Con dos tiros en la nuca, envuelto en una colchoneta y acostado en los asientos traseros de una camioneta Mitsubishi Montero Sport, fue descubierto el cuerpo del ex subteniente del Ejército Mexicano y ex agente de la antes Policía Judicial del Estado, José Luis Arizmendi López, en el fraccionamiento Mozimba.
El hallazgo ocurrió a las 8 de la mañana cuando policías preventivos que hacían un recorrido por la escuela primaria Silvestre Castro observaron que en la calle Vicente Guerrero, atrás de la barda del plantel, estaba estacionada una camioneta color negro con vidrios polarizados y con los cuartos encendidos.
En el lugar, el director de la Policía municipal, Humberto Enoc del Valle, dijo a reporteros que al asomarse los oficiales vieron el cadáver.
El cuerpo estaba acomodado en los asientos traseros y envuelto en una colchoneta blanca con rayas negras. En su cabeza tenía puestas dos cabeceras blancas que quedaron manchadas de sangre.
El ex judicial vestía pantalón de mezclilla azul con playera del mismo color tipo Sport, sin calcetines; reporteros de varios medios de información señalaron que los pies estaban quemados, pero peritos descartaron esa versión e indicaron que la víctima padecía problemas severos de hongos en los pies.
Al sitio llegaron preventivos y policías ministeriales que cerraron la calle Vicente Guerrero para que el agente del Ministerio Público del sector Mozimba, Orlando Meza, llevara a cabo las diligencias.
La camioneta tiene placas 200TFT del Distrito Federal, y con lazos amarillos tenía sujeta la facia delantera. Cerca del asiento del piloto estaba un envase vacío de cerveza Modelo y en los asientos quedó recostado el cadáver junto a unas hojas del periódico El Informador, con fecha del 15 de mayo.
El fiscal regional de la Procuraduría General de Justicia del Estado y de la Policía Investigadora Ministerial, Enrique Gil Mercado y Emiliano Portillo Lagunas, confirmaron oficialmente los hechos y negaron que fuera uno de los tres vecinos del fraccionamiento Real Hacienda que la madrugada del lunes fueron levantados por presuntos policías de la Agencia Federal de Investigación.
Por la tarde la víctima continuaba sin ser reclamada.
Fuentes de la Policía indicaron que José Luis estuvo asignado de 2000 a 2001 en la Policía Judicial de recuperación de vehículos, incluso trabajó con Federico Peredo Jiménez, quien se encuentra prófugo luego de que el 16 de febrero de 2004 fue atacado en la calle Río Ixtapa, de la colonia Progreso.
Las mismas fuentes agregaron que incluso apenas en mayo del año recobró su libertad porque estuvo preso en la cárcel de Las Cruces por el delito de robo de auto.
La zona donde el cadáver fue descubierto por las noches está obscura y solitaria, dijeron algunos curiosos que se acercaron.