político, y los medios son objetos de usos, por supuesto a sabiendas, y también porque está resultando buen negocio el escándalo político.