En Guerrero los problemas ya no son políticos, sino de violencia, dice el ex gobernador Astudillo

El ex gobernador Héctor Astudillo Flores, este viernes durante la conferencia magistral Reflexiones sobre la gobernanza sanitaria y la próxima reforma electoral, que impartió en el IIEPA Foto: Carlos Carbajal

Jacob Morales Antonio

El ex gobernador Héctor Astudillo Flores afirmó que Guerrero es complejo por la violencia. A un año y tres meses de haber dejado la gubernatura, el priista dijo que hubiera preferido que su partido hubiera ganado, pero que le tocó lo que le tocaba hacer y colaborar en el entendimiento de acuerdos.
Reveló que no tuvo limitaciones durante la transición con el nuevo gobierno y que hubo más de 20 reuniones de información de trámite, de entrega y de recepción.
Sostuvo que “el problema de Guerrero ya no es el político sino la violencia”.
Este viernes estuvo como invitado con la ponencia Reflexiones sobre la gobernanza sanitaria y la reforma electoral que se desarrolló en el Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados (IIEPA) de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), donde estuvo acompañado del director Marco Antonio Adame Meza, así como el ex gobernador interino y catedrático Rogelio Ortega Martínez, quien fue el que lo invitó.
En su intervención sostuvo que no puede limitarse la inversión en salud pública, porque durante la pandemia la falta de infraestructura hospitalaria mundial, de México y del estado, quedó evidenciado, y que ante una crisis la comunicación es importantísima.
El ex gobernador dijo que había sido distante de las actividades académicas pero que aceptó la invitación para hablar con los estudiantes. Luego mostró su tesis de licenciatura y dijo que era egresado de la FES Aragón donde conoció a la ministra Yasmín Esquivel acusada de plagiar una tesis.

Confía en que la Corte invalide la reforma electoral de AMLO

Astudillo Flores dijo que hablaría de la reforma electoral porque en su tesis abordó la reforma de 1977, aunque para ese momentos las elecciones aun estaban en manos del gobierno y el parteaguas fue en 1988 cuando se empieza a construir una democracia sólida.
Dijo que la reforma de ese entonces, comparada con la que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue que aquella fue presentada con la suma de acuerdos de personajes políticos y no se presentó desde el gobierno.
Sostuvo que el Plan B de la reforma electoral aprobada en el Senado con modificaciones  y regresada a la Cámara de Diputados, para su aprobación, y después regresará al Senado y para febrero se espera sea votada, pero que aun se puede tumbar en la Suprema Corte de Justicia la Nación porque no se cumplieron con las formalidades.
Señaló que hay riesgo porque se ajustó mucho el presupuesto del INE y no habrá capacidad para poder instalar 160 mil casillas en todo el país, “no quiero ser pesimista, yo lo que creo es que va haber muchos problemas, va ser complicado hacer las elecciones”.
Además que la renovación y selección de los cuatro nuevos consejeros llegarán sin tener la certeza de su imparcialidad. Advirtió que frente a la desaparición de posiciones en el INE, va haber una cantidad de conflictos laborales, lo que va a causar dificultades en los procesos electorales.
“Desde mi punto de vista como abogado, no se cuidó el procedimiento, no se mandó a comisiones (el proyecto de reforma), y si la Corte quiere actuar puede invalidar, porque no se cumplió con el debido proceso, se fue directamente a plenarias.”
Agregó que “el INE va a entrar en una etapa de decadencia y eso no es bueno para México, no nos va a ayudar y ojalá que pudiéramos ser algo”.
En la ronda de preguntas el notario público, Robespierre Robles Hurtado le pidió al ex gobernador su opinión de la participación del “narco” en la elecciones, y respondió con un llamado a “es cuidar que los grupos fácticos no se metan en las elecciones, se debe de cuidar eso, que no tengan influencia en las elecciones los grupos que están fuera de la ley”.
También se debe de cuidar de dónde viene el dinero para partidos y candidtos y asimismo denunciar las campañas anticipadas. Agregó que Guerrero es complejo por la violencia ligada a la pobreza.
Respecto a la situación política nacional dijo que México vive un momento con un presidente poderoso pero que deben de existir los contrapesos y fortalecer las instituciones. De la visita de los presidentes de Estados Unidos y Canadá dijo que vio mucha diplomacia en temas centrales como la migración.
Uno de los asistentes preguntó para dónde estaba encaminado su trabajo ahora que dejó de ser gobernador, y señaló que “trabajar para que este estado le vaya bien”.
“La violencia ha marcado la salida de los gobernadores, ayudar y colaborar”.
Respecto a los desafíos del PRI, dijo que todos los partidos políticos en el mundo están en crisis, porque la sociedad tiene una desconfianza para los partidos y los políticos por eso empieza a ver movimiento fuera de los partidos, “el problema es que el único vínculo que hace para llegar al poder es el partido, “y la figura independiente en Nuevo León con El Bronco fue un desastre”.
Agregó “Y si a eso le sumamos actitudes como la del presidente del PRI (Alejandro Moreno)”. Reiteró que no está de acuerdo ni a gusto con quien coordina el partido, “no es el comportamiento que se requiere para un dirigente,  le falta ética, compromiso con México, que de lo mejor que pueda tener, no que aporte lo peor que pueda tener un ser humano”.
En declaraciones dijo que él se ha ido por la parte legal y que no es ingenuo a lo que puedan decidir los consejeros nacionales y no cree que estos estén pensando en dejarlos fuera de los cargos y participación en los próximo presos electorales por criticar al partido, impugnarlos y renunciar, pero que comparte la opinión del coordinador de la bancada del PRI, Héctor Apreza Patrón al decir que los consejeros han amenazado con dejarlos fuera de las candidaturas.

No debe de haber limitación en atender la salud

El ex gobernador habló de la crisis sanitaria que enfrentó con la llegada del Covid-19, que sigue siendo un problema y que trajo consecuencias políticas, económicas, de salud y social.
Recordó que por primera vez se suspendieron las clases en todos los niveles, las actividades en las empresas privadas, se impusieron limitaciones en turismo, el cierre de las playas, que trajo consecuemcias.
En el caso de las escuelas dijo que estuvieron cerradas durante 18 meses por la pandemia y que se continuó con las clases con la ayuda de la tecnología pero en muchos lugares no se pudo, y remarcó que hubo un retraso de un año en los menores de educación básica.
Además de que la economía del mundo se vio paralizada y poco a poco en el avance de la pandemia se fue tratando de buscar acciones para ir enfrentándose, “pero no estábamos preparados”.
Astudillo Flores afirmó que uno de los principales problemas y retos fue la comunicación, y que se trató de encontrar qué hacer y qué no hacer, porque en los hospitales no estaban preparados para la crisis que fue mayúscula.
Recordó que hubo momentos en la etapa más complicada los médicos “no todos” empezaron buscar excusas para no estar en medio de la pandemia, y comenzaron a justificar que estaban diabéticos, que tenían asma, que eran propensos al Covid. El ex mandatario remarcó “había menos médicos, y no había medicamentos especiales para esta enfermedad”.
Agregó un día el ex secretario de salud Carlos de la Peña Pintos le marcó y le dijo que  “el director del hospital de Chilpancingo, le dijo que había una crisis, los enfermos están incontrolable, se quitan el tubo”, los enfermos protestaban y reclaman a los enfermeros, y las enfermeras no quieran entrar, y los familiares afuera reclamando, “fue muy recurrente en Acapulco y el país, generó una crisis emocional”.
Astudillo Flores dijo que la cifra de muertos pudo ser más alta de lo que hay en los registros oficiales. Dijo que esta enfermedad afectó a todos los sectores y no era una enfermedad de personas pobres, y recordó que el ex gobernador René Juárez Cisneros luego de tres meses de estar hospitalizado falleció, “pegó arriba, en medio y abajo”.
Resaltó que luego de ocho meses llegó la vacuna contra la enfermedad y por fin se fue viendo cómo recuperar el movimiento económico. Pero subrayó que en la actualidad el problema no termina sino que “está muy disminuido, los efectos a muchos de nosotros nos ha vuelto a dar Covid-19 y no nos hemos dado cuenta”, y remarcó que ahora hay muchos problemas pulmonares, cuando antes eran más los del estómago.
Sostuvo que “es más difícil hacer todo cuando no hay dinero, y en términos de salud es más complicado, nos desnudamos frente a la pandemia, nos exhibimos que no estamos preparados en el mundo ante la salud pública, los propios países más fuerte”.
Insistió en que se tiene que invertir más en salud pública “no hay que tocarse el corazón, si no se invierte en salud pública va a ser muy difícil”, porque la infraestructura hospitalaria no estuvo a la altura.
Astudillo Flores agregó que en las finanzas al gobierno del estado le pegó en la recaudación, porque de mil 200 millones de ingresos propios, durante la pandemia en 2021 solo recaudó 300 millones, “mucha gente no pagó sus impuestos”.
Remarcó el desafío en la comunicación y el cómo informar la muerte de 43 personas en un solo día, que fue el número más alto que le tocó informar en las transmisión diarias del medio día.
Dijo que la pandemia nos mostró que ningún país y gobierno estaba preparado para enfrentar el Covid-19. Se fue buceando sobre la marcha. El gran compromiso es invertir en salud pública, aquí no puede haber limitaciones. Yo espero que no exista otra pandemia, no estamos salvados de que esto no vuelva a ocurrir”.
Al encuentro acudieron el hijo del gobernador, y diputado local Ricardo Astudillo Calvo, los ex funcionarios de su gabinete Tulio Pérez Calvo, Carlos de la Peña Pintos, Érika Luhrs, Gisela Ortega, Guadalupe Gómez Maganda, así como el notario público, Robespierre Robles Hurtado, la consejera del IEPC, Citlali Diaz Fuentes y el dirigente municipal del PRD, Bulmaro Cabrera.