Acepta la Conadepi que el proyecto del Instituto de Arte se transfiera al Ayuntamiento de Chilpancingo




En una reunión celebrada en la residencia oficial de Los Pinos, integrantes del grupo cultural Calpulli Tecoanichan, representados por Gelacio Gatica Sánchez, Isidro Ortiz Bernal (El Chilo) y Yolanda Matías García firmaron una minuta de acuerdos con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y el Ayuntamiento de Chilpancingo, en el que se determina que la creación del Instituto de Arte y Cultura Indígenas se transfiera a éste último, en virtud de que el gobierno del estado no mostró voluntad alguna para apoyarlo.
Los firmantes fueron la directora general de la Conadepi, Xóchilt Gálvez, el director de Concertación Social y Atención Ciudadana de la dependencia, Rodolfo Echeverría Martínez (Chicalli), el presidente municipal de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos y el delegado estatal de la Conadepi, Pedro de Jesús Alejandro.
Con este acuerdo se da prácticamente por concluida la protesta que mantuvieron miembros de la organización cultural en la capital del estado, entre ellas una huelga de hambre en la que participó el promotor cultural y becario del Fonca, Gatica Sánchez, movimiento que generó apoyo inusitado de la sociedad civil y más allá de la frontera del país. Se espera que concluya hoy el bloqueo de los accesos al Palacio de la Cultura y a la sede de la Secretaría de Asuntos Indígenas, donde se encuentran las oficinas del Instituto Guerrerense de la Cultura.
La minuta consta de cuatro acuerdos básicos: el primero, el presidente municipal de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, será quien “coordine con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, para ver la posibilidad de acondicionar el inmueble” conocido como el Casino del Estudiante para actividades de arte y cultura con un enfoque intercultural.
Asimismo, se acordó que el proyecto propuesto por la organización Calpulli Tecoanichan solamente incluirá el centro cultural de las artes, por lo que retira su propuesta de establecer la venta de artesanías y su funcionamiento será a través del Ayuntamiento municipal de Chilpancingo, con el apoyo de la Conadepi, por la cantidad de 5 millones de pesos, como inicialmente se había pactado, pero en esa ocasión a condición de que lo apoyara el gobierno estatal.
La directora general de la Conadepi convino apoyar también proyectos de enseñanza y fortalecimiento del náhualt, medicina tradicional y jardín botánico que la delegación estatal indigenista ignoró a pesar de haber sido acuerdo con la directora general, a raíz de la movilización que ejercieron hace dos años junto a autoridades municipales de las regiones de La Montaña y Costa Chica que denominaron Una flor por los pueblos indígenas.
También se precisó que para ser apoyados debería respetarse las reglas de operación de los programas de la institución indigenista federal.
Gelacio Gatica Sánchez, entrevistado al término de la reunión, dijo que tiene sentimientos encontrados: “Contento y triste a la vez porque por un lado la burocracia estatal cerró las puertas a un proyecto de la cultura indígena, y por otro se abre las puertas con la alcaldía municipal de Chilpancingo, que sin condiciones políticas apoyará el proyecto”, manifestó.
Expresó además que “lo más importante es que el proyecto cultural indígena se queda en el corazón de Guerrero a un lado, donde se dieron a conocer las proclamas más importantes a la nación, y no como propusieron las autoridades estatales, que quisieron mandarlo al río Huacapa. Ellos prefieren tener una peluquería y una nevería en el centro histórico de Guerrero. Ese es su gran proyecto cultural indígena”.
Gelacio Gatica, que tuvo que recurrir a una huelga de hambre de 15 días que socavó su salud para hacerse escuchar por el gobierno estatal, agregó con sesgo de ironía que ahora la directora del Instituto Guerrerense de la Cultura, Laura Lopezvictoria, “puede quedarse tranquila con su Palacio, ese cascarón de cultura que abraza con fuerzas como monumento de la ineficacia”.
“Creí que iba a ser muy fácil luego de haber contado con el gobierno federal, con recursos comprometidos, pero la burocracia cultural nos acusó de simples artesanos, comerciantes y hasta de vender fayuca, situación que al principio complicó la reunión con Xóchilt Gálvez, nunca entendieron (las autoridades estatales) que nuestra actividad artesanal es un modo honesto de vivir que no contraviene a nada, pero que nos facilita la promoción cultural por el que hemos trabajado muchos años, porque en Guerrero, de la cultura no se puede vivir y porque nunca hemos esperado que el gobierno nos mantenga”, finalizó.