Ex alumnos del internado de Coyuca de Catalán forman una asociación para apoyarlo

 

Israel Flores

Ciudad Altamirano

Un grupo de ex alumnos del internado 20 Evaristo Peñaloza, en Coyuca de Catalán, se organizaron en una asociación para aportar recursos y solventar algunas necesidades básicas de esta escuela, que cuenta con una amplia matrícula de estudiantes de zona rurales e incluso de la sierra, y que tiene un bajo presupuesto.
En ella, los alumnos comen y duermen ahí. El presupuesto que recibe la escuela está entre los 40 y 60 pesos por alumno al día. Lo que se explica con la idea de que no todos los estudiantes se quedan como internos, pero aun así, los años han pasado y los costos aumentan con el mantenimiento.
Se trata de una escuela que tiene más de 60 años de existir. El internado es la escuela más antigua de Coyuca de Catalán.
La mayoría de los profesionistas de Coyuca de Catalán, mayores de 60 años, estudiaron en este plantel. Pero también muchos que vinieron de la sierra, cuyos padres no tenían recursos.
Este martes, la asociación de alumnos del internado 20 llevó botes de pintura para la restauración de la escuela. También, en tiempos recientes, entregó 84 butacas. Se trata de material comprado con dinero que juntan entre los mismos integrantes de la agrupación, entre los cuales incluso hay algunos que se encuentran en Estados Unidos.
En la entrega de pintura estuvo presente el contador Jesús Borja, quien es el dirigente de la organización, además de Hilario Bailón, José Luis López Borja y Evelio Pineda.
Fueron recibidos por la directora Fabiola Pineda Tavira, quien dijo que para la graduación del siguiente ciclo escolar invitaron al señor José Luis, mejor conocido en Ciudad Altamirano como El Coyote, para que sea padrino de la generación.
Destacó que esta asociación ha permitido gestionar algunos apoyos, para que la escuela solvente algunas necesidades básicas.
El internado tiene más de 300 alumnos, de los cuales, es el 80 por ciento viene de zonas rurales.
José Luis López dijo que se trata de regresar un poco de lo que recibieron del internado. Cabe señalar que todos los integrantes de este comité son mayores de 55 años de edad.
“En esta escuela pasamos la infancia. No había más, era estudiar aquí o no hacer nada. Nuestros padres eran muy pobres. Venían de comunidades muy lejanas y nos dejaban en la escuela. Aquí pasábamos toda la semana y aquí hicimos amigos y crecimos, y algunos lograron, como yo, continuar los estudios”, dijo el señor José Luis.
“Pasamos nuestros mejores momentos de la vida en esta escuela. Ahora muchos jóvenes no saben lo que es tener pocas oportunidades de estudiar y encontrarte con una institución muy seria, con maestros muy responsables, que te preparaban no solamente para la educación, sino para la vida. Ahora entendemos que era una gran responsabilidad, tener tantos niños viviendo aquí y lo hicieron muy bien y nunca hubo problemas. Pero sí sabemos que había muchas carencias y ahora, que hemos crecido, nos estamos juntando los ex alumnos para aportar un poco y ayudar a este espacio, que por muchos años fue nuestra casa”, expresó Hilario Bailón.
Mientras tanto, el líder de la asociación dijo que buscan lograr en poco tiempo que la escuela cuente con los reconocimientos legales para expedir recibos deducibles de impuestos, de tal forma que aquellos que den su aportación no tengan ninguna clase de problemas.